Ready Player One, el Grial de todo friki
Ready Player One es, ante todo, un homenaje a los años 80, no sólo a los iconos cinematográficos con referencias a títulos emblemáticos de la época, si no a series, música y sobre todo a videojuegos.
SINOPSIS
Ready Player One nos sitúa en un distópico año 2044 donde los recursos naturales son escasos y ello ha provocado una pobreza generalizada y un éxodo masivo de la gente al extrarradio de las grandes ciudades, en las cuales, los vehículos, ya inservibles, sirven de residencia, acumulándose en torres enormes.
En esta sociedad, el único consuelo es “OASIS”, el sueño de un programador, fanático de los años 80, y que ha conseguido crear un universo virtual accesible con un sencillo kit de realidad virtual. Este universo está constituido por multitud de mundos, cada uno con su peculiaridad, lo que permite a los usuarios sumergirse en la realidad que desee, desde mundos basados en los juegos de Dangeons & Dragons, pasando por sociedades futuristas, mundos de aventuras históricas o planetas sólo dedicados al saber, con escuelas y universidades. En definitiva, y gracias a la gratuidad del acceso, cualquiera puede acceder con su avatar y eludir la realidad que vive.
Un día, Halliday, el creador de OASIS muere y en su testamento lega este universo al jugador que sea capaz de encontrar 3 llaves, 3 “huevos de Pascua” escondidos, para ello, el jugador debe ser todo un experto en los gustos y aficiones de Halliday y en los 80. Rápidamente, millones de usuarios, llamados “Gunters” entre sí, trabajando en solitario o en grupos, se dedican a bucear en OASIS.
Han pasado varios años y no ha aparecido ninguna llave, el impulso se ha perdido y la gente vuelve a su rutina en OASIS. En este contexto, hace su aparición Wade Watts, un adolescente con un avatar llamado Parzival que vive en una de estas torres de vehículos, desde el primer día que comenzó la búsqueda de las llaves, ha estudiado a Halliday a fondo, conoce su vida, sus gustos ochenteros y con esta información se lanza a la búsqueda. En su camino irá haciendo amigos, en principio virtuales, y poderosos enemigos.
Cuando descubre la primera llave, la acción se desata. Una corporación llamada IOI, trata de hacerse con esas llaves con fines lucrativos y hacer de OASIS un lugar limitado y de pago, para ello, no duda en reclutar un ejército de jugadores (Sixers) para realizar el trabajo sucio e incluso extorsionar o amenazar.
CRÍTICA DE READY PLAYER ONE
Ready Player One es una maravilla para cualquier lector que haya vivido los años 80, las continuas referencias a películas, desde Blade Runner a Alien, pasando por Star Wars y E.T., la música ochentera, los videojuegos de Atari y de consolas de 8 bits, hacen que, en muchos casos, como ha sido mi caso, estemos leyendo el libro junto a una Tablet para consultar y recordar la referencia que nos muestra.
Esta virtud también es su peor crítica. ¿Abusa de las referencias? ¿Están colocadas sin más como una manera de crear un hype entre los lectores? Posiblemente sí, la nostalgia es una gran baza y el autor sabe explotarla, pero, por otro lado, es evidente que el autor se ha documentado y traslada al lector todo su amor por una década que ha vivido.
Evidentemente, si el lector no ha vivido esa década, en algunos casos, no va a captar la referencia concreta para el momento concreto de la obra y eso puede ser un hándicap, pero creo que el autor sabe llevarlo con cierta cabeza.
Ready Player One también es deudor, sobre todo a la hora de componer el mundo de OASIS, del metatarso presente en Snow Crash, de Neal Stephenson, y publicada a principios de los años 90.
El título hace referencia a una de las primeras frases que aparecían en los videojuegos de la época nada más echar la moneda; Ready … Player One.
Otro punto a destacar es el trasfondo social que hay tras el libro. Una crítica brutal a un sistema que puede esclavizar a la gente de manera legal en caso de acumular deudas y una crítica también a una sociedad tecnológica que, ante la promesa de evasión de la realidad, hace que la gente en masa se lanza a buscar su paraíso virtual desdeñando la realidad (excusa perfecta para mantenerlo todo sin tocar).
La única crítica que le haría puede ser lo poco descriptivo de los mundos de OASIS, está claro que todo lo deja a la imaginación del lector, pero echo en falta un poco más de énfasis es como se desarrollan los diferentes mundos y lo que encuentra el jugador en ellos.
EPÍLOGO
La repercusión del libro ha sido brutal, de hecho, hay listas de reproducción en Spotify que glosan todas las canciones que se mencionan en Ready Player One por orden de aparición, los emuladores de consolas de 8 bits, han recuperado todos los juegos mostrados en el libro (algunos de ellos estaban mal traducidos y se llamaban de manera distinta en España)
En definitiva, Ready Player One es un libro que me ha encantado, no sólo por haber vivido la década de los 80, si no porque, aunque algo lento al principio, el libro va adquiriendo un ritmo que hace que devoremos las páginas a gran velocidad.