Top 10. Alan Moore, Gene Ha, Zander Cannon.
En el algún momento había que meterse en el charco de reseñar una obra del genial Alan Moore, y que mejor que hacerlo con Top 10, una de sus obras menos conocidas, pero, sin embargo, con varios premios Eisner en 2000 y 2001.
Cuando hablamos de la obra de Alan Moore, no retrotraemos a sus geniales V de Vendetta, su etapa en La Cosa del Pantano, From Hell, La Liga de los Hombres Extraordinarios, Miracleman, y por supuesto, Watchmen, el para muchos, y yo me incluyo, el mejor cómic de la historia.
Reseñar Top 10 tiene la ventaja de introducirnos en la obra de Moore sin la presión de hacerlo con una de sus obras magnas que ha sido mil veces diseccionada. (La de borradores que he comenzado con el análisis de Watchmen …).
TOP 10, LECTURA PAUSADA PARA EL DISFRUTE
Una de las peculiaridades de las obras de Moore es la obligación para el lector de tomárselo con calma, imbuirse de los conceptos con que va adornando las tramas y el metalenguaje que se esconde en cada una de sus viñetas.
Top 10 no llega al nivel de exigencia en este aspecto que sí obliga muchas de sus obras. En este aspecto, puede considerarse algo “ligera” para ser de Alan Moore. Top 10 se centra en el día a día de una comisaría de policía. Una comisaría con unos peculiares agentes al servicio de la ley, en una ciudad muy peculiar y con unos habitantes difíciles de catalogar.
Aún así, Moore consigue colarnos reflexiones y diálogos que tocan temas como la xenofobia, el proxenetismo, la problemática de las minorías, o las drogas. Todo ello, balanceando el relato entre el drama y humor, entre el lado invisible de los personajes y el absurdo, pero siempre con ese toque de capa sobre capa puestas para que el lector se encargue de pelarlas para llegar al corazón de la historia.
NEÓPOLIS, CIUDAD DE HÉROES Y VILLANOS
Para ponerse en situación, es conveniente leerse el relato corto, a modo de prólogo, escrito por Alan Moore que inicia el cómic, y que nos pone en antecedentes sobre la ciudad de Neópolis y su curiosa fundación y población.
La premisa de inicio y como se conjuga el universo de Top 10, es original, en cierto modo y muy rocambolesco, la verdad.
Fundada a finales de la SGM por científicos nazis exiliados …, Neópolis se diseña para albergar el creciente número de héroes, heroínas y villanos científicos surgidos tras la contienda. Son gente que ha adquirido superpoderes de cualquier forma imaginable. Esos poderes no se limitan a los conocidos y obvios. En el trascurso de Top 10, conoceremos individuos con poderes de los más bizarros.
De tal forma, que Neópolis acoge a toda una población de superhéroes, supervillanos, y por supuesto, extraterrestres, seres de otras dimensiones y todo tipo de fauna que a desbordante imaginación de Moore ha sacado de su fecunda cabeza.
Evidentemente, en una ciudad tan caótica, el orden y la ley deben ser piedra angular, y la comisaría 10 se convierte, desde la primera viñeta en la protagonista.
COMISARIA 10, EL TRABAJO RUTINARIO EN UNA MEGACIUDAD INCONTROLABLE
La acción nos sitúa en los años 80. Neópolis ha tenido un aumento desorbitado de población y, consecuentemente de crímenes. Los policías que se encargan de establecer el orden no son cualquier cosa, y Moore nos conduce de la mano de una nueva recluta, Robyn Slinger, en su primer día en la comisaría 10.
A partir de aquí Moore, Gene Ha y Zander Cannon a los lápices y color, nos sumergen en el día a día de una comisaría de policía que, si no fuera por lo extravagante de los agentes, villanos y ciudad en general, creeríamos estar, los que ya pintamos canas, frente a un episodio de la magnífica e icónica Canción Triste de Hill Street (Hill Street Blues), serie capital de la televisión de los ochenta.
Moore ha confesado que como andamiaje central se basó en esta serie y desde el primer momento, con las charles matutinas del sargento asignando los casos a los agentes, todo respira este entrañable tufillo.
TOP 10, UN CÓMIC DE PERSONAJES
Como ocurría en la serie antes mencionada, Moore no se limita a crear sólo un thriller con casas policiales, frenéticas persecuciones o sesudas deducciones. El grueso de la trama se centra en la vida de cada uno de los integrantes de la comisaría, su vida provida y como le afecta en el trabajo.
De hecho, podría parecer en las primeras páginas que la mencionada Robyn va a ser la protagonista, pero Top 10 es un cómic coral y cada uno de los agentes va a tener su propio arco de desarrollo que va a hacer que número a número vamos empatizando con un agente diferente y relacionando el conocimiento previo de uno de ellos para ver su relación con el resto de sus compañeros.
Algunas de estas historias personales entran directamente en el drama, pero otras serían un capítulo perfecto de Rick & Morty o Futurama.
De esta forma, comenzamos con el sargento Kelmo, perro que habla y que lleva un exoesqueleto metálico para andar a dos patas, aparte de vestir una serie de camisas a cuál más estrafalaria. También Jackie Kowalski, una agente lesbiana capaz de cambiar de fase y atravesar paredes, o Duan, un agente ataviado de cowboy y con el libro de estilo del agente de la vieja escuela. Smax, un gigantón taciturno invulnerable y que será el compañero de la novata Robyn.
Eso por mencionar algunos de los agentes de la comisaría y sus particulares poderes, pero la imaginación de Moore es desbordante y la variedad de personajes y habilidades es increíble, rocambolesca y absurda, pero no en el sentido peyorativo, si no por ofrecernos caracteres y situaciones que sólo a un genio se le podían ocurrir.
CASOS QUE SE ENTREMEZCLAN
En los 12 números que componen Top 10, se parte de varios casos, a priori rutinarios (el homicidio de un traficante, la vuelta a las andadas de un asesino en serie, la confiscación de droga y las conexiones que suscita … sin olvidar al salido invisible que se dedica a manosear mujeres. Casos solucionables pero que, con el avance de la trama, parecen confluir en una historia y dirección únicas.
EL METALENGUAJE DE TOP 10
Como no podía ser menos, las referencias al mundo del cómic y a los años 80 están presentes en toda la obra. La proliferación de detalles en cada una de ellas es apabullante y obliga al lector a detenerse no sólo a leer la narración, si no los personajes en primer plano y los recargados fondos con personajes o carteles que enlazan con elementos culturales, sociales e incluso políticos.
Un ejemplo es la historia de la muerte violenta de un dios escandinavo en un bar, de dioses, por supuesto, y que, durante la investigación, con contorno de tiza en el suelo, interrogatorio a testigos y llantos familiares, se levanta y continúa bebiendo entre risas, destacando su papel inmortal. La referencia es más que evidente.
O, contrariamente al tono humorístico, las referencias claras al abuso sexual a menores con un aire nada velado al Hollywood de los años 20 y 30.
GENE HA Y ZANDER CANNON AL APARTADO GRÁFICO
Una obra como Top 10 con la plasmación de las ideas de Moore sería imposible sin un dibujo detallista acorde. En este sentido, el apartado gráfico es de sobresaliente. La minuciosidad de los detalles de los personajes principales es increíble. Viñetas estáticas, si, pero no es dinamismo lo que pide la historia.
Donde Ha y Cannon dan el Do de pecho es en los fondos de cada viñeta. La proliferación de detalles, rótulos y personajes en segundo plano, aseguran una relectura en profundidad de cada una de las viñetas para averiguar la referencia que pretenden los autores.
También a la hora de retratar la complejidad de la urbe, con elementos verticales y futuristas y en contraste, callejones llenos de suciedad.
Sirva como ejemplo la primera página con una composición en tira dentro del metro y asistiendo a las diferentes conversaciones entre pasajeros y los anuncios insertados, pasando a una página con una vista increíble de Neópolis.
El semblante de los diferentes personajes, y son muchos, que aparecen en Top 10, permite crear una variedad de expresiones que da fe del trabajo de los artistas.
Otro punto destacable son las portadas de los diferentes números. Algunas de ellas de una riqueza visual envidiable. También quiero destacar la portada del primer número a cargo, nada más y nada menos, que del gran Alex Ross.
CRÍTICA FINAL
Top 10 es una elección perfecta para quien quiera acercarse a los cómics de Alan Moore por primera vez. Estamos ante un genio capaz de crear mundos e historias con una imaginación desbordante. Pero a vez, este derroche de imaginación no se queda en la propuesta, es capaz de poblar su relato de tramas y personajes con vida propia, rodeando la historia central con capas y capas de tramas secundarias que parecen divergir completamente pero que, con la habilidad que lo caracteriza, reconduce de manera magistral.
La edición que nos ocupa fue publicada por ECC Ediciones en 2016. No es complicado encontrarla aún. Reúne los 12 números junto al comentado prólogo de Alan Moore y los diferentes esbozos y comentarios de Gene Ha. 352 páginas que dan para ofrecernos una historia con la carga adecuada de thriller policiaco, retrato de personajes y un trasfondo retro-futurista, imaginativo y definitivamente apabullante.