Altered Carbon 1ª Temporada, falsa utopía
A finales del pasado año, Netflix nos sorprendía con el trailer de Altered Carbon, una de las series más ambiciosas de la plataforma de streaming hasta ese momento. Su gran despliegue de decoración y puesta en escena auguraban una gran audiencia y un hype elevado a la espera de su estreno a principios de Febrero de 2018.
Altered Carbon está basado en el libro de Richard Morgan “Carbono Modificado”, el único de una trilogía editado en España y que ganó el prestigioso premio Philip K. Dick en 2003. Posiblemente su éxito haga que se reediten los libros para completar la trilogía, toda vez que está en marcha la segunda temporada.
CONTEXTO DE LA HISTORIA
Para ubicarnos y entrar de lleno en la trama, nos trasladamos a la Tierra del siglo XXIV. La sociedad se ha transformado radicalmente gracias a una nueva tecnología que otorga la inmortalidad. Para ello, es posible almacenar la conciencia y recuerdos de cada individuo en una “pila” situada en la nuca, de tal manera que ante una muerte física del individuo, esa pila se transfiere a un cuerpo sintético creado en laboratorio llamado “funda”, permitiendo revivir en un nuevo cuerpo con los recuerdos adquiridos previamente.
Así pues, en Altered Carbon, las personas muy ricas se van perpetuando y cambiando de cuerpo a voluntad, pasando su conciencia a un cuerpo más joven y perpetuándose. Lógicamente, los pobres y desposeídos deben conformarse con “fundas” de mala calidad, del mercado negro o, incluso, los que son condenados por cualquier delito, su conciencia pasa a un cuerpo de género diferente o de mayor edad, como forma de condena.
La sociedad se ha convertido en inmovilista, no hay el mínimo aliciente, los ricos son cada vez más ricos al prolongar indefinidamente su vida, dedicándose a una vida hedonista, cambiando las “fundas” por capricho. Además, en estos casos, los herederos de las corporaciones saben que nunca podrán acceder al status de sus progenitores.
En parte contraria, existen los que son contrarios a este tipo de práctica, abogando por la preservación del alma y oponiéndose a jugar a ser Dios, por lo que renuncian al implante, siendo unos parias, al principio, pero un grupo rebelde y “peligroso” para el sistema establecido.
SINOPSIS
Altered Carbon nos muestra a Takeshi Kovacs, u rebelde fugitivo entrenado en las fuerzas armadas que es atrapado después de un gran combate por las fuerzas de seguridad y condenado a que su conciencia sea recluida a perpetuidad.
Pasados 250 años, es despertado por Laurens Bancroft, un multimillonario que le pide resolver su propio asesinato a cambio del perdón. Su cuerpo y conciencia fueron destruidos, pero los multimillonarios tienen un sistema de respaldo de copia de seguridad por satélite, realizada minutos antes del asesinato, con lo cual desconoce a su asesino y los motivos.
Para ello, Kovacs vuelve en la “funda” de Elias Ryker, un agente de policía encargado del caso junto a la detective Kristin Ortega que ha tenido una relación más que profesional con el auténtico Ryker.
Durante su investigación, Kovacs descubrirá que no es un asunto nada fácil y que existe una trama compleja y de dobles juegos que implican a varias personas, llevándole, en algunos casos, a su doloroso pasado.
EL PASADO SIEMPRE REGRESA
Altered Carbon avanza con incursiones en el pasado de Kovacs. Así, nos enteramos que él y su hermana Reileen, son dos huérfanos que acaban formando parte de una rebelión que trata de erradicar la dependencia de la pila de consciencia sobre la Humanidad. Esa protesta inicial acaba en una rebelión abierta, pasando sus miembros a la clandestinidad y teniendo que luchar contra las fuerzas gubernamentales.
En esta serie de flashbacks aprendemos mejor a comprender la personalidad tanto de Kovacs como de Raileen, así como la relación que establece Kovacs con Quell, la líder de la resistencia. Es precisamente esta relación la que cambia completamente el carácter de Kovac para entender que esta tecnología está deshumanizando a la sociedad y es imperativo luchar contra ello.
Tras ser capturado y dando por perdida a su hermana, Kovacs es reclutado a la fuerza dentro de las Fuerzas especiales, completando su entrenamiento y volviéndose una máquina de matar sin sentimientos, pasando, tras su deserción en un mercenario perseguido hasta su captura final y “reciclaje”.
LA TRAMA SE COMPLICA
La investigación de Kovacs, le permite interactuar con toda una serie de personajes y sospechosos que rodean a Bancroft, los cuales viven en la opulencia y sin preocupaciones, destacando la esposa de Bancroft, Miriam, una sensual y peligrosa mujer muy a vigilar y con doble juego inquietante.
También cabe destacar a Issac, el hijo de Bancroft, que guarda un resquemor nada disimulado por su padre ante la imposibilidad de acceder a su status, y Oumou, la abogada de Bancroft, que sirve de enlace con Kovacs y que ha trepado desde a la nada a una posición social de la que no piensa bajarse, tenga lo que tenga que hacer.
En otro tipo de estrato social, es donde Kovacs encuentra toda la ayuda necesaria para avanzar en su investigación. Impagable ese bizarro hotel Raven y su holográfico recepcionista Poe, un homenaje a Edgar Allan Poe, tanto en nombres como en aspecto.
También reclutará una ayuda al principio reacia a hacerlo, Vernon, un ex-marine, cuya hija fue asesinada y su consciencia insertada en una tortura psicológica en bucle, y su mujer que también muerta, le ha sido devuelta en el cuerpo de un hombre …
Pero si hay alguien que le permitirá avanzar en su investigación, esa es la agente de policía Kristin, que tuvo una relación con el alter ego policía de Kovacs y que desconfía de esta investigación paralela, saltándose todas las normas policiales.
Lo que en principio parecía un crimen dentro de un reducido círculo, se va complicando con las revelaciones sobre todo un sórdido comercio sexual al amparo de una sociedad que se aprovecha de su posición para tener esclavizada a la mayoría de la sociedad.
CRÍTICA
La serie hace suya desde el principio la estética cyberpunk de películas como Blade Runner, Ghost in the Shell o Elysium, por ejemplo, pero no sólo la estética, si no la denuncia social sobre una tecnología que puede ser entendida como un avance para la Humanidad, pero que acaba convirtiéndose en un freno para su avance social y en un foco de desigualdades aún mayor.
Volviendo al apartado estético, la recreación de Bay City (anterior San Francisco), está muy lograda, con la proliferación de anuncios de neón, inmensos rascacielos y vehículos aéreos, y las sórdidas y oscuras calles e interiores, en contraposición con las luminosas y abiertas residencias de los ricos.
Las dosis de violencia y sexo son altas, sobre todo de lo primero, explícitas y con incluso un capítulo dedicado a la tortura física y mental del protagonista.
La descripción de los problemas que genera un futuro distópico y que nosotros podemos ver ideal como es el de la inmortalidad, es tratado perfectamente, mostrando que, aún en estos casos, las diferencias de clase se perpetúan en cualquier tipo de sociedad por muy idílica que nos parezca. Quien se encuentra en la cúspide de la pirámide (metafórica y realmente hablando), goza de un plus ante un avance clave de la humanidad, acaparando el poder y ampliando más la brecha en la sociedad.
En este tipo de tesitura aparece un grupo rebelde, un grupo que desea devolver al ser humano su mortalidad, su empuje para avanzar en descubrimientos o exploración, y no acabar en una sociedad inmovilista, complaciente y que cree haber alcanzado el cenit del desarrollo humano, y entregándose a una vida disipada y de lujos.
Curiosamente, esta idea también fue desarrollada por Asimov en su universo de La Fundación, retratando una sociedad humana que abarca infinidad de mundos y que ha perdido el empuje para seguir avanzando, conformándose con el nivel tecnológico alcanzado, mientras se van erosionando sus cimientos.
EPÍLOGO
En definitiva, una serie que no me defraudó, tanto a la hora de mostrar una historia de por sí compleja de narrar, como a la hora de la creación de decorados o efectos, más propios de un blockbuster y que en una serie para TV dejan un buen sabor de boca.
Ahora a esperar la segunda temporada donde, gracias a la facilidad en la trama de cambiar de envoltura externa por parte de los protagonistas, tendremos un nuevo Takeshi Kovacs, esta vez dentro de la piel (nunca mejor dicho) de Anthony Mackie, el actor que interpreta a Falcon en la saga Vengadores de Marvel.