Rai, Viaje al Japón del siglo XLI
En el amplio espectro de comics de superhéroes, el foco de la popularidad está centrado normalmente en Marvel y DC, obviando apuestas magnificas como DarkHorse y su Hellboy o Valiant con Rai y X-O Manowar.
Mi incursión en el universo Valiant fue a través de XO-Manowar y las andanzas del guerrero dacio que es abducido y obligado a guerrear en una violenta galaxia. Pero cuando vi las primeras referencias de Rai, me atrajo su temática (centrada en un Japón ultra-avanzado) y en un dibujo increíble.
TRASFONDO
Rai nos traslada al siglo XLI, con un planeta Tierra desolado a causa de las guerras y la contaminación. Orbitando el planeta, se encuentra la mega-ciudad de Nueva Japón. Esta inmensa mole alberga multitud de niveles que recrean zonas temáticas, desde copias de ciudades del siglo XX y templos del Japón medieval, a inmensas áreas recreativas.
En ella sobreviven varios millones de personas que disfrutan de todas las comodidades y lujos que puede aportar una sociedad hiper-tecnificada y libre de enfermedades. Para hacer la vida más fácil a la humanidad, existen los positrones, androides idénticos al ser humano. Estos positrones se asignan a cada ser persona para que le haga compañía y cumpla todos sus deseos.
Esta compleja e idílica sociedad está regida por una inteligencia artificial llamada Padre que es la encargada de mantener todo en funcionamiento, haciendo que los humanos se despreocupen de todo, pero, lógicamente, esto tiene un precio, y Padre no deja de ejercer una dictadura sobre la humanidad diciendo lo que debe o no debe de hacer.
Rai es el brazo armado de Padre, una combinación de ingeniería genética y tecnología para crear un superhumano y guerrero. Su integración en la red de datos le permite acudir a cualquier parte de la ciudad donde se haya creado un problema.
Curiosamente, estos problemas son tan escasos y focalizados en los positrones, que los humanos consideran a Rai como un mito.
Como no podía ser de otra forma, esta idílica utopía tiene bastante que esconder detrás de su perfecta fachada. Por un lado, los positrones van adquiriendo conciencia de si mismos y planteándose que su régimen de esclavitud debe terminar y ser aceptados dentro de la sociedad. Por otro lado, existen los Radis, humanos que están a favor de las demandas de los positrones y en contra del control total por parte de Padre. Estas luchas están totalmente soterradas y censuradas, la inteligencia artificial mantiene un férreo control sobre la información e impide que los humanos sean conscientes de los puntos débiles de esta sociedad.
SINOPSIS
En este contexto, se produce un hecho inusual que no se daba desde hacía 1000 años, la muerte violenta de un ser humano. Esos sucesos eran comunes con los positrones, al ser considerados meros accesorios y desechados con facilidad. Rai debe investigar el tema, y lo que podía parecer fácil, acaba derivando en una trama compleja, con la implicación directa de Rai en las luchas tras el telón del poder, su contacto con los rebeldes Radis, y sobre todo la amistad con una joven testigo del suceso, que le permitirán ahondar en la verdad oculta sobre su origen y la manipulación a la que le tiene sometido Padre para ser su brazo armado.
Así, Rai descubrirá que Nueva Japón incluye niveles totalmente opacos al resto de humanos, niveles donde malviven gente pobre y de la que nadie tenía noticia previa, excepto Padre.
También, que entre los propios Radis hay bandos con una agenda diferentes, desde la facción “guerrera” que realiza sabotajes, a la más hermética que tiene un plan a largo plazo y procede con calma.
Un detalle que se insinúa al principio y sobre el que Rai vuelve, es el destino del planeta. Veremos que se encuentra habitado por lo más bajo de la condición humana, condenados a vagar por una planeta arrasado, con animales mutados y que encima se convierte en el vertedero de la impoluta Nueva Japón, que se encarga, no sólo de mandar sus desechos, sino que los excedentes de energía son lanzados a la Tierra provocando destrucciones sin importar quien sobreviva.
Rai también visitará la Tierra en su búsqueda de la verdad y el objetivo de acabar con la tiranía de Padre.
CRÍTICA DEL GUIÓN
La historia de Rai es sumamente atractiva, el concepto de fusionar el Japón clásico con sus guerreros, la mística de las katanas (Rai puede hacerla aparecer de la nada para atacar), con una sociedad avanzada tecnológicamente da bastante juego, y la historia mostrando una sociedad idílica de puertas afuera, pero con un lado oscuro detrás, era un buen escenario para su desarrollo.
El personaje de Rai también gana en complejidad conforme avanza la historia. Se nos presenta como un ejecutor frio y rodeado de un aura de leyenda, un personaje al que los humanos temen y respetan a partes iguales. Al desarrollarse la trama y relacionarse con diversos elementos, el personaje se vuelve más humano, más apartado de ese aire a la juez Dreed de las primeras páginas. La revelación de su origen y los planes de Padre, lo convierten en la última esperanza de la Humanidad.
El papel de Padre es, hasta cierto punto entendible. Una inteligencia artificial que se encarga de gobernar la sociedad, pero que, a medida que esta sociedad gana complejidad, debe hacerlo la Inteligencia artificial, ejerciendo un control más rígido, parental al principio (de ahí el sobrenombre), y derivando en un control agobiante y donde no dudará en que para asegurar la felicidad de la mayoría tenga que hacer pagar con sacrificios su intervención y utilizar a Rai para mantener su status quo particular.
El desarrollo de la ciudad, con sus diferentes niveles es otro de los aspectos destacables de Rai. Desde los niveles claros y soleados de la parte superior donde se alojan las élites, a las zonas inferiores que albergan terrores desconocidos y secretos que Padre quiere que permanezcan ocultos.
Todo el conjunto está perfectamente estudiado y explicado. Evidentemente, Rai bebe de bastantes fuentes del género ya vistas o leídas con anterioridad, el concepto de sociedad ya lo hemos visto en Elysium o incluso Metrópolis yéndonos muy atrás. Los positrones con el despertar de su conciencia y el cuestionarse su papel, nos lleva, indudablemente a los replicantes de Blade Runner, Yo robot o Ghost in the Shell. Las luchas contra una sociedad perfecta que no lo es tanto, la hemos visto tantas veces que es tontería enumerarlas, pero en Rai, el guionistas, Matt Kindt, ha sabido darle un tono uniforme y creando una historia donde todo encaja perfectamente sin distorsionar. De esta manera, en nuestra imaginación se abre un universo mas extenso que el reflejado en la obra.
CRÍTICA DEL DIBUJO
El dibujo de Clayton Crain es totalmente apabullante. En algunos de los pasajes es casi una pintura en vez de un dibujo al uso. La meticulosidad de los detalles, el empleo de las luces y sombras y la caracterización de los personajes, contribuyen a asentar una obra magnífica. Los diferentes escenarios están perfectamente ambientados, tanto los brillantes y espaciosos de la parte elitista superior, como los oscuros y decadentes pasillos inferiores mal iluminados.
Las perspectivas también son magníficas, la colocación de los personajes y la “cámara” constituyen un perfecto storyboard en el hipotético caso (ojalá) que Rai fuera llevado a la pantalla.
EPÍLOGO
En definitiva, Rai es un comic totalmente aconsejable por los detalles antes enumerados y por el atractivo de tratarse de una edición integral perfectamente encuadernada y con multitud de extras como bocetos o explicaciones sobre los positrones y Radis.
Como decía, una historia que es un compendio de historias que nos suenan familiares, pero no por ello Rai es una burda copia, ha sabido encajarlo todo con precisión y crear un universo que trasciende la obra en sí.
Este tomo integral condensa los 12 números publicados originalmente con la historia cerrada. Hace unos días se publicó un segundo tomo titulado 4001 AD que condensa 4 números más y que sirve de nexo y crossover con otros personajes del universo Valiant como Bloodshot o X-O Manowar. Apuntado queda para ocupar su hueca en la estantería.