Alien: Romulus. Volviendo a los orígenes
Alien: Romulus nos vuelve a sumergir en el terror espacial, a la vuelta del xenomorfo y toda la mística que rodea a una de las sagas más longevas y queridas de la CiFi.
Se puede valorar que Romulus ha supuesto un retorno a los tropos que marcaron el cine de CiFi y terror hace más de 40 años. El fan veterano que vivió esas primeras películas se va a identificar con las referencias, y el nuevo, va a gozar de unos elementos que no han perdido vigencia y que se han mantenido gracias a una franquicia que ha sabido reinventarse.
El tema de las referencias y fan service, es un arma de doble filo en Romulus y más adelante me centraré en ello.
UN LARGO CAMINO
Diferenciando claramente las sucesivas etapas cinematográficas de esta franquicia, es innegable que todo el lore se sustenta con los dos primeros títulos. Alien: el Octavo Pasajero abrió el camino de una cinta de terror en un lugar cerrado y con una criatura apenas vislumbrada. Que el escenario fuera una nave en el espacio y donde la oscuridad y la amenaza sigilosa sus principales puntales ayudó a madurar el género de la CiFi.
Con Aliens: El Regreso se produjo una situación que se ha repetido en todas las películas de la franquicia, y es el darle un giro a la historia y no hacer una secuela, si no explorar otras vías. Aliens es una cinta que, junto al horror inherente, ofrece una historia de acción con un trasfondo de la guerra de Vietnam: Un bando, mejor preparado y con más capacidad militar, cae derrotado cuando tiene que luchar en un entorno dominado por el enemigo.
Alien 3, y Alien: Resurrection, a pesar de contar con directores de primer nivel y problemas de producción aparte, fueron un fracaso, aunque las ideas empleadas eran novedosas dentro de todo el universo Alien.
Saltamos a las dos películas de Alien vs Predator que pueden ser consideradas como spin-offs y fuera del canon. Entretenida la primera e infumable la segunda.
REINICIO DE LA SAGA
30 años después de Alien, Ridley Scott decide retomar la franquicia y los hace con Prometheus, una ambiciosa propuesta donde trata de explicar el inicio de todo. Visualmente apabullante, pero con muchas referencias mal explicadas, tuvo una mala acogida, aunque para mí, es una cinta bastante reivindicable, y que el tiempo acabará colocando en buen lugar.
Covenant fue la única película que podemos considerar como secuela, tanto en historia como en tono, y aunque dejó explicadas más cosas, fue más fallida que Prometheus y dejó la franquicia tocada a falta de una planeada continuación para cerrar la trilogía.
Con estos mimbres, y tras la compra de 20th Fox por parte de Disney, se decide volver a impulsar la franquicia mediante Alien: Romulus, regresando a sus lugares comunes e icónicos.
ALIEN: ROMULUS. VUELTA A LOS ORÍGENES
Aunque insistiré más adelante a la hora de hacer una crítica final, Romulus me ha gustado. Cualquier fan de la saga encuentra propuestas conocidas y referencias que le hacen entrar con comodidad en la historia.
La principal pega puede ser el exceso de referencias para el fan service. Muchas de ellas están bien integradas, pero otras están forzadas para explicar una situación donde no hace falta mostrar elementos del pasado para contextualizarlas. Los guiños son siempre un buen recurso y más cuando la película pertenece a una saga. Pero el excesivo número lleva a la sobrexplicación y a ofrecer un desarrollo más plano. El espectador veterano tendrá la percepción de que ya ha visto la película porque eso es, precisamente, lo que ocurre.
Aunque sea un placer recrear escenas y situaciones de otras películas, la sensación de ver algo nuevo se difumina.
Esto lleva a que Romulus haya recibido críticas de poco arriesgada y de jugar sobre seguro. Visto con perspectiva, algo de razón puede haber, pero Fede Álvarez también ha sabido integrar y expandir nuevos detalles sobre los xenomorfos y su lore.
PERSONAJES
El realizar una película sobre un universo previo y adaptada al nuevo público, lleva a utilizar actores jóvenes y menos conocidos. El problema surge cuando el guión y el arco de los personajes es casi nulo. No hace falta pecar de viejales para ver que, aunque con un desarrollo también corto, los secundarios de El Octavo Pasajero y Aliens, derrochan más carisma que este nuevo grupo.
No es un problema de esta película en concreto. El cine actual tiende a dejar un abismo entre los personajes principales y los secundarios. Sólo cuando el guión o la propia capacidad interpretativa del secundario son sobresalientes, tenemos un personaje capaz de ofrecer un registro que puede ofuscar a los protagonistas.
Curiosa también la tendencia a colocar un personaje odioso por niñato en vez de por maldad intrínseca. La intención es ponerlo en el primer lugar de nuestra lista de bajas. Y esto es exactamente lo que ocurre. Tal vez por repetitivo, asistimos, casi despreocupados, a la muerte de estos personajes y sólo estamos atentos a la forma peculiar que tienen cada uno de fallecer. No existe la menor empatía en el espectador.
Sólo los dos personajes principales, Rain y Andy, disponen de un arco y de un despliegue de registros para explotar sus cualidades interpretativas. Cailee Spaeny nos la venden como la nueva Ripley. Demuestra fuerza y determinación, pero no llega al mismo nivel.
David Jonsson, el actor que interpreta a Andy aprovecha la dualidad de registros para ofrecer un gran trabajo. Por un lado, el sintético apocado que tiene un chip de memoria cargado de chistes malos. Su candidez e inocencia inicial están muy logradas. Su otro yo cuando se le implanta el chip que actualiza su software, muestra y plasma la inquietud que han destilado todos los sintéticos de la franquicia. La sospecha de traición y de anteponer los valores de la compañía por delante de la vida humana está muy presente.
SINOPSIS
Romulus nos sitúa 20 años después de los acontecimientos de Alien: El Octavo Pasajero y previo a Aliens: El Regreso. Una nave de Weyland-Yutani se dirige a la zona donde explotó la Nostromo y rescata la vaina que aloja al xenomorfo conocido como Bigchap. Su llegada a una nave de investigación hace presagiar el drama.
Saltamos a Jackson’s Star, una colonia minera de Weyland-Yutani donde la corporación mantiene en semi-esclavitud a sus empleados, hurtándoles la cuota de producción para emanciparse. En este ambiente, conoceremos a Rain, una huérfana que trata de abandonar el planeta por un destino mejor y lejos de las guerras de Weyland. Con ella nos encontramos a Andy, un sintético que su padre reparó a duras penas y que actúa como hermano.
Los problemas para abandonar la colonia le llevan a aceptar la propuesta de su exnovio y amigos. Han detectado una nave en órbita. Su idea es acudir con el carguero de la familia, y localizar las vainas de crioestasis para escapar a la libertad de planeta Yvaga.
La importancia de Andy es capital al ser un producto de Weyland y tener acceso a los códigos dentro de la nave. Finalmente, Rain acepta y todos se embarcan para abordar la nave abandonada y descubrir que es una estación espacial inmensa con un inquietante secreto.
NOTAS DEL PRIMER ACTO
Buen arranque de Romulus con el rescate de la vaina y todo lo que a priori vamos a esperar. La trama en la colonia también es magnífica. Un asentamiento minero en un planeta donde sus habitantes no ven la luz solar y están sometidos al mangoneo de la megacorporación. Podría encajar perfectamente en el universo Blade Runner y tener total coherencia.
Toda la interfaz retro de la nave donde la hidráulica tiene más presencia que la tecnología avanzada, crea un entorno de suciedad y abandono que casa tanto con la estética de la colonia como con el tiempo fijado tras El Octavo Pasajero.
La secuencia del despegue con un ruido ensordecedor y traqueos constantes hasta alcanzar la órbita y vislumbrar el planeta y sus sistemas de anillos, constituyen un inicio prometedor.
El único punto incomprensible que le encuentro es la propia estación espacial ¿Estaba en órbita planetaria? ¿decayó hacia el planeta por falta de mantenimiento desde otro lugar del espacio? ¿Por qué no acude rápidamente nadie de Weyland? Puedo aceptar que la casa matriz está lejos, pero el planeta era suyo y lo lógico es que la empresa hubiera detectado la nave o los mensajes de socorro y acudido antes que los protagonistas.
LLEGADA A LA ESTACIÓN ROMULUS – REMUS
Ya en el interior, el espectador se encuentra en su salsa y comenzará una pesadilla para los protagonistas.
El descubrimiento de un laboratorio con un androide sintético destrozado y restos de lucha (corrosión de ácido incluida) hará que los personajes comiencen a intuir el peligro. El área de almacenamiento del crio-combustible resulta ser un área restringida con atrapacaras almacenados y que activa un protocolo de seguridad. Evidentemente, hay una fuga que provoca la infestación de la piloto de la nave y a partir de aquí la historia se nos vuelve familiar.
NOTAS DEL SEGUNDO ACTO (POSITIVO)
A estas alturas todos sabemos cómo se va a desarrollar la película, pero estamos ansiosos por ver su ejecución. Muchos detalles de interés en esta parte de Romulus.
Un buen punto es la idea de utilizar el disco de memoria de un sintético caído para insertarlo a Andy y ampliar sus permisos. Esto va a ser crucial para abrir el área donde están encerrados dos de los protagonistas. Esta escena ofrece un elemento genial y lógico. Andy se niega a abrir la puerta porque dice que es lo que quieren las criaturas del interior y poder escapar. La lógica del sintético se impone al instinto de supervivencia de los humanos.
La actualización de Andy y el inquietante cambio de registro, es uno de los puntos potentes de Romulus. Vemos reflejado la frialdad de Ash en El Octavo pasajero y las reticencias de Ripley con Bishop en Aliens: El regreso.
También la negativa de Andy para trasladar a Navarro a la nave, previo ataque del atrapacaras, tiene eco de Alien y la actitud de Ripley tratando de evitar la entrada de Kane en la misma situación.
Por otro lado, el guiño del sintético Ash de El Octavo pasajero. Previo permiso de la familia de Ian Holm, aparece el mismo torso y la misma actitud altanera que en la película original. El CGI en este punto es bastante deficiente, al menos en los primeros planos. He leído comentarios sobre lo poco adecuado de este guiño. A efectos de coherencia tiene sentido. El sintético científico es de la misma “hornada” que el Ash de la Nostromo de la misma forma que Andy es un sintético colonizador.
Otra cosa es el tema de traer a un personaje cuyo intérprete ya falleció por lo que el pegote con el CGI iba a ser notorio.
NOTAS DEL SEGUNDO ACTO (NEGATIVO)
Al carecer de reina que ponga huevos para desarrollar a los xenomorfos, en Romulus optan por una solución un poco radical: usar una impresora 3D biológica para obtener atrapacaras a partir del Bigchap. Novedoso, pero puede que forzado. La mención de la sustancia negra aparecida en Prometheus la explican como oun líquido no-newtoniano obtenido del propio alien, y como la esencia de la propia vida. Su uso para adecuar a los humanos en la exploración y colonización espacial es un buen cabo que atrapa.
Que suene el tema de Prometheus en la explicación ayuda también, pero lo que sobraba es mostrar en la recreación holográfica el recipiente que contenía el líquido en Prometheus. Está totalmente fuera de lugar porque no hay referencia posterior, sólo el espectador ha visto el recipiente en Prometheus. Una vez más, la sobreexplicación en Romulus se pasa de frenada.
TERCER ACTO
Con el chantaje de Rook para que recuperen el líquido negro antes de permitirles abandonar la nave, pasamos al tramo de más acción de Romulus.
De nuevo una escena copiada de Aliens, en este caso la de Hicks enseñando a Ripley a utilizar el rifle de plasma. Sin embargo, este tramo cuenta con las tres escenas más potentes de Romulus, aparte dotadas de bastante originalidad y perfectamente realizadas en este aspecto.
Por un lado, la escena de atravesar la zona infectada por atrapacaras. El recurso de aumentar la temperatura ambiente para no ser detectados, aparte del silencio, crea una escena de suspense excelente.
Andy sigue operando en modo “Weyland es lo primero” y su actitud redondea la tensión.
La segunda escena potente es el enfrentamiento a tiros con los xenomorfos. Aprovechando la activación/desactivación del motor de gravedad, logra una escena grandiosa, tanto en la destrucción de los aliens como el baile en ingravidez para sortear los charcos de ácido.
Una escena muy redonda, aunque ha tenido sus críticas por la facilidad con que arrasa con más de 20 xenomorfos y se pierde la tensión y el peligro que es capaz de causar sólo uno de ellos.
La última escena de este bloque frenético es la del ascensor. Con reminiscencias de Aliens: El Regreso, tanto al volver (a por Andy en este caso en vez de Newt), y el propio ascensor en sí. Fede Álvarez ofrece una secuencia muy buena en todos los aspectos: tensión, vistas de cámara, etc. Lástima la frase/guiño de referencia de Andy al acabar con el último xenomorfo.
CUARTO Y ÚLTIMO ACTO
Para mí es el apartado más errado en muchos sentidos de Romulus. Que el bloque principal sea una escena repetida de Alien: Resurrection muy comentada por bizarra, y que aquí aumenta el tono, creo que estropea el final.
Qué al enterarse del embarazo de Kay, el espectador veterano ya intuya por donde va a ir su arco no es un problema. Lo es la resolución excesiva. Con esta saga se lo que espero y tampoco voy a pecar de ingenuo. ¿La resolución es potente y un salto mortal que deja el hype alto? Cierto, me lo podía esperar, y en perspectiva es una solución obvia, pero también une varias cosas sueltas, juntando elementos de Prometheus y Resurrection de manera incoherente.
De nueva varias referencias adicionales a anteriores entregas de la saga. Rain colocándose el traje espacial o las palabras de Rook en pantalla clavadas a las de Ash.
Toda la secuencia del decaimiento de la nave hacia los anillos planetarios es excelente y el desacople de la bodega de carga para eliminar al engendro también.
Como curiosidad, en el cine me di cuenta de que, en este momento se produce el desacople de una pequeña nave desde la Romulus. Más tarde, en redes, se comentó, y al parecer Fede Álvarez confirmó, que se trata de la Narcissus, el trasbordador con que Ripley abandona la Nostromo.
También se comenta que en la escena donde Kay está atrapada tras una puerta, puede verse el perfil de la nave. En ese último detalle no me fijé. Me parece un guiño bueno pero que no tiene ningún sentido en la película.
Vale, si rescataron la vaina del Bigchap de los restos de la Nostromo, pudieron rescatar la Narcissus al estar en las proximidades, pero ¿Tienen a un testigo de lo que pasó y puede ponerlos en antecedentes y no la han despertado? Como huevo de Pascua es genial una vez vista Romulus, pero a efectos de trama está fuera de toda lógica.
RESUMEN FINAL
Romulus me ha parecido una gran película. Necesariamente tiene que referenciarse a los tropos de la saga, y en general, como dije antes, los adapta de manera orgánica y no chirrían, pero hay algunos que son superfluos y colocados más para contentar al fan service que para avanzar en la trama.
El ritmo está muy bien mesurado. El primer acto nos pone en situación y, aunque el espectador sabe más que los protagonistas, a partir de que abordan la Romulus, la acción es frenética, siempre ocurre algo y en la mayoría de los casos, novedades que expanden el lore.
Las interpretaciones eran las esperadas. No podemos criticar a los actores porque tampoco les han dado herramientas para desarrollar sus personajes más allá de servir de carne de cañón.
Aunque se sirva de guiños, la inclusión de elementos novedosos referidos a la biología de los xenomorfos o ideas como el recurso de desactivar la gravedad con una cuenta atrás que realza el suspense, son detalles muy de agradecer y que no anquilosan la película.
Los decorados, aunque algo más amplios que en anteriores entregas, mantienen el suspense y las sombras amenazantes de pasillos y estancias abandonadas. La atmósfera es opresiva como cabría esperar en una película de la saga Alien. Luces rojas de peligro por doquier, zonas de cria de obligado paso y, por supuesto, un enemigo dotado de una inteligencia y una letalidad únicas. También el regresar a la estética retro en naves y todo tipo de tecnología es un acierto, huyendo de la visión ultra tecnológica de Prometheus y acercándose, en buena lógica, a la de las primeras películas.
Detalles como las latas de cerveza Weyland o el muñeco del pájaro carpintero que vemos en la cantina de la colonia, están colocadas como guiños a los fans, sin ninguna duda.
En definitiva, Romulus desarrolla el equilibrio justo entre ambiente nostálgico y narración moderna. Con sus pequeños defectos de sobreexplotación de guiños, pero un espectáculo visual de primer orden.
Acción, suspense, sentido de la maravilla en las tomas desde el espacio y la sensación de revivir lo mejor de una saga épica que conjuga el espacio, la acción y el terror más primigenio.
EL FUTURO DE LA SAGA
Qué duda cabe que Romulus ha reactivado la franquicia de Alien. Está pendiente de emisión una serie ambientada en la Tierra durante una invasión Alien. El problema que le veo es que se sitúa varios años antes que la primera, con lo que el canon queda destrozado. Esperaremos acontecimientos.
En cuanto al cine, Romulus termina, “teóricamente” libre de infestación y con un futuro halagüeño para sus protagonistas, pero ¿Quién sabe? Con estos mimbres y más presupuesto, Fede Álvarez puede dar otra vuelta de tuerca, continuando esta historia o atreviéndose a usar otras vías, expandiendo un universo que aún tiene mucho que ofrecer.