Bóvedas de Acero: Issac Asimov. Saga de los Robots 2 I
Con Bóvedas de Acero, Isaac Asimov inició en 1954 su saga novelada sobre los robots. A principios de década ya había escrito las dos primeras partes de Fundación. Si tomamos la trilogía de Fundación como la parte central de su epopeya, la saga de robots sería una precuela que se puede dividir a su vez en dos arcos.
Este primer arco englobaría Bóvedas de Acero y su continuación, El Sol Desnudo. Vamos pues a comentar esta primera novela que sustentaría algunas de las principales bases de todo el universo de Asimov con sus robots positrónicos y la psicohistoria.
Esta novela, junto a sus continuaciones, las leí bajo el sello Martinez Roca hace más años de los que quiero reconocer, y volver a revisarlas ha sido un auténtico placer que quiero prolongar con la siguiente novela y el posterior tomo.
BÓVEDAS DE ACERO. GENERO DETECTIVESCO Y CI-FI
Aunque la novela está encuadrada en el futuro y con ambiente Ci-Fi, su leitmotiv es la investigación de un asesinato, peculiar, eso sí.
Esta mezcla de géneros aglutinaba dos de las pasiones de Asimov. De hecho, fuera de Ci-Fi, podemos encontrar una interesante saga de relatos cortos bajo el epígrafe de Enigmas de los Viudos Negros, donde Asimov nos muestra a un grupo de amigos con diferentes profesiones técnicas, que se reúnen a cenar una vez al mes. Llevan a un invitado ajeno que cuenta un enigma personal y éstos tratan de resolverlo alrededor de una mesa.
Volviendo a la novela, el caso detectivesco sirve para que Asimov vaya marcando ciertas pautas y reflexiones sociológicas que servirán para apuntalar todo su lore futuro.
EN UN FUTURO PRÓXIMO …
Asimov nos sitúa en la Tierra unos pocos miles de años en el futuro. La creación de la tecnología del viaje espacial y de los robots positrónicos ha permitido que la humanidad funde colonias en es espacio. En concreto 50 planetas que se han independizado de la Tierra y autodenominados Espaciales.
Los motivos de esta escisión tienen profundas raíces sociológicas y son bastante coherentes e incluso, adelantadas a su tiempo. Por un lado, las colonias han utilizado los robots para su terraformación, construcción y mantenimiento de los planetas, su dependencia es casi absoluta. Mientras, en la superpoblada Tierra, los robots son vistos como una amenaza al realizar trabajos humanos con mejor eficacia, y por lo tanto están en proceso de prohibirlos. Asimov nos muestra un reflejo del ludismo del siglo XIX donde la gente se oponía a la mecanización que ponía en riesgo el trabajo humano, y consecuentemente, destrozaban las máquinas.
Además, vista con el prisma actual, no deja de ser una crítica avanzada a la, por desgracia, imperante xenofobia.
ESPACIALES Y TERRESTRES
Al ser los Espaciales menores en número, pero más avanzados tecnológicamente gracias al uso de robots, han conseguido atajar enfermedades y disfrutar de una muy longeva calidad de vida. Por lo tanto, se cierran a la emigración terrícola y disfrutan de su independencia. Este motivo, junto a la prepotencia al ver a los terrícolas como seres inferiores, es otra denuncia sobre la xenofobia adelantada a su tiempo.
Mientras tanto, en la Tierra se ha dado un fenómeno inevitable: La superpoblación hace que mengüen los recursos, y la humanidad ha tendido a concentrarse en grandes urbes totalmente sobredimensionadas. Estas megaciudades se han ido expandiendo hacia abajo y rodeadas de cúpulas sin contacto exterior.
La sociedad terrestre sufre una agorafobia extrema que le impide no solo estar en el exterior, si no verlo incluso a través de una ventana.
La sociedad es totalmente opuesta a los Espaciales. Donde unos sufren aglomeraciones de gente y temor a los espacios abiertos, los otros no soportan el contacto físico y temen las multitudes.
La animadversión es mutua y los espaciales, unos siglos atrás, más avanzados armamentísticamente, sometieron a la Tierra a su control y supervisión.
El otro actor que introduce Asimov es la corriente del denominado medievalismo dentro de la Tierra. Una filosofía que se opone a la presencia de los robots, a las concesiones a los Espaciales y a una vuelta a la naturaleza.
VAMOS YA CON LA TRAMA
Con este panorama, el detective Elijah Baley de la policía de Nueva York recibe el encargo de investigar el asesinato de un científico Espacial dentro del asentamiento acotado que tienen en las afueras de la ciudad. Por si fuera bastante compleja situación debe contar con la ayuda forzosa de un compañero, R. Daneel Olivaw (La R se utiliza para dejar claro que es un robot muy avanzado y con un aspecto humano prácticamente perfecto) compañero impuesto por los Espaciales y que aporta el punto frio y lógico al carácter racional y de libre albedrío de la humanidad.
La investigación que Baley quiere llevar a cabo incorpora todos los patrones clásicos: ver la escena del crimen, buscar sospechosos, móviles y oportunidad. Las medidas de seguridad del asentamiento de los Espaciales y su propia idiosincrasia chocan con el razonamiento y la lógica, por lo que la solución más evidente es que lo haya hecho un terrestre, pero aquí aparece también la problemática del comportamiento terrícola que impide que esa sea la solución.
No puede ser un Espacial porque no había nadie en las cercanías. No puede ser un robot porque se lo impide las famosas Tres leyes de la Robótica. Tampoco puede ser un humano porque el único que estaba cerca (inspector de policía) fue sometido a un escrutinio mental y tampoco se halló el arma.
EL ESCLARECIMIENTO DE UN ASESINATO IMPOSIBLE
Con estos mimbres, Asimov, y por extensión Elija Baley tiene que tejer un caso que parece conducir a un callejón sin salida. Su resolución, finalmente, tendrá que ver con los valores de ambas sociedades, Espacial y terrícola.
Las continuas conversaciones con Espaciales y el propio robot Daneel por un lado, y su propia experiencia como terrícola hacinado en una colmena humana, nos hacen comprender que ambos tipos de sociedad han llegado a un estancamiento y que la humanidad desaparecerá en pocos siglos de perseverar ambas sociedades tan diferentes.
Sin embargo, los Espaciales, y más concretamente el asesinado doctor Sarton, postulaba que la forma de salir de este punto puerto es que los terrícolas, menos dependientes que los Espaciales con su regalada vida, asuman un nuevo impulso de colonización espacial con robots. Algo que tiene detractores por ambas partes ¿Hemos encontrado el motivo del asesinato?
Los terrícolas son reticentes porque se han amoldado a una vida que reniega de los espacios abiertos y necesita sentirse segura en las multitudes. Además, persiste el rechazo frontal al empleo de robots. Por su parte, los Espaciales, no se van a arriesgar a empresas colonizadoras peligrosas ni dejar atrás una vida de comodidad.
Con la exposición durante toda la novela, de los pros y contras de cada forma de sociedad, le queda claro al lector y a Baley que el postulado de Sarton es el adecuado para preservar a la humanidad. Sólo es necesario acabar de convencer a una renuente sociedad terrícola para que salga del capullo y vuele libremente.
UN RELATO CON EL SELLO ASIMOV
Aunque Asimov ya había comenzado con su epopeya de La Fundación y sus relatos sobre robots positrónicos, Bóvedas de Acero es su primera contribución como novela donde se desarrolla las luces y sombras de una sociedad robótica y su contrapunto terrícola.
Cualquiera que haya leído a Asimov sabe que estilo va a encontrar, pudiendo gustar más o menos. Vamos a ver continuos y casi interminables diálogos donde el autor trata de “educar” al lector sobre su punto de vista. El darnos una masterclass y todo mascado puede ser didáctico, pero Asimov abusaba demasiado de este concepto así como de largas exposiciones descriptivas.
El desarrollo de personajes tampoco era una de sus principales virtudes. Exceptuando a Baley y Daneel, el resto son bastante planos.
Aparte, la resolución del caso, aunque con cierto toque de brillantez, tiene varias lagunas que la convierten en una resolución algo pueril e inocente. Puede que Bóvedas de Acero sea la novela, dentro de la saga de los robots, más fallida y con una trama detectivesca más simple. En su descargo, hay que decir que se nota que es su primera incursión. Para la siguiente novela, El Sol Desnudo, la trama, tanto filosófica y detectivesca es magnífica, ampliando también los sospechosos tienen un mejor desarrollo, mostrando una variedad de móviles y oportunidades bastante superior.
La descripción de las megaciudades y aglomeraciones es magnífica. Una sociedad donde el estatus marca que calidad de servicio se va a disponer, variando para mal ante un error o degradación. La aglomeración lleva al racionamiento. La práctica totalidad de comida es procesada y el espacio y la energía también van mermando.
El apartado tecnológico demuestra que Bóvedas de Acero es hija de su tiempo. No hay coches voladores, pero hay vías peatonales a diferentes velocidades. El tema de la vara que lleva a una dirección y se va calentando conforme se aproxima uno al destino, me parece bastante ingenua.
ASIMOV SIENTA LAS BASES DE SU EPOPEYA
Lo que es innegable, es que Asimov retrata perfectamente dos plausibles sociedades futuras. Una donde la humanidad se expande y frena su avance al alcanzar un desarrollo tecnológico que anula cualquier ansia de curiosidad. La otra, la de una sociedad que teme el avance tecnológico que supone los robots y prefiere encerrarse en un cascarón, cada vez más hermético y acobardado. El propio abandono como sociedad, de espaldas a la naturaleza y los espacios abiertos, sólo tiene un comportamiento, el de los medievales, como una añoranza romántica de los tiempos pasados, pero que tampoco dan el paso adelante para ponerlo en práctica.
También el rechazo a los robots como avance tecnológico y la amenaza de sustitución, está muy presente.
La concepción de la Tierra como cúpulas cerradas, tendrá posteriormente un reflejo con el planeta Trantor de Fundación. La humanidad, varios milenios después, afrontará los mismos errores.
Los postulados de la psicohistoria aún no están definidos en Bóvedas de Acero, será en novelas posteriores, pero el marco para su desarrollo ya tiene un primer esbozo aquí.
También la perfecta sociedad espacial mostrará su débil andamiaje bajo la fachada de comodidad de larga vida gracias a los robots.
En el haber de Asimov está el utilizar estos puntos para desarrollar en las novelas siguientes una concepción de sociedades creíbles y coherentes.
ELIJAH BALEY Y DANEEL OLIVAW
Tanto el detective terrestre como el robot humanoide merecen un trato aparte. Ambos se convertirán en puntales de todo el universo de Asimov. Sus actos pasados, futuros y legado tendrán siempre eco en las posteriores novelas de Asimov.
Baley se nos presenta como un policía con actitudes de detective de cine negro de los años 30. Sus métodos, el forzar la mano con los testigos o ser capaz de hilar sucesos inconexos, es la marca de cualquier novela detectivesca. Aparte, nos encontramos con alguien que vive en una sociedad donde todo está regulado y con muchos tabús. Desde el silencio vergonzoso en los baños públicos o el temor a meter la pata y que suponga una bajada de status y de merma de todo tipo de servicios: comedores comunales, apartamento más pequeño, etc.
Dannel aprovechara su avanzada apariencia humana para integrarse con la sociedad y pasar casi desapercibido. La relación con Baley pasa del desacuerdo inicial del terrícola por todo lo que significa un robot, a una camaradería que se irá acrecentando en el futuro. También los puntos de vista de Daneel desde la óptica de los Espaciales, sirven para que conozcamos a una sociedad también hermética a cualquier contacto externo.
PARA FINALIZAR
Bóvedas de Acero puede que sea la novela sobre robots más floja de Asimov. A partir de esta, sus tramas, desarrollo de personajes y descripción de diferentes sociedades y su rumbo, aumentan exponencialmente.
Pero siempre es bueno ver donde comenzó todo y cómo esta novela, sentó las bases de un universo coherente.
Puede que mi crítica parezca más negativa que positiva, nada más lejos. Soy consciente del momento y habilidad como escritor que tenía Asimov en su momento y estos inicios le sirvieron para pulir un estilo más depurado en las sucesivas novelas y elevarlo a los altares de los mejores autores de ci-fi.
