Dune Parte 2. Mejorando lo inmejorable
Tras la apabullante presentación que supuso la primera parte del Dune de Villeneuve, todo el mundo cruzo los dedos para que la recaudación en taquilla diera argumentos a Warner para atacar con una segunda parte.
Afortunadamente, el proyecto tuvo luz verde, y aquí tenemos la segunda parte de Dune que cierra el primer libro del universo imaginado por Frank Herbert.
Intentar comprender a Muad’Dib sin comprender a sus mortales enemigos, los Harkonnen, es intentar ver la Verdad sin conocer la Mentira. Es intentar ver la Luz sin conocer las Tinieblas. Es imposible.
ESPECTÁCULO VISUAL Y SONORO
Viendo las anteriores incursiones de Villeneuve en la ciencia ficción: La Llegada y Dune Parte 1, la bendita obsesión para priorizar y apoyar la narrativa en el aspecto visual y sonoro no debería extrañar a nadie.
Es cierto que Dune, como obra literaria, tiene mucha verbalización de los pensamientos de los personajes, mucha carga filosófica en los soliloquios y los diálogos, por lo que una visión más ligera en este aspecto, pero más potente en la técnica de narrar sin voz, por así decirlo, podría causar rechazo en los puristas de Dune.
Pero, en mi caso, como admirador de la Dune de Herbert, la visión de Villeneuve me parece perfectamente válida y disfrutable.
EL REGRESO AL DESIERTO
Villeneuve regresa a la fórmula que le dio éxito en la primera parte de Dune y añadiendo la épica propia de la conclusión del libro. Las grandes extensiones desérticas, planos contemplativos y en silencio que se armonizan con la sublime música, de nuevo, de Hans Zimmer.
Para esta segunda parte, el director nos sorprende con secuencias majestuosas donde prima la épica y sobre las que más tarde ahondaré. Cabría destacar la secuencia inicial con la emboscada a la patrulla Harkonnen. La tensión de los aguerridos soldados cuando oyen el tableteo del tambor de arena y, ordenadamente ascienden hasta la meseta. La fluidez del movimiento y el plano desde lejos de toda la patrulla flotando hacia arriba es genial.
La posterior escena de acción, rápida e intensa y las sucesivas caídas de los cuerpos de los Harkonnen desde la meseta completan una escena inicial llena de intensidad.
LAS LICENCIAS DE VILLENEUVE EN DUNE
Evidentemente, Dune no se puede adaptar con facilidad a la pantalla y es razonable que el director se tome ciertas licencias para hacer más fluida su narrativa.
La licencia más cantarina es la del “no protagonismo” de Alía, la hermana de Paul. En el libro, pasan 6 años entre la caída de los Atreides y el final del libro. Entre tanto, Paul se convertirá en un líder Fremen y nacerá Alía que tendrá un papel fundamental al final de la novela y con posterioridad.
Villeneuve hace que toda esta segunda parte dure menos de 9 meses, con lo cual, al no producirse el nacimiento de Alía, se trastocan varios puntos.
Quien ha leído el libro puede considerarlo como un error capital, pero a efectos narrativos está bien construido. Las interacciones de Alía en el vientre de Jessica hacen avanzar su trama razonablemente bien, y condensar toda la acción en unos meses. Aunque un poco forzado para alcanzar todos los objetivos, tampoco queda mal.
Otros cambios menores son algunas ausencias, la de Tufir Hawatt, el mentat de los Atreides que trabajará forzado con los Harkonnen, y la del conde Fenrig, el asesino particular del emperador, un personaje que en la novela da bastante juego.
Insisto, para el lector de Dune, son ausencias que chirrían, pero para alguien que no conozca el libro, no se ve afectado por ello. Esta puede que sea la premisa que ha usado Villeneuve: Datos complejos y de larga explicación, los obvia para no marear al espectador.
Dios creó Arrakis para probar a los fieles.
LA ESPECIA, EL MENSAJE MESIÁNICO Y EL ECOLÓGICO
Villeneuve ha entendido perfectamente uno de los pilares fundamentales de la obra de Herbert, el alzamiento de un Mesías. La crítica al fanatismo religioso está muy presente en esta segunda parte y constituye la trama principal.
Otro pilar en Dune, el ecologismo, se toca más tangencialmente. De manera muy condensada, Stilgar relata a Jessica el sacrificio que realizan los Fremen, almacenando el agua para buscar un mejor futuro que ni su generación ni varias van a disfrutar.
Finalmente, pero no menos importante, el papel capital de la especia porque entronca con lo que dicho anteriormente sobre dejar puntos sin desarrollar. Su importancia vital para el comercio o los viajes espaciales, el inmenso poder y prestigio que proporciona ser elegido para gobernar Arrakis. Villeneuve ha apartado de la ecuación hablar de la CHOAM o del Gremio de Navegantes y todo el poder económico y comercial detrás de la especia.
PAUL ATREIDES, EL CAMINO INVERSO DEL HÉROE
Como decía, la evolución de Paul desde un refugiado acogido por los Fremen hasta convertirse en un mesías, un elegido bajo la forma de una figura religiosa y profética, está perfectamente dibujada por el director y el propio Chalamet, dotando poco a poco a su personaje de esa aura. Aunque no sea tan extremo, recuerda a la caída de Anakin Skywalker al lado oscuro en Star Wars.
Así, vemos a Paul con la intención de integrarse con los Fremen, aprender a ser uno de ellos y ligar su vida al combate de guerrillas contra los Harkonnen.
Esta evolución y casi lucha interna del propio Paul entre su deseo y el destino a que parece abocado, es la gran trama de Dune parte 2. En el primer caso, va contando con la admiración y amor final por parte de Chani, preocupado por el bienestar de su pueblo y con las mismas ansias de lucha que Paul. Por el otro tenemos a Stilgar, un guerrero criado en las enseñanzas religiosas más fanáticas y que va viendo signos en Paul de que es el elegido en la leyenda que profetiza la llegada de un salvador para los Fremen.
Toda esta conversión cuenta con una serie de hitos y secundarios que lo abocan a un destino mesiánico, rechazado de plano por Paul al principio, pero que acaba abrazando. Aquí, el papel de su madre, Jessica, es clave y fundamental.
PERSONAJES
Ya he hablado anteriormente del desarrollo de Paul y Chani como personajes principales. Las motivaciones de cada uno de ellos para tomar las decisiones que toman, cambiando incluso de rumbo, están perfectamente explicadas y son muy lógicas.
A partir de aquí podemos centrarnos, primero, en otros dos personajes que repiten de la parte 1 de Dune: Stilgar y lady Jessica.
En el caso del Fremen, y a efectos actorales, se le ha acusado de que su personaje se convierte en algo paródico y un alivio cómico. No estoy de acuerdo con este punto. Cierto que algunas conversaciones con Paul son las más desenfadas de ambas películas, pero el desarrollo del Stilgar es genial.
Su personaje parte de considerar a Paul y Jessica como un estorbo, pero Villeneuve lo hace pasar por varias fases. En primer lugar, ante la muerte de Jamis, le corresponde a Stilgar la tarea de instruir a Paul en las costumbres del desierto y la vida Fremen. En el transcurso de estas enseñanzas, Stilgar va apreciando “señales” en Paul que apuntan en la dirección de ser el mesías prometido que llevará a los Fremen a reivindicar Arrakis y convertirlo en un vergel.
Aquí tiene mucha importancia el tratamiento que se le da a Stilgar, un hombre profundamente religioso, que roza el fanatismo y que cualquier acción de Paul le va reafirmando más y mas en su papel mesiánico.
Hay una frase en la película donde se verbaliza esto al decir que con Stilgar, Paul ha perdido a un maestro, pero ha ganado un fervoroso y fanático adepto.
LADY JESSICA: ¿LA VILLANA QUE NADIE ESPERABA?
El caso de Lady Jessica merece un aparte. Si ya en la primera parte de Dune, se convierte en un personaje de primer orden por sus acciones anteriores al desarrollo de la historia y durante la propia novela, aquí explota todo su potencial.
Desde el momento en que toma el agua de vida para convertirse en la reverenda madre de los Fremen, y gracias a las habilidades que adquiere una Bene Gesserit en el proceso, el rumbo de toma Jessica es muy interesante.
Me gusta mucho como verbaliza mediante sus conversaciones con su hija nonata para manipular al pueblo Fremen y que acepten a Paul como mesías.
“Tenemos que convencer empezando con los más débiles”.
Utiliza el miedo como arma para que la profecía instaurada siglos antes por las propias Bene Gesserit, tomo cuerpo en Paul.
Jessica se convierte en la punta de lanza para la implantación del culto mesiánico, y su viaje al sur, donde el fanatismo religioso es más potente, da la estocada final.
Y EN LA OTRO PARTE DEL CAMPO …
La Bestia Rabban y el propio barón Harkonnen, tienen su cuota de protagonismo, pero a un nivel más diluido. De hecho, he visto algo excesivo el tratamiento de cobarde y sumiso de Rabban en esta parte.
Pero si alguien debe llevarse los honores es Feyd Rautha, interpretado de manera magistral por Austin Butler. Que era el villano que cualquier lector de Dune quería ver ya en pantalla, sin duda era este, y no ha defraudado en absoluto.
Desde la estética personal y en conjunto de todo lo relacionado con el planeta Giedi Prime, épica la escena de la lucha en el coliseo, pasando por la crueldad que destilan sus acciones y gestos y terminando en un registro magnífico: el disfrutar de una pelea con igualdad. La frase con el teniente Atreides en la arena y que repite posteriormente a Paul.
Que tu cuchillo se astille y se rompa.
Has luchado bien, Atreides.
Me parece que redondea un personaje que no se queda en la crueldad sin sentido, se adivina una nobleza que casa con los propios designios de las Bene Gesserit al estar un escalón por debajo del objetivo del Kwizat Haderach.
EL TRONO IMPERIAL DE LOS CORRINO
Para terminar con esta galería de personajes, pasamos a la familia imperial. El propio emperador Shadam IV Corrino y su hija, la princesa Irulan. En el caso del emperador, me ha defraudado un poco el rol que le han dado. No parece ser una persona autoritaria y es una sombra de lo que debe ser un emperador del universo. No sé si la intención de Villeneuve era esa, mostrar a alguien que, aunque está arriba de la pirámide del poder, depende demasiado de factores que no controla.
Irulan era otro personaje que los lectores de Dune queríamos ver en acción. En la novela, todos los capítulos comienzan con una reflexión de Irulan a partir de sus obras escritas.
Se ha presentado un personaje dotado de inteligencia y con capacidad de gobernar absoluta. Es capaz de aconsejar bien a su padre con el tema de no atacar a un líder religioso para no convertirlo en mártir. El trasfondo feudal de Dune se demuestra cuando el emperador lamenta que una persona de su talento no esté llamada a reinar, sólo servir de consorte.
Como ha dicho antes, se echa de menos al conde Fenring y sus artimañas asesinas y políticas, pero también es muy destacable la presencia de su mujer, Margot Fenring, una Bene Gesserit que sigue con el plan maestro de la hermandad.
EL TRASFONDO DE DUNE TRATADO POR VILLENEUVE
Villeneuve ha tratado de contentar al lector de Dune y al espectador que no sabe nada de la historia. Para el primero, llena la película de píldoras muy interpretables. Para el segundo, le ahorra explicaciones y lore excesivo que puede saturarlo y que no entre en la historia.
El tema de deshidratar los cuerpos, incluso de los enemigos, y el sistema empleado, me parece genial. Aparte, el diferenciar el agua del cuerpo de un Fremen, que es sagrada para su pueblo, y nutrirá las escondidas reservas de los sietch, y la de los enemigos que sólo sirven para el consumo.
También el saber caminar por el desierto, evitando movimientos rítmicos que adviertan a los gusanos.
EL CICLO DEL GUSANO DE ARENA EN DUNE
Y ya que hablamos de gusanos, vamos a la escena esperada por muchos de la cabalgada de un gusano de arena. En este punto estoy algo dividido porque la resolución de la versión de David Lynch era más entendible que la de Villeneuve.
Básicamente, se trata de abrir las membranas del cuerpo y, para evitar que esa carne más sensible entre en contacto con la arena o las altas temperaturas, hace que el gusano no se entierre de nuevo. Luego, la idea es mantener esos segmentos abiertos mientras el gusano se desplaza.
Y para terminar con el tema de los gusanos, la obtención del agua de vida es un punto a favor de Villeneuve. Todo viene del ciclo del gusano de arena, comenzando por las truchas de arena, unas larvas que nacen a partir de los grandes gusanos muertos, y que viven a millones en la arena de Dune y que se entierran a gran profundidad para obtener agua.
La reacción del agua con su cuerpo produce explosiones que dan origen a la pre-especia con la que el gusano de arena se alimenta sin envenenarse.
De esta forma, en la escena mencionada, un gusano de arena joven es sumergido en agua hasta envenenarse, con su último suspiro, se obtiene el agua de vida de una glándula del gusano. Este líquido es mortal para todo el mundo excepto para las Bene Gesserit.
VALORACIÓN FINAL DE DUNE, PARTE 2
Si la primera parte fue una épica puesta en escena, esta segunda parte ha ido más allá, colmando todas las expectativas.
La unión de los grandes espacios vacíos y desérticos, amaneceres y ocasos, junto a la ausencia de diálogo, pero con un fondo musical soberbio, envuelve todas las escenas en un conjunto muy disfrutable, sobre todo en gran pantalla.
Pocas películas consiguen esta unión de imagen y música tan perfectamente coordinadas y que dicen más que muchos diálogos de personajes.
Las tramas y desarrollos de los personajes principales, aunque con ciertas licencias literarias muy asumibles, están perfectamente integradas en la lógica de la narración y, aunque se deje a faltar la aparición de algunos personajes, en este punto me doy por más que satisfecho.
Todo el tratamiento del mesianismo llega a tener escenas inquietantes con cánticos elevados y grandes masas de gente que acentúa la idea de un concepto enorme y con visos de descontrolarse al triunfar el fanatismo sobre la razón.
En el debe, tal vez, dejaría lo precipitada de la batalla final. Después de los momentos épicos vividos, el hype de la novela es esta batalla, y se resuelve con excesiva rapidez y, casi facilidad. También la escena en el trono del emperador parece algo apresurada y sin glamour. Repito, puede que sea conscientemente por parte del director como el tema de ningunear al personaje de Shaddam IV, pero resolutivamente hablando, me parecieron algo sosas.
¿HABRÁ CIERRE DE TRILOGÍA?
La culminación de esta segunda parte de Dune, y el inicio de la guerra santa de los Fremen, aunque diferente al libro (Aquí el Landsraad no acepta a Paul y en la novela se trata de impedir que un culto fanático y fundamentalista imponga el culto mesiánico), deja el campo abierto para cerrarlo con la siguiente novela, Mesías de Dune.
Veríamos la caída en el fanatismo de los Fremen, la llamada a la guerra santa por parte de Paul y el caos y destrucción universal. También debería tener su importancia Alía, la hermana de Paul. El mostrarla apenas unos segundos es un buen aliciente para esperar su protagonismo.
Sobre este posible cierre de trilogía, ha habido declaraciones de todo tipo. Villeneuve ha dicho que quiere embarcarse en proyectos diferentes (Aunque su anunciada Cita con Rama parece seguir la estela de lo que mejor sabe hacer). También, y de cara al fandom, entiendo, ha declarado que sólo haría Mesías de Dune si es mejor que lo ya hecho … en fin.
De cualquier forma, con intención o sin ella, habrá que esperar un tiempo extenso para volver a las arenas de Arrakis.