Los Tejedores de Cabellos, Andreas Eschbach. Space opera imprescindible
Los Tejedores de Cabellos, de Andreas Eschbach, es una de esas novelas que ves en la biblioteca y que te atrapa la sinopsis de su contraportada. Ese fue mi caso hace unos años, y ahora, con una versión más actual, la he releído, gustándome y apreciándola más si cabe.
SINOPSIS
En un mundo semidesértico perdido en una galaxia olvidada, toda la vida gira en torno al hilado de alfombras de cabellos. Gracias al dinero que su padre antes que él obtuvo por la venta de un tapiz, cada tejedor abre su taller y elabora, a lo largo de toda su vida, una alfombra espléndida con los cabellos de sus esposas e hijas. Tras venderla para entregar a su vez el dinero a su único hijo, la alfombra se une a inmensas caravanas que convergen en el espaciopuerto, desde donde parten fastuosos bajeles estelares rumbo, dicen, al palacio del divino Emperador. Pero ¿cuál es el propósito que lleva al sacrificio de tantas vidas para elaborar alfombras de cabellos? ¿Y si fueran ciertos los rumores de que el Emperador ha sido derrocado?
HISTORIA
Con una sinopsis tan poética y con las posibilidades que dejaba a la imaginación, era un crimen no adquirirla. Nos encontramos ante una space opera con un trasfondo magnífico. Eschbach escribe Los Tejedores de Cabellos como una trama separada en 17 capítulos.
Cada uno de ellos con una historia y unos personajes diferentes, pero con un elemento distintivo y muy atrayente: Cada capítulo podría parecer independiente pero solapa algún personaje o suceso visto anteriormente.
De esta forma, de la misma manera que las alfombras de cabellos se hilvanan hilo a hilo, cabello a cabello, Eschbach escribe una historia con un tronco central, pero cuyas separadas tramas, incluso inconexas a primera vista, tienen una gran urdimbre entre ellas y se enlazan a la perfección hasta obtener una alfombra metafórica donde se aprecia el conjunto completo.
TEJIENDO UNA ALFOMBRA DE CABELLOS
El punto de arranque de la novela es muy potente. Una tradición que pasa de padres a hijos, hace que el cabeza de familia se enfrente a una tarea que le va a ocupar toda su vida. Nada más y nada menos que tejer una alfombra con los cabellos de su mujer, hijas y concubinas. Ese saber y el dinero obtenido por su venta, pasarán a su hijo, que reiniciará el ciclo para fabricar su propia alfombra.
Esta tradición plantea varios dilemas crueles. El principal es que si el tejedor ya tiene un hijo varón, cualquier hijo posterior debe morir a manos de su padre. Sólo pueden sobrevivir las hijas, y a partir de ahí utilizar sus cabellos. También se le permite tener concubinas con las que engendrar más hijas para continuar su tarea.
Otro detalle es que la elección de mujer y concubinas se realiza de acuerdo a la tonalidad y calidad del cabello, descartando en todo momento el amor entre ellos. Simplemente las mujeres sirven para un fin único: engendrar hijas para poder usar sus cabellos.
UNA TRAMA FABRICADA PASO A PASO
Los primeros capítulos de Los Tejedores de Cabellos, se van a centrar en hacernos conocer todo el entramado de la tradición de las alfombras. Veremos el sacrificio que supone para el tejedor su tarea de toda la vida, el papel más que secundario de las mujeres en las familias de los tejedores y los dramas que acaban causando esas tradiciones.
Luego se nos van a mostrar otros personajes que sustentan toda la cadena de las alfombras de cabellos. Desde las buhoneras que vagan por el planeta vendiendo sus productos a las mujeres, pasando por los comerciantes en sus grandes caravanas que llegan a los pueblos para adquirir las alfombras terminadas.
También las primeras voces en contra del relato oficial y que se consideran una blasfemia.
Estos primeros capítulos, aunque independientes, tienen los suficientes puntos de unión para conformar un relato muy sólido que se va a ir juntando con otras tramas totalmente independientes pero que Eschbach, con la habilidad de un tejedor, es capaz de cohesionar de manera admirable.
UNA INTRIGA POLÍTICA EN LA GALAXIA
De repente, Eschbach da un alto y nos encontramos con un grupo de viajeros espaciales que descubre el planeta y quiere investigarlo. El asombroso descubrimiento de las alfombras de cabellos, provocará una serie de acontecimientos a escala universal. Según vayan avanzando, el autor nos deja preguntas sin resolver a cada cual más fascinante.
Esa tarea de descubrimiento también la realizan los exploradores espaciales, cada vez más obsesionados con este misterio.
CAPÍTULOS QUE VALEN TODA UNA NOVELA
Hay capítulos en Los Tejedores de Cabello, con una profundidad y discurso potentísimos. La idea que subyace de la historia es el totalitarismo y el fanatismo religioso. La constatación de que una tradición milenaria cuyo significado se pierde en el tiempo, está por encima de cualquier consideración.
Los tejedores abrazan esta tradición y su obediencia a este dogma y al papel de semidiós que representa el Emperador. Nada puede ir en contra de esta fe. Ni el absurdo de los sacrificios que ocasiona ni los rumores sobre el derrocamiento del Emperador que dejaría obsoleta la tarea.
En vez de eso, aunque la novela constata ese derrocamiento, la rueda sigue girando, las alfombras siguen fluyendo a un destino desconocido y un propósito cada vez más misterioso.
Los capítulos en la novela son cortos y prácticamente autoconclusivos, aunque dejando un cabo suelto para que en el siguiente capítulo se pueda echar mano de ese cabo y continuar desplegando la historia.
La primera parte del libro se va a centrar en el el planeta de los tejedores, mostrando en planeta semidesértico, atrasado tecnológicamente excepto el espaciopuerto desde donde zarpan las naves con las alfombras. Estamos ante una sociedad atrasada, con un fuerte condicionamiento social sobre el papel divino del Emperador y la tarea que tiene que llevar a cabo.
Estos personajes se retratan de manera muy intimista, desde el tejedor cabeza de familia, pasando por el profesor que trata de introducir gotas de escepticismo a sus alumnos, los comerciantes en sus caravanas o el propio gremio de tejedores con sus normas antiguas.
SIN PERSONAJS PRINCIPALES PERO GRANDES SECUNDARIOS
Cuando la novela abandona el planeta, vamos a tener personajes más desdibujados. Una forma de hacernos ver, por parte del autor, que estos personajes son más mundanos, vienen de una sociedad más tecnificada y que no abraza ningún dogma de fe.
El choque entre sociedades está servido, y poniéndonos en su piel, la tradición ancestral de las alfombras de cabellos llega a un punto de obsesión que contagia al lector.
De esta forma, se combinan capítulos con una gran carga dramática como “El predicador” o “Los dedos del flautista”, con otros de gran poder filosófico y de ansias por saber más como son “El Emperador y el rebelde” o “El archivero del Emperador”.
También quiere hacer hincapié en dos de los relatos más inconexos, al principio, pero que encierran toda la esencia de la novela. “El palacio de las lágrimasy “Cuando veamos de nuevo las estrellas”, tienen un poso terrible y dramático que ayuda a engrandecer la novela.
CRÍTICA
Los Tejedores de Cabellos es una novela corta, poco más de 220 páginas, de lectura rápida pero intensa. Parte de una atrayente premisa, pero Eschbach es capaz de ir aportando perlas que agrandan el misterio principal del destino y utilidad de las alfombras de cabellos, hasta desembocar en un final increíble y poético.
Eschbach opta por no utilizar un grupo de personajes para toda la historia, va introduciendo y sacando personajes que van a tener cierto seguimiento en el futuro y cuyos actos enlazan las historias.
Excepto uno de los hilos, a mi modo de ver, los cierra todos con una maestría increíble, haciendo que el lector se tome unos segundos de respiro al final de la novela para ver como se ha desarrollado el fantástico viaje que supone la novela.
La crítica al totalitarismo y el fanatismo son los pilares principales, también el ansia de rebeldía o el fomento del espíritu crítico.
De todas formas, existe una crítica a la sociedad tecnificada que es incapaz de comprender una tradición ancestral, optando por la impaciencia y las soluciones directas aunque la verdad la tienen enfrente y sólo hace falta hacer las preguntas adecuadas a la persona adecuada.
En este último punto, toda la trama de los archivos imperiales es una auténtica puerta abierta a la cantidad de maravillas que quedan sin contar y que dejan al lector con las ansias por conocer todos los secretos. Un innabarcable imperio a la altura del mostrado en Fundación.
Novela totalmente recomendable y que nos muestra una space opera diferente, con una historia que al principio podrá parecer local, pero que a los largo de la novela, su perspectiva se agrande de una manera brutal hasta conformar un tapiz inmenso, muy en consonancia con el título.