Helen de Wyndhorn. Tom King y Bilquis Evely. Entre la fantasía y el drama
Helen de Wyndhorn es una nueva joya del equipo formado por Tom King, Bilquis Evely y Matheus Lopes. Al igual que ocurriera en la maravillosa Supergirl: La mujer del mañana, nos encontramos con una historia perfectamente hilvanada y un dibujo y color que acentúan el ambiente onírico de buena parte de la obra.
Sus seis números publicados en 2024 dentro del mercado estadounidense han sido ahora recopilados en un volumen con bocetos de Evely y portadas alternativas. UN auténtico lujo.
Aparte de lo enunciado anteriormente, y de lo que más tarde me explayaré, Helen de Wyndhorn destaca por una historia troncal y otras internas como capas superpuestas de un estilo y rumbo literario diferentes. A priori podría parecer difícil casar estilos narrativos dispares, pero Tom King vuelve a demostrar que en este tipo de obras se siente como pez en el agua.
HELEN DE WYNDHORN. EL DRAMA FAMILIAR

Nos situamos en los años 30 del siglo XX. King toma como pilar de la obra, la tragedia de la propia Helen, contada a modo de flashback por Lilith, la institutriz encargada de recogerla en un perdido villorrio del medio oeste, tras el suicidio de su padre, para llevarla a mansión de su abuelo y reconducir su educación.
Un hecho tan visto y leído mil veces, tiene muchas aristas dentro de esta obra. Por un lado, la personalidad torturada y autodestructiva de la propia Helen, una menor que ha deambulado a rebufo de su alcoholizado padre, escritor de folletines de fantasía al estilo de las obras de Robert E. Howard con Conan, Kull o Solomon Kane. Necesariamente ha adquirido los vicios de su también torturado padre entrando en un bucle de autodestrucción y autocomplacencia.
Lilith se escandaliza del estado en que encuentra a Helen, pero también ve todo lo bueno que está detrás de una joven a quien la vida no ha tratado nada bien, teniendo como única guía a su padre y sus circunstancias.
Hasta aquí una historia potente y que, si se hubiera desarrollado bajo el prisma de las relaciones familiares, también hubiera constituido una obra con grandes posibilidades.
LA MANSIÓN WYNDHORN Y SU LEGADO
Teniendo en cuenta el tono de la historia, esperaba que la propia mansión del abuelo de Helen fuera un personaje más al estilo Rebeca o Lock & Key, pero King ha sabido contenerse y no usar este tropo tan manido.
La mansión es enorme y peculiar a la vez. Sólo dispone de un mayordomo que hace todo tipo de funciones y una cocinera. Por lo demás, el abuelo de Helen está ausente cuando llegan ella y Lilith, y así será por un tiempo sin que medie explicación.
Me gusta como King trata el desasosiego y autodestrucción de Helen, dándose a la bebida, pero acudiendo a Lilith cuando se siente indefensa como la jovencita que es.
La irrupción del abuelo y las circunstancias que rodean la casa serán muy bruscas, dejando un mar de incógnitas por desvelar.

LA RELACIÓN ABUELO-NIETA Y EL COMIENZO DE LA FANTASÍA
En cuento entra en escena el abuelo en la historia, ésta toma un rumbo magnífico y trepidante. Por un lado, la relación entre Helen y su abuelo es prácticamente inexistente y casi un cliché, mostrando una obligación autoimpuesta por el anciano. Las recriminaciones de la propia Lilith al ninguneo que le hace su abuelo a Helen son fantásticas y dejan el campo abierto a una explicación apenas sugerida.
Pero cuando, finalmente, Helen entra en el círculo de su abuelo, éste le abre un mundo mágico, onírico y pleno de aventuras, cuyos ecos despiertan el bloqueo mental de Helen y comienza a gozar de una vida que desconocía, así como descubrir hechos de su pasado personal y familiar a cuál más grandioso e incluso dramático en algún caso.
Alguna pieza intuida tiene encaje, pero King va más allá y cierra un círculo perfectamente elaborado.
Si hasta llegar a este punto, el trabajo de Evely y Lopes era magnífico, con las sucesivas páginas, dan rienda suelta a una expresividad de colores, personajes y fondos, totalmente apabullantes y disfrutables.

FLASHBACKS Y FLASHFORWARDS
Este es uno de los mejores conceptos que King expone en Helen de Wyndhorn. El inicio de cada uno de los 6 capítulos cuenta una historia que va avanzando en el tiempo y en las décadas siguientes. Comienza con Lilith relatando cuando conoció a Helen para el autor de una biografía del padre de Helen. Un autor de novelas Pulp fracasado que conoce el éxito tras su muerte, y deviene en un relato desconectado totalmente de la trama principal, pero que adquiere vida propia y concluye con una reflexión maravillosa.
La fantasía, la capacidad de imaginar y soñar con mundos y criaturas increíbles, se va perdiendo con el paso del tiempo y de las generaciones que tienen acceso a la información. Nosotros como lectores, externamente, sentimos pena por todo lo que van dejando de lado los personajes que van apareciendo de manera esporádica en cada capítulo. Un mundo onírico y fantástico que nunca va a volver.
PERSONAJES
Aunque la obra lleva el nombre de Helen, el peso principal de la narración corre a cargo de Lilith, la institutriz que, aunque escandalizada al principio, comprende y protege a Helen de sus momentos depresivos y de la indiferencia primera de su abuelo. El la propia Lilith quien nos hace empatizar con todos los personajes.
Si tenemos en cuenta que la rigidez de la propia Lilith podría ser n lastre para hacerla simpática al lector, King sabe darle ese equilibrio entre una persona estricta y con un alma de comprensión y cariño por Helen.
No por ello Helen es un personaje menor. Desde el principio nos choca lo madura que es a su edad. La relación con su padre ha sido más perjudicial que beneficiosa y el drama de su suicidio no ha hecho más que acelerar su caída a los infiernos. Sólo el atisbo de la aventura y de lo asombros logra que Helen despierte a un mundo con el que consigue hacer las paces consigo misma.
El abuelo Cole es un personaje algo encasillado. Huraño e incapaz de arropar a su nieta más allá de darle un techo, comida y educación, es alguien que hemos visto en muchos relatos. Pero cuando la relación entre ellos se estrecha y le descubre a Helen toda la magia de un mundo oculto, no da el salto previsto a un amor filial, si no más como compañeros de aventuras. Algo chocante pero que en contexto de la obra tiene todos el sentido del mundo.

PREGUNTAS Y CABOS SUELTOS
Aunque la conclusión de las dos historias que corren en paralelo queda cerrada. King se las ingenia para dejarnos una serie de cabos sueltos para que el lector componga su propio final. El destino de algunos de los personajes, el bagaje previo de, al menos uno de ellos e incluso como se enlaza todo en el futuro.
Como lectores sentimos que King nos ha hurtado muchas cosas tanto de Helen, su padre o su abuelo. Pero lo ha hecho de manera tan orgánica y abierta a la interpretación, que cuando hay escenas ocurridas en el futuro, buscamos las consecuencias de los hechos pasados y sin hallarlos, somos capaces de visualizar cómo desearíamos que hubiera continuado la historia.
Este punto tiene mucho que ver con uno de los pilares de Helen de Wyndhorn: La pérdida de la fantasía, la magia y el sentido de la aventura que todos soñamos cuando somos más jóvenes y que los propios azares de la vida van borrando paulatinamente.

UN ÚNICA, PERO PODEROSA PEGA
En esta magnífica Helen de Wyndhorn tengo que ponerle un pero que, personalmente me ha dificultado la lectura en algunos tramos.
Me refiero al tipo de fuente tipográfica utilizada cuando el relato corre a cargo de los recuerdos de Lilith. Encuentro los trazos de la fuente complicados de leer en algunas páginas donde está bastante comprimida.
Por curiosidad, hojeé páginas en la versión USA y utilizan la misma fuente. Bien desde el punto de vista de fidelidad, pero, como digo, un suplicio en algunos momentos su lectura.

CRÍTICA FINAL
Puede que sea algo parcial a la hora de hacer una crítica de Helen de Wyndhon dado que el anterior trabajo de este equipo creativo me gustó muchísimo. Pero es que es imposible no deleitarse de un cómic en el que tanto guionista como dibujante y colorista han sido capaces de superarse.
El dramatismo de la autodestrucción de Helen hasta su encuentro con Lilith, la relación con su abuelo, los pensamientos de la propia Lilith que ve el cuadro como espectadora pero está dentro de la composición. Y sobre todo el lirismo de la historia con el mensaje entre nostálgico y con un punto pesimista que une esta historia y la contada en paralelo a través del tiempo, hacen de Helen de Wyndhorn una lectura absorbente, un deleite para ojos por el dibujo y el color y una gran fuente de reflexión sobre la magia, la aventura, la fantasía y lo que implica su disfrute y su posterior pérdida.

