Trilogía del Budayen : Un Cyberpunk nada convencional
SINOPSIS GENERAL
Acostumbrados como estamos a que las novelas del género cyberpunk estén ambientadas en el mundo occidental o extremo oriente, esta trilogía del Budayen, localizada en el mundo musulmán, supone una ruptura.
Estamos hablando de una serie poco conocida y cuya edición es bastante antigua y difícil de encontrar hoy día salvo alguna feria de libros de ocasión. Las portadas, obra del genial ilustrador Luis Royo, eran utilizadas para los primeros juegos de ordenador.
Posiblemente, que estos libros traten libremente el consumo de estupefacientes, tráfico de personas y otros temas oscuros, junto con la ambientación poco convencional, los han postergado al olvido, pero se trata de una lectura muy amena, con toques de novela negra de los años 30.
Las referencias tecnológicas focalizadas en los implantes craneales para evadirse de la dura realidad nos muestras por un lado, el fin prosaico de conocimientos útiles o de recrear un personaje famoso, pero también implica la creación de dispositivos piratas con personalidades para satisfacer bajos instintos como asesinos en serie o usos morbosos.
El Budayen se nos describe como un barrio a medio camino del desierto y del cementerio. Una zona peligrosa donde proliferan los negocios turbios, bares de alterne, cambios radicales de sexo, alcohol, drogas de diseño y tecnología hard.
En este sórdido ambiente se desarrolla la trama, trasladándonos a un futuro alejado de los tópicos convencionales del género cyberpunk, al centrarlo en la civilización musulmana con el choque entre la tradición y tecnología. Las naciones han caído y se han alzado otras nuevas, la mezcla de caos político mundial y tecnología evasora de la realidad, constituyen el plato fuerte de esta trilogía.
El autor recrea, no sólo los arquetipos habituales del ciberpunk, si no que se adentra en la novela negra con un personaje, Mârid Audran a medio camino entre detective y superviviente.
La narración en primera persona, las continuos colocones de alcohol y drogas del protagonista. (Nota: Por momentos parece hacer apología del consumo de estupefacientes) y su relación con todo tipo de personajes sórdidos del submundo como prostitutas, traficantes y bailarinas de club, constituyen elementos más reconocibles del género negro.
CUANDO FALLA LA GRAVEDAD
Esta primera novela se centra en describirnos el Budayen y todo su submundo y presentarnos a Mârid, el detective protagonista que trata de sobrevivir, sin involucrarse, en un mundo dominado por los implantes cerebrales. Existen de 2 tipos: los daddies orientados a adquirir un conocimiento momentáneo como idiomas o habilidades, y los moddies que son modificadores de la personalidad, convirtiendo al sujeto en un personaje cinematográfico o un asesino en serie. Estos implantes circulan por los circuitos legales (caros y poco accesibles), o del mercado negro (baratos, muy arriesgados de utilizar y con contenido nada convencional).
Mârid utiliza daddies, pero aborrece los moddies por lo que significa de cambio de personalidad, aunque lo sustituye por una gran variedad de drogas sintéticas.
Un cliente de Mârid es asesinado en su presencia por un sujeto conectado a un moddy de James Bond. Con esto se inicia una serie de macabros asesinatos conectados al tráfico ilegal de implantes cerebrales, y complicadas ramificaciones políticas.
Cuando, a su pesar, se cruza en el camino del “capo” del Budayen, Friedlander Bey, toda la presunta independencia de Mârid desaparece, convirtiéndose en una marioneta más dentro del juego.
UN FUEGO EN EL SOL
Continuamos con Mârid asentado como “trabajador” dentro del entramado mafioso del Budayen. Sus amigos le han dado la espalda al considerarlo un vendido y Bey tampoco ayuda al enchufarlo en el corrupto departamento policial.
En esta novela asistimos a la evolución de Mârid, mantiene el perfil detectivesco pero las reticencias de Mârid por los moddies van desapareciendo, optando por usarlos para adoptar la personalidad deseada. Esto le sirve para ir dejando las drogas y modificar sus hábitos a la tradición musulmana “aconsejado” por Bey.
Mârid se sabe atrapado en esta red mafiosa de mentiras, trapicheos a pequeña y gran escala pero prefiere adaptarse y tomarlo como viene.
Su amistad con un policía íntegro sirve de contrapunto a las luchas entre Bey y otra facción mafiosa liderada por un fanático religioso. En este punto se da cuenta de las ramificaciones que implica su lealtad. Bey y su rival no sólo se dedican al tráfico local, son asesores y conseguidores de multitud de gobiernos más o menos legítimos.
EL BESO DEL EXILIO
Esta novela se pueden considerar dividida en 2 partes. En la primera asistimos a la lucha por sobrevivir de Mârid y Bey en el desierto donde han sido abandonados tras ser secuestrados. La novela se centra en la vida en el desierto, las tribus de beduinos con sus ritos, honor mancillado y un crimen por resolver. Conseguimos abstraernos del desarrollo anterior de los libros, con una narración atemporal que nos podría ubicar perfectamente en cualquier época pasada.
Tras esta primera parte, la narración vuelve al cauce habitual del Budayen, con los protagonistas dispuestos a tomarse cumplida venganza por lo sufrido. La muerte del imán de la ciudad, la revelación del pasado familiar de Mârid , su ascenso en el escalafón del mundo del hampa y los “arreglos” de Bey permiten adelantar en la trama e ir cerrando círculos pero no de manera satisfactoria.
Esta novela puede que sea la que más se aleja del género ciberpunk al focalizarse en una novela policíaca pura y dura donde las tecnologías mostradas en las anteriores novelas casi brillan por su ausencia. El autor parece con ganas de acabarlo todo pero deja muchas cosas en el aire.
CONCLUSIÓN
Una buena trilogía de CF rápida de leer y con el aliciente de una ambientación nada convencional. Las andanzas del protagonista y su evolución durante las novelas es otro de los puntos a tener en cuenta. Ni es el héroe ni pretende serlo, más bien al contrario, trata siempre de escurrir el bulto o no es capaz de ver cosas obvias para el lector hasta que se da de bruces con el problema.
La trama cyberpunk está también muy bien llevada sin caer en un abuso de gadgets o una tecnología en exceso futurista.
La descripción del Budayen y su “Calle”, donde están localizados los antros, nos retrotrae al mejor cine y novela negra, con personajes totalmente hastiados de su vida y que buscan una evasión de esa realidad.