Trilogía Nikopol. La joya del cómic europeo de Enki Bilal
Es difícil entender el cómic europeo de finales del siglo XX sin hablar de la llamada Trilogía Nikopol del balcánico Enki Bilal.
Una obra que presentaba un enfoque vanguardista y adulto con elementos de ciencia ficción en una Europa post-apocalíptica pero que muestra puntos de vista y situaciones no tan alejadas de ciertas realidades contemporáneas.
LA GÉNESIS
La trilogía Nikopol está compuesta por tres álbumes separados bastantes años en su publicación. De hecho, entre el primero, La Feria de los Inmortales, y el último, Frío Ecuador, pasaron 13 años. Un tiempo que Bilal utiliza para presentar ideas y situaciones sobre un futuro bajo su punto de vista, en el que la decadencia como sociedad a todos los niveles y el cambio climático, han moldeado a la humanidad.
Estamos hablando de una época donde el ecologismo o la percepción de los estragos del clima apenas eran comentados y no se vislumbraba como problemas de primer orden.
En este aspecto, Nikopol se puede considerar todo un adelantado a su tiempo.
INTRODUCCIÓN
El primer álbum se editó en 1980 y llegó a mis manos como préstamo de un familiar. A mis 11 años supuso un impacto, acostumbrado a los cómic más bien edulcorados y donde primaban las viñetas coloridas, las historias ligeras y el humor. Aquí nos encontramos un ambiente gris y decadente en una ciudad llena de basura y escombros, con unos habitantes sin apenas motivación para vivir y una clase dirigente que no se preocupa lo más mínimo por sus coetáneos. Debo decir que me lo leí varias veces antes de devolverlo y cuando pude, me lo compré junto a los restantes dos álbumes que cerraban el ciclo.
¿QUÉ OFRECE LA TRILOGÍA NIKOPOL?
Básicamente estamos hablando de una historia de ciencia ficción, que aunque su trama se desarrolla durante los tres álbumes, cada uno de ellos tiene una vida e identidad propia, centrándose en una ciudad y un personaje como protagonista.
Lo que le dá un toque distinto es el añadido de una alienígenas con cuerpo de dioses egipcios. Este añadido que en un primer momento no casa con la historia distópica y post-apocaliptica que aparece al principio, es un elemento perfectamente medido para dotar de trasfondo, sobre todo en el primer álbum, acerca de las ansias de poder de un un gobierno tiránico.
En el siguiente álbum, todo el aparataje político desaparece para centrarnos en la personalidad de un nuevo personaje , sus amargos amoríos y, de nuevo, centrar la acción en dos ciudades en este caso: Londres y Berlín, tan distintas y tan parecidas al París del primer álbum, dejando a los protagonistas anteriores como secundarios y acompañantes de lujo.
El último álbum vuelve a utilizar un protagonista diferente, pero siempre dentro del núcleo de personajes que hemos degustado. En este caso, Bilal vuelve a poner en primer plano la ambición tanto política como depredadora del primer mundo con la riqueza natural de África, aprovechando para hacer hincapié en un mensaje ecológico de primer nivel.
LOS TRES ÁLBUMES DE LA TRILOGÍA NIKOPOL
Como decía antes, aún contando una idea a través de estos álbumes, cada uno puede leerse por separado y apreciarlo como una entidad única, siendo posible ver rasgos totalmente diferenciados aunque veamos a un grupo escaso de 3 o 4 personajes deambular por toda la historia.
LA FERIA DE LOS INMORTALES
Ambientada en una distópica y decadente ciudad de París del año 2023, su protagonismo recae sobre Alcide Nikopol, un preso condenado a varios años de criogenización en órbita y que desciende sobre una ciudad muy diferente de aquella que abandonó.
Principalmente, la ciudad está gobernada por un régimen fascista aunque con una pátina de democracia que le da tanto las élites militares como un culto religioso cuya liturgía hace más por manipular que por convencer.
Para acabar de embrollar todo, resulta que sobre la ciudad, orbita una nave espacial de forma piramidal (muy parecidas a la de los Goal’uds de Stargate), con unos alienígenas de rasgos iguales a los de los dioses egipcios que están negociando con el corrupto líder, petróleo para sus naves (ahí es nada), a cambio de la posible inmortalidad para el dictador.
Pero entre los mismos alienígenas también hay disidentes, en este caso uno con la forma de Horus que parece tener su propia agenda para boicotear a los suyos así como derrocar al tirano humano que gobierna la ciudad, y que encuentra en Nikopol su arma perfecta.
A partir de aquí veremos los intentos de Horus por convencer a Nikopol de las bondades de su propia revolución, llegando a entrar en su cuerpo para cumplir tal fin, y a una serie de subtramas realmente alucinantes como un encuentro de hockey hielo en versión salvaje contra un combinado eslovaco de fanáticos comunistas o la presencia de mujeres cautivas como vientres de alquiler.
LA MUJER TRAMPA
El segundo álbum se sitúa dos años después del primero en la ciudad de Londres y contando la vida de una periodista cuyo informante y amante muere en un atentado cuando pretendía darle una exclusiva. Esta muerte la sume en una depresión de la que intenta salir con pastillas hasta que otro periodista le consigue trabajo en Berlín.
Este rasgo autodestructivo de la protagonista casa perfectamente con el ambiente decadente que muestra Bilal. Aquí, Nikopol y Horus pasan a ser meros secundarios.
Uno de los aspectos más fascinantes de esta historia es la ocupación de Jill Bioskop, la periodista protagonista. Su trabajo no consiste sólo en contar la actualidad, que aparece reflejada en el cómic como textos reflexivos, si no que los está mandando a un pasado 1993 (para la historia general, pero un futuro para Bilal al narrar toda la historia).
La Mujer Trampa es el álbum más reflexivo e intimista de los tres. Si en La Feria de los Inmortales, la política tenía un peso fundamental, aquí lo tiene la manipulación por parte de los medios de comunicación, un detalle que Bilal enfatiza al insertar páginas de periódicos en las viñetas que cuentan una situación mostrada unas páginas atrás desde un punto totalmente diferente del real, enfatizando que esa verdad será tal y como la venda un medio de comunicación sea del signo que sea.
FRIO ECUADOR
Para mi gusto es el menos redondo de los tres. Aquí el protagonista es el hijo de Nikopol, que ya apareció al final del primer álbum, teniendo en cuenta que nació mientras su padre sufría la condena por criogenización, llega a tener la misma edad y aspecto físico.
Parte en busca de su padre y vuelve a aparecer Jill que al final del anterior álbum tuvo un romance con Nikopol mientras huían junto con Horus.
Los medios no creen que el protagonista sea hijo de Nikopol y sí su hermano gemelo, cosa que acepta para que le dejen en paz. Su recorrido por una África muy cambiada, con corporaciones campando a sus anchas y trenes repletos de animales salvajes como pasajeros.
También conocerá a Yelena, una mujer fascinante con la que continuará su periplo africano.
Mientras, asistimos a los últimos coletazos de los dioses egipcios y a la subida al poder de nuevo del fascismo en París. Finalmente padre e hijo se encontrarán en Ecuador City, donde el padre ejerce de jugador de chess-boxing, una más que curiosa mezcla de disciplinas y se van cerrando las diferentes subtramas de los personajes principales.
Frio Ecuador también deja lugar para las escenas increibles, como que el protagonista lleve un traje de piel de jirafa o el tren llevé animales salvajes como pasajeros a excepción de Yelena.
HISTORIA Y APARTADO VISUAL
Enki Bilal se encargó tanto del guión como de los dibujos, y ese trazo sucio para enfatizar la atmósfera decadente de todas las ciudades y los personajes principales, está más que conseguido.
Además, consigue separar hábilmente mediante el uso de los colores, las diferentes situaciones, un tono gris, monocolor y algo luminoso para París, unos tonos oscuros para la deprimente historia de Jill, y un trazo más definido y lleno de color para mostrar la calidez africana aunque esté totalmente decrépita.
Los 13 años de diferencia entre el primer y último álbum, también sirven para mostrarnos la evolución de Bilal. Si en el primero hacía hincapié en los decorados muy en la línea de publicaciones de la época y descuidaba hasta cierto punto la caracterización de los personajes, en los siguientes álbumes y sobre todo en el tercero, el énfasis en mostrar las emociones a través de los rostros de los personajes, suponen un salto cualitativo en el resultado gráfico.
CRÍTICA
La trilogía Nikopol no es fácil de leer y precisa un par de relecturas para apreciar todos los detalles que Bilal trató de mostrar en un cuadro genérico que tocaba temas que 30 años más tarde son bastante actuales.
Si le quitamos la corteza de ciencia ficción, fantasía por momentos absurda y el futuro post-apocalítico tan en boga en los 80, nos podemos encontrar con un relato más actual de lo que parece. En este sentido, Nikopol no ha envejecido en absoluto.
Para avanzar en la historia, Bilal se apoya bastante, como decía, en portadas de periódicos que cuentan hechos que posiblemente fueran difícil trasladar a las viñetas, aparte, los diálogos entre Nikopol y Horus son bastante acertados y no pecan en ningún momento de pretenciosos para enredar la historia.
La trilogía Nikopol es una historia fantástica que merece leerse y disfrutarse, donde vamos a descubrir las inquietudes de un artista como Bilal que ofrece un relato adulto, intimista, reflexivo, con ciertos toques de humor y de absurdez pero con cierta pátina de verosimilitud.
Un relato que satiriza lo peor de la condición humana, el poder por el poder o la manipulación de la gente.
EPÍLOGO
Durante estos años, se han ido reeditando los tres álbumes con una cierta periodicidad, con los que es fácil adquirirlos. Hace tres años, Norma publicó un recopilatorio con los tres álbumes. Muy recomendable hacerse con esta joya del noveno arte y toda una referencia del mejor cómic europeo de finales del siglo XX.