12 naves icónicas de la Ciencia Ficción, I

La ciencia ficción nos ha mostrado multitud de naves espaciales en películas y series, todas ellas reconocibles y que asociamos rápidamente con la fuente de origen, los tripulantes o las vicisitudes que corren todos ellos. Ya sea desde  viajar dentro del sistema solar o una galaxia muy, muy lejana, transportando pasajeros no deseados o la última esperanza para la humanidad.

Vamos a ver y recordar 12 de estas icónicas naves.

Parte II

HALCÓN MILENARIO (La guerra de las galaxias, 1977)

Este carguero corelliano YT-3000 modificado con pinta de croissant es la primera nave icónica que nos viene a la mente. Presente en la destrucción de las 2 estrellas de la muerte, su propietario, el capitán Han Solo le ha realizado ciertas modificaciones para ser la mejor en sus negocios turbios. Estamos hablando de la nave que realizó la carrera Kessel el menos de 12 parasegundos (o parsecs) aunque a esta altura ya todos sabemos la pifia de confundir una medida de distancia (el parsec) con la velocidad.

Algo,tendría cuando dos de los protagonistas la han tildado de montón de chatarra, eso sí, sin subirse a ella y antes de tener que enfrentarse a una escuadrilla de cazas TIE.

Curioso también el tema de la gravedad artificial dentro de la nave generada ¿por?, puedes pasear sin necesidad de atarte, ponerte un casco que te ciega la visión, realizar piruetas soportando una fuerza g que convertiría a cualquier ocupante en papilla sanguiñolenta, pero eso sí, tiene el mejor juego de mesa 3D para matar el rato y lo más importante, aplica fielmente el primer dogma del aparato eléctrico/electrónico estropeado: dale primero un golpe a ver si funciona, si no, a reparar.

USCSS NOSTROMO (Alien, el octavo pasajero 1979)

Carguero espacial de la compañía Weyland-Yutani con sus 7 tripulantes humanos y el gato Jonesy. Externamente es más un camión espacial arrastrando una refinería que una nave al uso. Todo hubiera ido como la seda si el p…o ordenador de la nave no hubiera despertado a la tripulación para contestar una llamada de socorro del Planeta LV 426 (PD. Importante dato a tener en cuenta en otra película posterior) y tener que cargar con un polizonte bastante perturbador. Su interior oscuro, sucio, lleno de conductos y tuberías es el hábitat perfecto para que el famoso bichito de doble boca y sangre corrosiva campe a sus anchas. Bautismo de fuego para la teniente Ripley en su nueva tarea de azote de los xenomorfos

ENTERPRISE NCC-1701 (Star Trek TOS, 1966)

Vamos con un icono, el crucero de batalla clase Constitution de la la federación de planetas unidos de la serie original Star Trek. Una nave cientifica enviada a explorar nuevos mundos, nuevas civilizaciones y llegar donde ningún hombre ha llegado antes. Con una tripulación rompedora para la época con un navegante de origen ruso y una ingeniera de comunicaciones de raza negra, la idea multicultural y multirracial fue totalmente precursora. La inclusión de Spock y su lógica, era el principal aliciente. Una nave donde la zona más peligrosa era el puente; igual saltabas por los aires, que te daba un cortocircuito. Mucho escudo y tal pero desde luego no ganaban para fusibles, al menor conflicto todo eran chispas. Muchos incorporamos a nuestro vocabulario la velocidad de curvatura o factor wrap, dependiendo de la traducción.

USSC DISCOVERY ONE (2001: Una odisea del espacio, 1969)

Nave enviada en busca de una curiosa transmisión procedente de Jupiter. A bordo, varios astronautas en hibernación y otros dos, Bowman y Poole despiertos para supervisar al ordenador de a bordo, un orgulloso HAL 9000 que se plantea una disyuntiva sobre el propósito de la misión.

Impagable la pista de running aprovechando la gravedad interior y sus puestos de mando alrededor del núcleo central. El espacio vital estaba contenido en la esfera frontal, una sección central alargada y sus motores. Un ejemplo de nave funcional alejada de los típicos cohetes aparecidos hasta entonces. Destacables también sus cápsulas de salvamento con esos brazos robóticos que igual ayudaban a reparar una antena que a recuperar cosas en el espacio.

SERENITY (Serenity/Firefly, 2005)

Nave de carga ligera tipo 03-K64 FIREFLY. Comandada por el capitán Malcolm Reynolds al cargo de una tripulación cuya mayoría esconde alguna que otra cuenta con la justicia. De hecho, las actividades de la SERENITY,en la mayoría de los casos, rebasan la legalidad y entrarían en terreno farragoso. Su bodega de carga es uno de los espacios más recurrentes, ya sea para recoger ganado, expulsar visitantes indeseables o liarse a tiros. El comedor o zona común también es destacable. El pasillo central con los camarotes en un nivel inferior ,esa cabina llena de muñequitos para el solaz del hábil piloto Wash y la sala de máquinas, reino absoluto de la frikkie de los motores Kylee. Lógicamente, debido a su actividad, siempre hay problemas de suministros y muchos sistemas están cogidos con pinzas. Dispone de 2 naves de salvamento, una de ellas alquilada en exclusiva a Inara para su negocio legal de acompañante.

VALLEY FORGE, Naves Misteriosas, 1972

La Tierra ha perdido toda su flora y la única esperanza son 3 naves que albergan en sus cúpulas los últimos restos de plantas con la esperanza de repoblar el planeta. Su estilizada forma incorpora varias cúpulas conteniendo un ecosistema propio de plantas y pequeños animales. Uno de los astronautas se encarga del mantenimiento, en contraposición a sus 3 compañeros que prefieren pasar el rato haciendo carreras entre las cúpulas y las bodegas de carga. La orden de cancelar la misión y destruir las cúpulas precipitará los acontecimientos. Impagables los robots ayudantes diseñados por Douglas Trumbull que, posteriormente colaboró con George Lucas en el diseño de R2D2, así como la música de Joan Baez, un canto al ecologismo en una época donde ni se había planteado un futuro de este tipo.

EVENT HORIZON (Horizonte final, 1997)

Posiblemente la nave más aterradora de todas. Desaparecida durante un salto espacial y reaparecida misteriosamente transcurridos unos años, sin tripulación, con un montón de interrogantes y una presencia maligna a bordo al mejor estilo de casa encantada. Un verdadero laberinto de estancias oscuras, bodegas abandonadas, pasillos con caprichosos juegos de luces y todo un infierno (en el sentido real y figurado) para la tripulación que la aborda. Una frase en latín, “Liberate me ex in feris”, será totalmente premonitoria.

AVE DE PRESA CLASE B’REL (Star Trek III, en busca de Spock, 1984)

Por su estética externa, esta nave de combate klingon es una de mis favoritas. Sus formas estilizadas (aunque poco prácticas en el mundo real), muestran una nave elegante a la hora de navegar, y atacar a sus enemigos. Las alas son capaces de adoptar diferentes configuraciones: ataque, vuelo e incluso aterrizaje en planetas. Dotada de un campo de ocultación, le permite aparecer y desaparecer abruptamente. Cierto que las pocas imágenes que hemos visto de su puente, hacen poco amigable su vista, con un espacio abarrotado, poco cómodo y con luces rojas de alerta encendidas constantemente. Otra característica notable, y de la que se aprovechó la tripulación original del Star Trek cuando se la agenció, es viajar al pasado órbitando el sol a gran velocidad como demostraron en la, por momentos olvidable, Star Trek IV: Misión: salvar la Tierra.

PROMETHEUS (Prometheus, 2012)

Nave, en teoría, del universo Alien, perteneciente a la compañía Weyland. Su misión, explorar una ubicación en el espacio que aparece repetida en diversas civilizaciones antiguas de la Tierra y que puede llevar a descubrir el origen de la vida humana. Una maravilla de nave con un sistema de criogenización para la tripulación, una nave adosada para el disfrute de la hija de Weyland, Meredith (tiene hasta piano de cola), y una de las mejores cabinas, con paneles acristalados para una visión total durante el aterrizaje. Durante el vuelo, el androide David disfruta hasta de partidos de baloncesto montado en una bicicleta (que ya me dirás para que se llevan una bicicleta al espacio). La ámplia bodega también permite cargar vehículos terrestres de exploración.

RED DWARF (Enano rojo,1988)

Nombre mal traducido ya que como en inglés el género es neutro, en realidad hace referencia a enana roja (un tipo de estrella). Esta locura de nave minera que hace la ruta entre Júpiter y la Tierra, queda varada 3 millones de años en el espacio por un accidente. En su interior sólo queda un tripulante que despierta de un prolongado sueño (el último humano vivo), el puñetero holograma de su compañero y la evolución a homínido de un gato. La nave está pintada en color rojo (de ahí su nombre), y dispone de multitud de cubiertas, de hecho, en los ascensores ponen películas para pasar el rato entre desplazamientos. De forma rechoncha y con gran cantidad de antenas, sus motores no dan síntomas de agotamiento tras tantos años vagando por las estrellas.

MCRN ROCINANTE (The Expanse, 2015)

Corbeta de ataque ligera perteneciente a la armada marciana. Originalmente llamada Tachi y estacionada dentro del crucero espacial DONNAGER. Es nave les permite a los supervivivientes de la nave CANTERBURY, huir del ataque de unos enemigos desconocidos y tratar de aclarar qué ocurre con el tremendo lío político montado en el sistema solar. Una de las naves más reales en cuanto a maniobrabilidad, efectos de la gravedad en sus tripulantes y deterioro. Dispone de una ámplia cabina donde se alojan los tripulantes a excepción del piloto que lo hace en una plataforma superior. Pese a ser una nave militar, dispone de múltiples comodidades en sus cabinas y zona común.

USS PLANET EXPRESS (Futurama 1999)

Por supuesto no podemos dejar apartada a una de las naves más molonas del universo. Su motor alimentado por boñigas de materia oscura le permite viajar sin moverse al curvar el espacio en torno a ella (parecido a los cruceros de la Cofradía en Dune). Fabricada por el genio loco del profesor Hubert Farnsworth, su tripulación la utiliza para reparto de paquetería y viajar a los lugares más dispares y bizarros. Dispone de una de las IA más avanzadas y capaces de aguantarle de tú tú una competición de martinis a Bender. Su diseño clásico de cohete espacial al uso, su resistencia a las condiciones más adversas, o su imposible gravedad interna que permite a todo el mundo deambular sin problemas por el interior, constituyen un sello inconfundible.