DEVS, de Alex Garland. Determinismo o libre albedrío
DEVS es la última propuesta de Alex Garland, un director capaz de ofrecer una historia de ciencia ficción con un inquietante mensaje como fue Ex-Machina, y adaptar con un éxito reducido Aniquilación, la oscura y compleja primera novela de la trilogía de Jeff VanderMeer.
En el caso de DEVS, nos encontramos con una serie con final cerrado en una única temporada. 8 episodios que mantienen un ritmo lento, pausado pero que de ninguna manera dejan indiferente al espectador.
Una trama que nos hace pensar en una dirección y que pronto abre un abanico de posibilidades que la propia serie se encarga de ampliar y, como ocurría en Ex-Machina, nos plantea muchas preguntas y reflexiones.
DEVS COMO BLOQUES INDEPENDIENTES
Lo que primero nos muestra DEVS, es a Sergei, un joven programador que trabaja para una gran empresa tecnológica dentro de la división de inteligencia artificial. Dicha empresa se llama Amaya, en honor a la hija pequeña de su excéntrico e inaccesible dueño, Forest. De hecho, una gran estatua de gigantesco tamaño de la propia hija preside los jardines de las instalaciones, dando un toque algo perturbador.
Gracias a sus investigaciones con la computación cuántica, Sergei es promocionado para el departamento más secreto y ansiado dentro de Amaya, DEVS, una sección opaca y donde el acceso es muy restringido y cuya función y propósito es totalmente desconocido.
En Amaya trabaja también Lily, la novia de Sergei, que es una brillante ingeniera informática y que recibe con alegría el ascenso de su novio.
El primer día en su nuevo puesto, Sergei es acompañado por el propio Forest a las instalaciones de DEVS, situadas en un cubo donde, frente a un ordenador, se le pide que se familiarice con el código de programación con que se está trabajando.
Al descubrir lo que se está cociendo en DEVS, sufre un shock que no le impide realizar la secreta labor para lo que se ha infiltrado en Amaya: espionaje industrial.
Conmocionado por los datos adquiridos, huye de las instalaciones, siendo interceptado por Forest que le dice que todo está escrito y que su traición era sabida, conocida y nada puede cambiar ese hecho.
Sergei es inmediatamente asesinado por los servicios de seguridad de Amaya mientras se teje a su alrededor una historia creíble para un supuesto suicidio.
DEVS CAMBIA EL RUMBO
Con este primer cliffhanger, DEVS nos deja con al sensación, algo intuida, de que en DEVS se trabaja con algo de un nivel tan intrigante que la jefatura no duda en acabar con la vida de los díscolos. En este punto hemos asistido una historia varias veces repetida de espionaje industrial y sus consecuencias cuando el espiado es una gran empresa tecnológica, pero Garland nos deja los suficientes hilos sueltos pasarás que nos agarremos a ellos y tratar de desenredarlos en el futuro.
LILY ENTRA EN ACCIÓN
Cuando al día siguiente Sergei no aparece, Lily pregunta al personal de Amaya hasta que Kenton, el jefe de seguridad le da la terrible noticia de que se ha encontrado su cuerpo y todo apunta (Video de seguridad incluido), de que sergei se suicidó prendiéndose fuego.
Lily se niega a admitirlo, y aunque el propio Forest trata de calmarla y obligarla a pasar página, se interna en una investigación ayudado por su antiguo novio, descubriendo que el suicidio de Sergei es na manipulación y que Amaya y DEVS esconden un secreto mayor.
EN EL INTERIOR DE DEVS
En paralelo vamos a comenzar a entender que se cuece en las instalaciones de DEVS, donde hay un grupo de brillantes informáticos que parecer trabajar con un ordenador cuántico de gran capacidad y complejidad pero con un añadido que se nos va a ir dosificando gradualmente con el paso de los capítulos, permitiéndonos conocer de primera mano las motivaciones de los que trabajan dentro de DEVS y de que manera se implican, no sólo emocionalmente, con sus investigaciones.
EL AVANCE PAUSADO DE DEVS
Como decía anteriormente, DEVS es una serie con ritmo lento y pausado pero no exento de sustancia ni giros inesperados que van añadiendo capas y más capas de información según avanzamos, forzándonos como espectadores a elucubrar el sentido de los que vamos sabiendo e intuyendo.
De esta forma, vamos a acompañar a Lily con sus pesquisas para descubrir que esconde Forest, que asiste, curiosamente, como espectador de estas pesquisas pero que no parece importarle lo más mínimo, al contrario de su frio jefe de seguridad que se toma su trabajo casi como algo personal.
Podría parecer que el propio Forest alienta a Lily a seguir investigando y ahondando en los secretos de DEVS y, aunque esto nos choca en un principio, tiene una lógica motivación cuando todas las piezas empiezan a encajar en su sitio.
A partir de este punto es difícil avanzar en DEVS sin destriparla, por lo que los spoilers a partir de este punto van a estar muy presentes.
FOREST Y EL DETERMINISMO
Forest ha construido Amaya y DEVS bajo la premisa del determinismo y lo repite como un mantra durante toda la serie y sus acciones e interacciones con Lily llevan a ello. Para Forest todo está escrito, todo efecto es el resultado de una causa anterior y la vida se desliza sobre unos carriles prefijados que impiden cualquier desviación.
Y aquí es donde entre en acción el primero de los objetivos de la investigación de DEVS: La programación cuántica que permite saber de manera anticipada como se va a desarrollar el futuro a partir de las premisas del presente ya que ese futuro es predecible, “solo” es preciso un nivel alto de computación para llegar a él.
Así, Forest es consciente de la traición de Sergei antes de contratarlo, es consciente de los avances de Lily, ya que sabe que, aunque trate de impedirlo, el futuro está marcado y escrito, por lo que cualquier intento de evitarlo está condenado al fracaso. Es por eso que Kenton, el frio y salvaje jefe de seguridad, no entiende el aparente pasotismo de Forest ante el peligro que representa Lily.
VER NO SÓLO EL FUTURO, SI NO EL PASADO
La investigación en DEVS genera un efecto adicional, la posibilidad de ver sucesos del pasado con la que los investigadores de DEVS se recrean. Por ejemplo verán una escena de la crucifixión de Jesucristo aunque con alto nivel de distorsión aún no corregido. Aunque Forest parece echar mano de esas visiones pasadas para volver a ver a Amaya, su hija y comprender que le pasó.
En ese momento, tenemos claro que la niña murió y Forest pasa largas horas viendo a la niña en su cuarto de juegos, pero cuando descubrimos como murió, todo adquiere una enorme dimensión.
En una secuencia, vemos como la niña y su madre mueren en un accidente de tráfico al responder su mujer una llamada del propio Forest. La único que mantiene firme a Forest es su pensamiento determinista y que el final de ambas estaba marcado hiciera lo que hiciera, aunque no hubiera cogido el teléfono , hubiera chocado en el cruce.
PERO EN DEVS APARECEN LOS UNIVERSOS PARALELOS
Todo el entramado de Forest se viene abajo cuando uno de los brillantes investigadores de DEVS consigue introducir el libre albedrio en la ecuación, aumentando la nitidez de las imágenes obtenidas, esas imágenes son la misma historia, pero un un matiz que las hace diferente de la imagen real.
En ese momento, Forest descubre que el universo puede que no sea determinista, que existe el libre albedrío y que la muerte de su mujer e hija pudo haber sido evitada o, llevado al caso más extremo, existe un universo o una realidad, donde el accidente se pudo evitar, donde su innacción podría haber salvado la vida de ambas y demostrar que nuestra vida no está escrita antes incluso de nacer, que nuestras acciones determinan su curso.
Forest rechaza de plano que su familia está viva en una realidad diferente de la que él está viviendo y que está torturándose por ello.
DEVS Y SU SEGUNDO Y PRINCIPAL PROPÓSITO
El conocimiento por parte de Forest de como se va a desarrollar el futuro, le lleva a la certidumbre de que Lily va a matarlo de un disparo y todo parece desarrollarse de esa manera, hasta que Lily toma una decisión inesperada y suelta la pistola, demostrándole a Forest que existen varias realidades y que es imposible predecir todas las variables.
Aunque en un nuevo giro entre determinismo y libre albedrío, finalmente cae el ascensor donde se encuentran tanto Forest como Lily, y mueren.
Ambos despiertan en una realidad alternativa, una realidad donde Forest se reencuentra con su mujer e hija, donde Sergei está vivo y donde Lily ha vuelto con su anterior novio.
Finalmente, el ordenador cuántico ha creado uno de las realidades posibles, una realidad buscada por el propio Forest donde pueda disfrutar de su familia y donde el propio proyecto DEVS no exista. Katie ha transferido sus conciencias a una realidad alternativa donde sólo Forest y Lily son conscientes de que viven una simulación.
DETERMINISMO Vs LIBRE ALBEDRÍO
Al final, DEVS es todo una historia que nos hace oscilar sobre estos dos conceptos antagónicos entre si. Por un lado, el determinismo, aceptado por Forest como una forma de no sentirse culpable del accidente de su mujer e hija.
Para Forest el destino de ambas estaba escrito y nada que hubiera intentado cambiaría esto. Es su consuelo y ha desarrollado todo el entramado empresarial y de investigación bajo esta premisa.
Es por ello, que cuando uno de sus investigadores demuestra la existencia de universos alternativos que se van formando según vamos realizando opciones y bifurcando las posibilidades, llega al conocimiento de que existe realidades donde él es feliz junto a su familia.
UN FINAL CALCULADO?
Este final está abierto a interpretaciones. Por un lado parece que sólo Katie, la brillante ingeniera y amante que trabaja junto a Forest, es conocedora del propósito final de DEVS. Aunque, ¿Cuál es en realidad?
Forest le muestra a Lily como se va a desarrollar el futuro más cercano, Lily disparará a Forest y el ascensor caerá matando a ambos, pero Lily opta por el libre albedrío tirando la pistola, aunque el “destino” por decirlo de una manera fácil, hace que otro de los trabajadores despeñe el ascensor causando la muerte de los dos.
También sabemos que significa DEVS. No tiene nada que ver con «Desarrollo», (development en inglés), si no en utilizar la “V” como “U”, componiendo la palabra DEUS, un acrónimo más acorde con el propósito que Forest quiere darle al ordenador cuántico.
El ordenador cuántico es capaz de procesar una gran cantidad de datos y recrear una realidad creíble para quien se encuentre en su interior. Entonces ¿es ese el propósito final de DEVS? ¿Tenía claro Forest que existían universos infinitos y sólo aspiraba a abandonar esta realidad y sumergirse en una de su libre elección y más deseada?
Si es así ¿por qué ese empecinamiento con el determinismo defendido a ultranza y el rechazo frontal ante cualquier avance en multiuniverso?
CRÍTICA
Alex Garland ha conseguido con DEVS una historia autocontenida y donde cada elemento tiene su función. Por un lado, la fotografía es soberbia, con unos interiores desangelados y casi asépticos como son el apartamento de Lily y las propias instalaciones de Amaya, pero con un interior brillante y a la vez opresivo en el búnker que alberga DEVS.
La música ayuda a redondear el ritmo pausado con temas tanto acústicos como vocales que ayudan a sumergirnos en las escenas.
En cuanto al nivel actoral, Garland recupera a Sonora Mizuno que ya aparecía en Ex-Machina como la asistente androide. Su papel y registro es bastante adecuado, ofreciendo un personaje vulnerable y lleno de dudas pero con una determinación fuerte para descubrir la verdad. Nick Offerman como Forest también realiza un gran papel mostrando a un gurú informático con multitud de demonios interiores.
Ambos sostienen la serie de manera brillante y se bastan para llevar la tarea a buen fin.
Como secundarios se puede destacar a Alison Pill como Katie, una actriz con un rol algo parecido al que se muestra en Picard aunque aquí está algo más desaprovechada, mostrando un personaje que se pasa casi toda la serie desangelada y con la mirada perdida al tener el conocimiento de todo lo que va a pasar.
También podemos destacar a Zach Grenier como Kenton el frio y por momentos sádico jefe de seguridad de la empresa Amaya que no entiende la dejadez de Forest ante el peligro que representas Lily.
EPÍLOGO
DEVS es, en definitiva, una serie muy entretenida y altamente recomendable, que nos va a hacer plantearnos constantemente el sentido de la vida, el aprovechamiento de oportunidad pasadas y que rumbo podría haber llevado nuestra vida de tomar tal o cual decisión.
La ventaja de DEVS es que todo la historia está contenida en una temporada, no es necesario estirar el chicle para mostrarnos giros que no son necesarios de ninguna forma.
Garland ha construido una historia intimista, con la dosis justa de acción y fiándolo todo a los giros inesperados. Vamos a tener también las dosis de intriga policíaca y thriller, con personajes que entran y salen en la vida de los personajes principales. Una historia dosificada al milímetro para mostrarnos un detalle y dejándonos con ganas de más, pero nunca nos va a engañar, nunca va a jugar con el espectador dándole esperanzas de un determinado rumbo para luego hacer trampas. Una vez vista, el conjunto adquiere una coherencia casi mágica.
