El Bosque Oscuro. Trilogía CF Cixin Liu (2)
El Bosque Oscuro, de Cixin Liu, es la segunda parte de una de las mejores series de CF que he tenido el gusto de disfrutar leyendo. Tras la sorprendente y rompedora primera parte, El Problema de los Tres Cuerpos (reseña aquí) llega esta segunda parte a continuar la historia desde un punto crítico para la humanidad y con un horizonte lleno de desesperanza.
SINOPSIS
Después de constatar que los Trisolarios se dirigen hacia la Tierra y que por culpa de los sofones desplegados, cualquier tipo de comunicación o avance tecnológico es imposible, la humanidad tiene 400 años para rendirse a la evidencia o trazar un plan de contingencia.
En este contexto, la ONU idea un plan desesperado: El proyecto Vallado, consistente en seleccionar 4 mentes privilegiadas que dotándola de recursos ilimitados, ideen la forma de detener la amenaza. Estas personas tendrán la idea en su mente (único elemento a salvo del escrutinio de los sofones) y sin mostrar su estrategia maestra, irán perfilando todos los elementos secundarios que lleven a la realización del plan.
Mientras tanto, la red de humanos colaboracionistas no ha desaparecido, y asigna un “desvallador” para tratar de hacer pública la estrategia de cada vallado y, consecuentemente, desmontar su plan.
La novela se estructura en 3 partes bien claras, y la primera de ellas se centra en la génesis del proyecto Vallado y la presentación de sus 4 miembros: Frederick Tyler, militar y político estadounidense, Manuel Rey Díaz, ex-presidente venezolano y gran estratega, Bill Hines, científico inglés y el más anacrónico de todos: Luo Ji, un astrónomo y sociólogo chino tan anónimo como sorpresivo.
Los tres primeros comienzan moviendo la maquinaria, solicitando ingentes recursos y trazando una especie de hoja de ruta. Por otro lado, el profesor chino, simplemente pide una casa-retiro en un país del norte de Europa y se dedica a disfrutar del lujo.
La segunda parte muestra el desenmascaramiento, uno a uno, de los geniales planes de cada Vallado por parte de su desvallador, lo que ocasiona que la ONU cancele el proyecto, no sin antes de que Luo Ji haga una jugada sorprendente y tan poco fundamentada para justificar su rol de Vallado.
En este caso, su desvallador le provoca una enfermedad que acelera su hibernación, método empleado para tratar de mandar a un futuro próximo a las personas más capaces que puedan enfrentarse a la amenaza Trisolaria.
En paralelo, asistimos a la creación de una armada espacial, donde Zhang Beihai, un militar chino, tendrá un papel preponderante en su planificación y un papel sorprendente y básico en la tercera parte del libro.
Para agravar la situación, unas sondas se han desprendido del la flota Trisolaria y acelerado hacia la Tierra, adelantando el encuentro en 200 años.
La tercera parte muestra el avance humano en esos 200 años coincidiendo con el despertar de Luo Ji. Tras una época oscura, La humanidad ha avanzado tecnológicamente hasta el límite creado por los sofones. Vive en una sociedad ideal de ciudades subterráneas y ha creado una potente flota espacial con la que espera detener a los Trisolarios.
El encuentro con la sonda Trisolaria se produce junto a la órbita de Júpiter y ocurre el desastre … ayudado por la peor estrategia de distribución de efectivos jamás vista. La sonda destruye toda la flota terrestre excepto la nave capitana (donde se ha rebelado Zhang Beihai) y 3 naves lanzadas en su persecución. Y otras dos más que huyen hacia el interior del sistema solar.
Esa pequeña flotilla llega a un entente donde se plantea que la única solución para la Humanidad es adentrarse en el espacio y convertir las naves en naves generacionales, donde una generación suceda a la otra hasta alcanzar un destino óptimo para la vida. Pero aún en este caso límite, la lógica y la ambición humana tienen su última palabra.
En la Tierra, la desesperanza y la resignación a la completa extinción, se apodera de la humanidad. Y es en ese momento, perdida toda esperanza, cuando la estrategia de Luo Ji triunfa.
Su plan había consistido en irradiar una señal hacia una estrella con un sistema de planetas que no podía albergar vida y que permitiera el oscurecimiento cíclico del brillo solar con la esperanza es que esa señal fuera captada por otra civilización que entendiera que en ese sistema se desarrollaba una civilización que podía constituir una amenaza.
La destrucción de la estrella, confirmaba a Luo Ji su éxito.
El siguiente paso era amenazar a los Trisolarios con explotar las bombas nucleares puestas en órbita alrededor del sol para enviar el mismo mensaje, ocasionando que esa civilización amenazante se fijara en el sistema solar y lo destruyera también.
El farol tiene éxito y la flota Trisolaria suspende el ataque a la Tierra.
Luo Ji ha salvado a la humanidad y los Trisolarios se acercan a la Tierra con una propuesta de paz y colaboración entre ambas razas.
CRÍTICA
El primer libro de esta trilogía Trisolaria me encantó por lo novedoso y arriesgado de la propuesta. La parte, posiblemente más débil fue el poco desarrollo de los personajes y el exceso de información científica, (algo apabullante en la parte final del libro con la creación de los sofones),
En este segundo libro, las virtudes del primero se acentúan, y la deficiencias se subsanan con una gran habilidad.
Por un lado, el cuidado de los personajes ha experimentado un salto cualitativo importante. Asistimos a toda la historia de los vallados y en especial de Luo Ji, a sus pensamientos y búsqueda de la mujer perfecta de sus sueños, a su retiro en una mansión donde no parece estar haciendo nada. Pero Cixin Liu no se centra sólo en Luo Ji, el desarrollo de Zhang Beihai, el militar, también es muy destacable, tanto su energía para el desarrollo de la armada espacial como las decisiones finales que debe tomar como comandante de la flotilla de huida.
Por un lado tenemos una trama brillante, rompedora y con un gran trasfondo. Toda la narración del proyecto Vallado, las ideas de cada uno de los vallados que ocultan su propósito final, constituyen un reto y un aliciente al lector. La no rendición de la Humanidad a pesar de movimientos internos como la idea de fabricar naves para huir de la Tierra, son elementos perfectamente factibles en esta situación límite y Cixin Liu los explora con todos sus pros y contras.
El papel de cada “desvallador” tratando de hacer pública la estrategia final y oculta de cada vallado, es también un gran acierto.
Pero donde el autor se corona, es, indudablemente, en la tercera parte del libro. Con una Humanidad avanzada tecnológicamente, con una flota numerosa y , teóricamente, mejor que la Trisolaria, la derrota completa nos hace dar un salto mental hacia los humanos que huyen del desastre, que entienden que la única solución contra la extinción de la raza humana es la huida, es sacrificar varias generaciones en el interior de las naves hasta alcanzar un sistema solar benigno. El agrio subidón que pueda resultar al leer estos pasajes, por lo que tiene de resolución y firmeza de carácter en busca de una nueva esperanza, Cixin Liu le da una nueva vuelta y aplica una lógica tan contundente como obvia: 4 naves no pueden realizar el viaje por separado con el consiguiente gasto de recursos, así pues, todos los capitanes toman la resolución de atacar al resto para disminuir los efectivos y hacer más viable el proyecto … Genial!!!
El golpe final de Luo Ji es otro de los elementos sorpresivos de la historia. Su plan ha consistido en “iluminar” como si fuera un faro, a una estrella solitaria para que civilizaciones más avanzadas al detectarla, lo consideren una amenaza y la destruyan sin prácticamente preocuparse. Luo Ji aplica la máxima de la humanidad cuando se ha encontrado con otros pueblos: Si tienen menor poder tecnológico los someto pero como vea que pueden ser un rival, directamente los destruyo.
Luo Ji coloca a los Trisolarios en la disyuntiva de ver a una humanidad desesperada, sin nada que perder, que prefiere auto-extinguirse y anunciar a la galaxia su ubicación, con la consiguiente destrucción y dejar a la Trisolarios sin hogar donde escapar desde su moribundo planeta.
Este giro, absolutamente brillante, podría parecer definitivo para la historia, pero abre un ámplio abanico de idea a explorar en el último libro , El Fin de la Muerte, de reciente aparición y que ya estoy devorando.
EPÍLOGO
Evidentemente, se le pueden poner varios peros. Posiblemente, el excesivo amor por el militarismo y la rectitud de Zhang Beihai parece algo artificial. Es un personaje demasiado “pulcro”, todo lo hace arreglo al honor y siempre tiene la razón.
Otro detalle es lo poco explicado que está la época oscura que precede al florecimiento tecnológico de la Humanidad, por los pocos antecedentes que cuenta, parece muy poco tiempo, apenas un centenar de años, para que la humanidad pase del nivel actual, a la pobreza de alimentos y recursos, con la casi total desforestación, a la creación de una sociedad avanzada tecnológicamente a unos niveles increibles.
En definitiva, una continuación con un punto sobresaliente de calidad por encima de su predecesora. Una novela donde los giros argumentales tienen toda la razón de ser, donde la originalidad en el tratamiento del problema al Primer Contacto, está tratado con una inteligencia y desarrollo tan sorprendente como creíble.
Ahora a terminar de leer el último libro y esperar un cierre espectacular a una de las mejores trilogias de CF actuales.