Supergirl: La Mujer del Mañana. Tom King y Bilquis Evely
Tom King con Supergirl: La Mujer del Mañana, nos ofrece, con su toque personal, una historia intimista y con muchas capas de lectura.
JAMES GUNN ELIGE SÁBIAMENTE
El anuncio de James Gunn sobre la próxima hornada de películas y series del universo DC consiguió opiniones encontradas. Algunos de los títulos, por ambiciosos, como es el caso de obras míticas como La Cosa del Pantano de Alan Moore o Authority de Warren Ellis, elevaron el hype sobre lo que puede ser el futuro de la franquicia en sus manos. Más polémica tiene el nuevo reboot de Superman y todo lo que envuelve la no presencia de Henry Cavill. Estas obras citadas, junto con la trayectoria de Gunn, me hacen tener esperanzas de un nuevo y mejor rumbo dentro de DC.
El resto de las novedades, me han llamado menos la atención, pero las seguiré con unas expectativas razonables. Dicho lo cual, el anuncio que más me gustó es la plasmación en acción real de este cómic, Supergirl: Woman of Tomorrow.
SUPERGIRL, ¿SUPERHEROÍNA SECUNDARIA?
El personaje de Supergirl nació con la rémora de vivir a la sombra de su famoso y poderoso primo Kal-el, aka Superman. Ni siquiera el haber nacido antes que él y enviada al espacio para cuidarle (aunque esas cosas de la dilatación temporal giren las tornas), ha conseguido auparla un escalón.
También, desde el primer momento, Kara Zor-el, siempre fue reflejada en los cómics como la adolescente de bondad inmensa, totalmente idealizada como otra “novia de América”. Un tratamiento que consiguió encasillarla, dejando poco margen para desarrollar su personaje.
TOM KING VUELVE A LAS ANDADAS
Si hay algo que caracteriza a Tom King, es el asumir el reto de coger un personaje de DC apartado de los focos principales (como el caso de Supergirl), darle una vuelta y un trasfondo que toque las hebras más finas de sus emociones, deconstruirlo y llevarlo a un nivel superior.
Ejemplos de este proceder hay muchos: Strange Aventures donde logra un espectacular y apabullante relato sobre Adam Strange, la recientemente terminada y maravillosa, Blanco Humano o la apabullante incursión en el noir de Gotham City: Año Uno.
Sin olvidar la triple voltereta temporal de Batman/Catwoman, magnifica en su concepción, aunque, es cierto, que en algunos momentos resulta lenta y confusa.
Off Topic: Ahora, llegado al primer tercio de una de sus últimas obras, Calle Peligro, me estoy reservando la opinión porque, después de un comienzo muy confuso, parece que comienzan a ocurrir cosas que se hilvanan.
SUPERGIRL: LA MUJER DEL MAÑANA. LA SAMARITANA ESPACIAL
Pues sí. Esta historia de Supergirl tiene lugar en el espacio. Y a lo largo de las 8 grapas que constituyen el relato, Tom King va a hacer viajar a la superheroína por multitud de mundos, y también, como no, a su propio interior y los fantasmas que aún aloja.
El punto de partida de Tom King para mostrarnos a Supergirl, no puede ser más chocante. Está celebrando su 21 cumpleaños, en un planeta bajo una estrella enana roja, que merma sus poderes, y bebiendo para exorcizar unos traumas que nunca le hubiéramos asignado y que, con el transcurso de la historia se nos van a rebelar.
VALOR DE LEY, REFERENCIA CINEMATOGRÁFICA
Si hay una similitud de este cómic en el mundo del cine, es Valor de Ley, el magnífico y crepuscular western interpretado por John Wayne (con posterior reboot años después).
Nos vamos a encontrar a Ruthye una niña de un atrasado planeta, a quien, un bandido mata y roba a su padre. La niña emprende la búsqueda de un mercenario que se haga cargo de perseguir al asesino y ella ajusticiarlo.
En su infructuosa búsqueda tropezará con una Supergirl en un estado depresivo y que acepta el encargo más para salir de cierta monotonía que como reparación de justica. Esta actitud cambiará tras el primer enfrentamiento con el villano.
A partir de aquí es una persecución contra reloj tras Krem, de las Colinas Amarillas, viajando de planeta en planeta. A veces con medios de transporte sacados de lo CF más underground, siempre un par de pasos por detrás y con aventuras propias en cada uno de los planetas que visitan.
UN ENFOQUE DISTINTO PARA SUPERGIRL
A pesar de lo que desprende del título, Kara Zor-El, no es la figura central en Supergirl: La Mujer del Mañana. Al menos, no en solitario. Comparte este papel con Ruthye, una niña que proviene de una familia sencilla de granjeros.
También, que la historia sea narrada desde el punto de vista de una Ruthye anciana, hace cargar de personaje de mucho más protagonismo.
Sus destinos se entrelazan cuando Krem envenena a Krypto, el querido perro de Kara, Así, Kara debe ayudar a Ruthye en la búsqueda del antídoto y por extensión de Krem. Esta colaboración improvisada evoluciona hacia un vínculo profundo a medida que atraviesan diferentes mundos, desentrañan una conspiración y aprenden más sobre sí mismas y la una de la otra.
King construye una narrativa aparentemente sencilla, encajando de manera impecable el estilo antes señalado de Valor de Ley, The Last of Us o Logan: un individuo solitario debe ayudar a regañadientes a un joven valiente en una búsqueda personal por motivos egoístas.
Lo que le falta a la trama de originalidad, King lo compensa abundantemente en matices. A través del personaje de Ruthye, Tom King explora la naturaleza cíclica y clásica de la violencia, ya que su búsqueda de venganza desencadena más derramamiento de sangre.
Además, presenta a Supergirl de una manera nunca vista. Es una encarnación solitaria y desencantada de Kara, cuyo poder apenas logra disimular el peso del mundo sobre sus hombros. Es una presentación del personaje perfectamente matizada, que la retrata como un alma perdida.
Queda atrás la Supergirl angelical vista en multitud de comics. La pizpireta niña rubia del DCU ha alcanzado la mayoría de edad y en su primera viñeta nos la encontramos completamente borracha en un tugurio planetario celebrando o maldiciendo su mayoría de edad.
Otro punto interesante es mostrarnos la vida de Kara en Krypton. El sufrimiento y sacrificios a los que se vio sometida, nos hacen entender todo lo que lleva el personaje detrás de su máscara de dulzura. Este punto es marca de la casa de Tom King.
ALGO MÁS QUE UN VIAJE EN POS DE LA VENGANZA
El tropo principal de este cómic es la búsqueda de Krem por parte de ambas protagonistas y cobrarse venganza por sus actos. Dicho así podría parecer un tema plano y repetitivo. Pero King aparte durante muchas páginas a Krem de la ecuación y se centra en aventuras puras y duras.
De esta forma vamos a navegar en un transporte interestelar entre sistemas rodeados de extraterrestres de aspectos muy variados y con ciertos toques humorísticos.
También visitarán un planeta donde vemos los efectos del poder de un sector dominante de la población sobre otro desfavorecido.
Cuando Krem vuelve a aparecer en el horizonte de las protagonistas, su rol ha variado e impulsa la historia a un mayor frenetismo.
Estos sucesivos cambios de ritmo y escenario enriquecen bastante la obra.
RUTHYE Y KREM
Ruthye, la niña en busca de venganza se nos retrata como una persona decidida. Alguien que no tiene reparos en censurar a Supergirl por su lentitud revestida de paciencia para localizar a Krem. También, a través de su relato en primera persona, irá entendiendo a Kara y, transmitiendo al lector esa visión.
Krem es un villano sin ningún remordimiento ni propósito de enmienda. Es malvado porque sí, actúa como tal e incluso es capaz de subir el listón de su maldad.
Este retrato de personaje puede ser bueno y malo. Por un lado, podemos encontrarnos un personaje poco trabajado, plano y que no deja resquicios a una asimilación de culpa, pero, por otro lado, es una actitud de alguien que, muy pronto, aceptamos que no va a cambiar, por lo que las ansias de venganza de Ruthye y Supergirl nunca se van a mitigar.
EL ARTE GRÁFICO DE SUPERGIRL: LA MUJER DEL MAÑANA
El grafismo y el color son fantásticos para dar el toque final a esta historia. Bilquis Evely, crea paisajes oníricos para definir cada uno de los planetas que visitan. Elementos de fauna y flora no tienen representación terrestre, con lo que los ambientes que crea acentúan el punto alienígena y de estar viviendo un sueño.
La caracterización de los personajes es magnífica. El semblante de Supergirl es más madura, con expresiones faciales más neutras e incluso duras. Pero cuando rememora su pasado, la artista nos muestra también la fragilidad y lo rota por dentro que está.
Los alienígenas y planetas recuerdan en muchos casos, el estilo de Moebius. Los detalles adicionales como naves espaciales, estaciones de tránsito o bares, están dotados de un ambiente diferente, o que acentúa la inmersión del lector en cada uno de los escenarios propuestos.
Los tonos amarillos, azules y naranjas tienen predominio en la obra, y dan cierta continuidad cromática a la obra.
CRÍTICA FINAL
Tom King vuelve a acertar en una historia de acercamiento diferente a un personaje ya consagrado, aunque no del primer escalón de DC.
Al acercarnos a una de sus historias, sabemos a lo que nos vamos a enfrentar, pero aún así el desarrollo atrapa al lector de inmediato.
El ritmo está bien equilibrado con toques de humor, referencias a tropos de obras de ciencia ficción, pero con insertos de introspección y drama de los personajes.
Este cómic de Supergirl apareció en 8 grapas y es difícil de hacerse con todas ellas en este momento.
Afortunadamente, en octubre aparecen recopiladas en un tomo, por lo que no hay excusas para hacerse con una obra magnífica y esperar que su plasmación en pantalla grande sea capaz de reflejar el espíritu que han tratado de transmitir King y Evely.
