LIBROS

Transcrepuscular , simbiosis entre humanos y moluscos

INTRO

Reconozco que a la hora de comenzar a leer Transcrepuscular me pudo el hype y la campaña de publicidad de su edición, pero en mi descargo diré que ya había leído al autor, Emilio Bueso, en su excelente novela Cenital, un relato postapocalíptico sobre el fin de la sociedad ante la escasez de petróleo y lo que deriva de ello.

En esta novela da un giro y se centra totalmente en el género de la ciencia ficción, o para afinar un poco más, en el subgénero del biopunk, novelas centradas en la convivencia con seres vivos de difícil catalogación, manipulaciones genéticas, etc.

Transcrepuscular es la primera parte de una trilogía que transcurre en un planeta con acoplamiento de marea, es decir, su periodo de rotación coincide con el de traslación, por lo tanto siempre presenta el mismo lado a su estrella. De resultas, tenemos un hemisferio permanente a la sombra con temperaturas muy frías y otro hemisferio que es un auténtico infierno. La zona de terminador entre ambos hemisferios es la única soportable para la vida.

En este inhóspito planeta viven en simbiosis la humanidad y los seres nativos que la pueblan, insectos y moluscos gigantes que sirven de montura y de menor tamaño que acoplados al cerebro de los humanos, les proporcionan habilidades especiales tales como sentidos más desarrollados, curación e incluso placer al inyectarles drogas en el cuerpo.

transcrepuscular - Transcrepuscular , simbiosis entre humanos y moluscos

SINOPSIS

Un ladrón ha robado la reliquia de la ciudad y huido en una serpiente voladora. El Alguacil lo persigue hasta la zona fria y oscura del planeta donde desaparece. A su vuelta, debe organizar junto a la Regidora y el Astrólogo la recuperación de la reliquia antes de que sean acusados de negligencia. En el camino, atravesando multitud de escenarios, se les unirán el Trapo, un bandido de las tierras cálidas que lleva un guante a modo de ventrílocuo y un explorador contratado para guiarles.

Transcrepruscular se convierte entonces en la clásica aventura de búsqueda con un grupo cuyas motivaciones personales no son del todo claras al mejor estilo de El señor de los anillos.

Asistimos a aventuras en escenarios sobredimensionados, con cordilleras y cumbres que sobrepasan cualquier medida, terrenos volcánicos que expelen hielo y desiertos infernales donde sobreviven los estratos más bajos de la sociedad humana.

Curiosos también los medios de transporte, tanto los aéreos con libélulas o avispas gigantes, o trenes compuestos por orugas kilométricas y babosas que limpian un sendero entre la nieve.

Este mundo no dispone de ninguna tecnología, formando una sociedad medieval de amos y súbditos con constantes guerras utilizando todo el arsenal animal disponible. El tema de la simbiosis con los moluscos implica un precio a pagar por los humanos: el abuso de esta unión crea personas balbuceantes, sin ningún control propio y convertidos en simple porteadores y banco de alimento de sus huéspedes.

El autor nos muestra una sociedad encerrada en las propias ciudades, separadas entre ellas por enormes extensiones de desolación gracias al clima extremo. Las ciudades disponen de subterráneos donde refugiarse durante las enormes tormentas. Esta sociedad feudal como decía, ofrece un curioso detalle: Nadie tiene un nombre propio, de hecho, en un momento dado el Alguacil les cuenta a sus compañeros una leyenda antigua donde explica que antes cada uno tenía un nombre, resultándole a todos extraño y curioso. Por contra, a los personajes se les conoce por el rol profesional que desempeñan. El Alguacil: agente del orden en cada ciudad, un veterano de guerra procedente una sociedad de monjes-guerreros. La Regidora: Alcaldesa de la ciudad, etc. En toda la novela, sólo conoceremos a los personajes y se les nombrará bajo esta premisa.

CRITICA

Transcrepuscular es una novela que une varios géneros. Por un lado la ciencia ficción con un mundo casi imposible para la vida pero dotado de una flora, pero sobre todo una fauna totalmente alejada de cualquier lógica. Por otro lado, el núcleo de la obra bebe de las novelas fantásticas, con un viaje de búsqueda, con enfrentamientos, cierta dosis de magia y criaturas excepcionales. Finalmente el biopunk, un subgénero que desconocía que existía y al que se adscriben novelas con contenidos centrados ecosistemas y biologías extremas.

El constante cambio de escenario, tanto a nivel paisajístico como de entorno social es muy hábil, haciendo que entremos fácilmente en cada nueva situación.

El tema de la simbiosis es bastante original, eso de llevar un caracol adosado al cráneo con sus apéndices entrando en el cerebro causa repulsión y más si imaginamos o intuimos el precio a pagar por ello.

La descripción y uso de los diferentes animales gigantes (escarabajos como tanques en batalla, escorpiones del tamaño de montañas …) también es una idea atractiva y bien desarrollada.

La descripción de las distintas sociedades, las urbanitas, los desheredados de las tierras áridas, los mineros de los campos de hielo, todos, están perfectamente delineados por el autor.

La parte final de Transcrepuscular sirve para responder a muchas preguntas que se hace el lector a lo largo del libro y prepararnos para su continuación.

UN PERO

Voy a ponerle un pero a Transcrepuscular, y es referido al estilo de escritura. La novela está narrada en primera persona en la voz de Alguacil, por lo que en muchos pasajes se explica la situación desde su punto de vista y utilizando su particular lenguaje, que lógicamente al haber sido un guerrero, no tiene porque ser florido a la hora de estructurar las frases, usar signos de puntuación o crear párrafos que igual hay que volver a leer para enterarte.

Ahora viene el pero ¿Esto es forzado por el autor o ciertamente en varios puntos ha tenido errores de escritura, falta de síntesis para explicar algo o directamente no ha sabido salir de un embrollo?

Siendo justo, opino que es más lo primero pero durante bastantes pasajes del libro, tienes la sensación que tiene multitud de fallos estructurales, que si son forzados es genial y enriquecen el tono de la obra, pero si no, se puede pensar que es un intento de querer decir mucho, explicarlo todo pero creando una mezcla poco consistente.

De cualquier forma, lectura muy recomendable, con un final muy espectacular que deja abiertas las puertas a grandes incógnitas en los siguientes libros de la trilogía.

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