La Sombra de los Dioses, John Gwynne. Grimdark, y fantasía nórdica
La Sombra de los Dioses, de John Gwynne es la primera parte de una trilogía que junta lo mejor del grimdark y la fantasía oscura con un trasfondo de cultura escandinava muy poco vista en la literatura.
El autor es poco conocido en España, de hecho, esta es su primera publicación, aunque parece que ha triunfado con numerosas sagas de ambiente militar y medieval. Esperemos que éxito de esta saga (ya está publicada la segunda parte y con ganas de ponerme a leerla), haga que aparezcan más publicaciones.
CONTEXTO DE LA NOVELA
John Gwynne nos transporta a Vígríðr, un continente donde la gente adoraba a inmensos dioses con forma de animales (oso, águila, lobo, dragona …) Estos dioses estaban en constante conflicto entre ellos y su última pelea ocasionó tanto su muerte como grandes desastres y cambios geológicos.
Además, su desaparición causó la proliferación de los vaesen, unas criaturas, pocas benignas, casi todas malignas, que campan a sus anchas sobre todo en las zonas despobladas.
Por si fuera poco, algunos humanos tienen la sangre de los dioses corriendo por sus venas, lo que les otorga características sobrehumanas. Este hecho lleva a que sean perseguidos y esclavizados por el temor y peligro que representan, por lo que muchos llevan una vida anónima y escondida.
DIOSES Y HUMANOS
Todo esto ha ocasionado dos negocios lucrativos: la caza de humanos con sangre divina, y la búsqueda y aprehensión de huesos, armas y reliquias de los antiguos dioses. Ambos dan riquezas y en el caso de las reliquias, aún están imbuidos de ciertos poderes como el alejar a los vaesen. La proliferación de bandas que se dedican a uno u otro negocio es uno de los puntales de la novela.
Aunque toca algunos de los tropos básicos de la fantasía heroica, La Sombra de los Dioses ofrece una perspectiva refrescante. No sólo por el enfoque nórdico con reminiscencias de la cultura vikinga.
TRES HISTORIAS INDEPENDIENTES CON UN NEXO FINAL
La Sombra de los Dioses cuenta las andanzas de tres personajes con su propia aventura, dispar en el objetivo y el lugar, pero que confluyen al final de la novela.
Volveré luego sobre este punto en el apartado de la crítica final.
Gwynne crea tres relatos que funcionan muy bien de manera independiente. Aunque el entorno y la cultura son las mismas, el autor dota a cada una de las ellas de un ritmo y de una creación de personajes diferenciados. De tal manera, los capítulos van saltando de uno a otro personaje, y para el lector queda la tarea de salir y entrar en sus historias y sentir que está leyendo una novela diferente cada vez.
Este es el gran acierto de Gwynne al crear esta saga.
Además, como novela de aventura funciona a la perfección, con unos personajes enfrentados a su pasado junto a un misterio y unos villanos con un propósito muy oscuro. En la estela del mejor grimdark de Joe Abercrombie o, eliminando el humor, de El Ladrón de Lengua Negra de Christopher Buehlman, la acción, la épica y los personajes están muy trabajados. Las intrigas y luchas de poder entre feudos y reinos están desde el primer momento, insinuando una trama general latente y que tenemos ganas de ver desenredarse.
LA HISTORIA DE ORKA, LA GRANJERA DE MISTERIOSO PASADO
A nivel de descripción de personaje y desarrollo, esta subtrama es la que más me ha gustado. Orka vive con su marido y su hijo pequeño en una granja en de las montañas próximas la capital de un pequeño feudo. Siendo siervos de su señor, deben someterse y acatar sus decisiones, aunque sean caprichosas y haciendo la vida más difícil a sus súbditos.
En la zona se han producido ataques a granjas aisladas como la suya, y a al rapto de niños. La petición de los aldeanos a su señor para evitar estos ataques tiene una respuesta mínima.
Aún imaginando como se va a desenvolver esta subtrama, es innegable la fuerza que el autor le da al relato. El giro que rebela el pasado de Orka y las decisiones que toma a partir de ahí junto a su determinación, hacen aflorar un personaje algo arquetípico, pero con un desarrollo cada vez más interesante según avanza la novela.
LA HISTORIA DE VARG, EL ESCLAVO EN BUSCA DE VENGANZA
Esta historia es la que da más giros de guión de las tres. Tenemos a Varg, un esclavo huido y que busca a una bruja capaz de realizar un sortilegio que le permita ver al asesino de su hermana. Para ello, acaba uniéndose a una banda de mercenarios, Los Hermanos de Sangre. Esta entrada es bastante gradual ya que debe aprender a usar las armas, a componer un muro de escudos con sus compañeros, y, sobre todo, a que éstos lo acepten como miembro de pleno derecho y que la bruja del grupo acceda a ayudarle.
Su arco nos muestra su aprendizaje e integración, así como los componentes de esta banda y la misión final que aceptan para un importante noble.
LA HISTORIA DE ELVAR, LA GUERRERA QUE NO QUERÍA SER PRINCESA
L a historia de Elvar es la que tarda más tiempo en arrancar, por lo que al principio descoloca y da un poco de bajón cuando entramos en sus capítulos. Pero llegado a cierto punto con la visita a una ciudad en un entorno alucinante, la velocidad que coje este arco es mayor y se sitúa muy por delante.
Ese giro hace que sepamos su pasado y lo que busca para romper unas cadenas impuestas por la tradición. Elvar también va a unirse a otra banda de mercenarios, Los Terrores de la Batalla, que se encargan de cazar humanos con sangre divina, y que aceptan una misión con un componente mitológico y mágico muy elevado.
LA SOMBRA DE LOS DIOSES Y EL UNIVERSO NÓRDICO
Gwynne es un apasionado de la cultura vikinga y lo demuestra en esta saga. Además de crear una sociedad y cultura nórdica, la sitúa geográfica en un entorno que encaja perfectamente.
No contento con ello, utiliza elementos de folclore, vestimenta, armas, barcos o edificios totalmente identificables. Al principio puede apabullar la cantidad de nombres utilizados para designar todo esto, pero el glosario al final del libro y la práctica, hacen que no tardemos en ubicar cada uno de los conceptos que toca.
De esta forma, cualquiera que haya vista las últimas y sucesivas series basadas en los pueblos vikingos, si le añadimos todo el trasfondo de los dioses, serán capaces de darle contexto a esta novela.
El añadido de este último punto también es bastante novedoso. Nos muestra una sociedad que ha renegado de sus antiguas creencias sobre los dioses a causa de los estragos que causaron en sus guerras. Las reliquias en forma de huesos de unas dimensiones inimaginables en algunos casos, y el auge de un culto, aportan el elemento místico y fantástico a una saga aventurera que funcionaría igual sin este componente mágico.
CRÍTICA FINAL
La Sombra de los Dioses es un buena arranque para una saga que promete. Las escenas de lucha son crudas, no hay lugar para los remilgos a la hora de contarlo. También el carácter de los personajes, tanto principales como secundarios, muestran un tono grimdark muy de agradecer y que aporta realismo a la historia.
La ambientación es el principal valor de la novela. Se notas que el autor es un apasionado de esta cultura, que se ha documentado y ha sabido encajar elementos culturas nórdicos, e incluso jugar con los nombres. Acertadísimo el del continente, Vígríðr, y su significado dentro del folclore nórdico y el encaje perfecto con el contexto de la historia.
Sin embargo, hay un par de puntos negativos, pero que no afectan en nada el disfrute de la novela. Por un lado, como decía más arriba, el punto de convergencia final de las tres historias. Aunque esperado y obvio que se iba a producir, lo ha hecho con un buen cliffhanger para cada una de las historias, pero un poco apresurado al final. Para acabar la novela en lo más alto, pero con cierta precipitación a mi entender.
El otro punto es que, aunque ya he destacado que las historias son muy independientes, Las bandas de Varg y Elvar discurren por un camino demasiado similar. Hay veces que tanto el jefe de cada una de las bandas, como unos cuentos miembros, son tan parecidos que llevan a confusión. En este punto tampoco ayuda, en los primeros capítulos, utilizar casi los mismos escenarios: aldea, drakkar, asalto y vuelta a empezar.
Aunque la diferenciación se produce, y de qué manera, ésta es al final, cuando ha costado un esfuerzo extra contextualizar a los diferentes personajes secundarios dentro de su propio arco.
Repito, estos dos peros no empañan de ninguna manera una novela casi perfecta con una ambientación magnífica, unos personajes bien desarrollados, una trama de dioses caídos y un mundo en conjunto atractivo, y un futuro muy prometedor en las siguientes entregas.
