El Viaje de Chihiro. Studio Ghibli y Miyazaki
El Viaje de Chihiro es el primer nombre que nos surge al hablar de Studio Ghibli o Hayao Miyazaki. Obra cumbre de la animación, no en vano ha sido la película japonesa más taquillera de todos los tiempos hasta la llegada hace dos años de otra maravilla de la animación como es In Your Name.
Una película con una bella historia de superación, cargada de simbolismos, de aprendizaje y rodeada de una magia y unos personajes pocas veces vista en el cine.
Estrenada en 2001, El Viaje de Chihiro ostenta, además, el honor de ser la única película de anime hasta el momento, ganadora de un Oscar como mejor película de animación y el Oso de Oro en Berlín.
MIYAZAKI Y SU MENSAJE
Hayao Miyazaki se involucró de manera total en este proyecto personal, y dota a la historia de una gran carga simbólica sustentada en varios pilares.
Por un lado, la pérdida, por parte de la sociedad japonesa, de sus raíces culturales abrazando un modo de vida más occidental. Este punto se demuestra claramente con el coche del padre de Chihiro, un modelo Audi con el volante a la izquierda (a la inversa que en Japón).
Por otro lado, y unido al punto anterior, la reclamación de una vuelta a la vida sencilla, dejando atrás ostentaciones y haciendo hincapié en el rico legado cultural japonés.
Finalmente, El Viaje de Chihiro es un viaje a la madurez de la protagonista, una niña acostumbrada a un tipo de vida plano y caprichoso que tiene que descubrir que sus logros se consiguen a base de coraje, trabajo y una gran parte de compasión y sacrificio.
SIMBOLISMOS
El Viaje de Chihiro está lleno de simbología sobre el acervo cultural y mitológico japonés. No en vano, Miyazaki utiliza el doble sentido de los animales que aparecen en la película y su simbolismo cultural. Por ejemplo, vemos a sus padres convertidos en cerdos (Como ocurre con el protagonista de Porco Rosso), un animal que en la cultura japonesa aglutina los bajos instintos del hombre.
También las ranas, animales que salen muy a menudo y que simbolizan la avaricia, y desde luego transmiten bastante ese papel.
La rica mitología japonesa con millones de dioses, espíritus y demonios, es reflejada en la película de manera magistral. Las vestimentas, adornos y letreros tienen un por qué y un doble sentido, que en este caso concreto, a nosotros con nuestra cultura occidental se nos escapa.
OPINIÓN
Antes de profundizar con los diferentes actos de la película, dejo mi opinión sobre la película. Aún siendo una cinta animada, El Viaje de Chihiro hace que el espectador se plantee conceptos tales como el amor, el sacrificio, la amistad, el cuidado de la naturaleza o la vida sencilla. En definitiva, una historia deliciosa donde vemos evolucionar a los personajes y donde se nos van soltando, como perlas de sabiduría, multitud de enseñanzas a considerar.
Miyazaki cogió una historia sencilla y la rodeó de un ambiente mágico que, aún haciéndola inverosímil, nos muestras unos personajes con los que es fácil empatizar y con unos elementos alejados del imaginario cultural occidental, haciendo hincapié en la tradición y mitología japonesa como otro de los pilares donde basar su alegato.
En cuanto a la animación, Chihiro marca un punto alto en la historia de Studio Ghibli. En una época marcada por el uso cada vez mayor de animación digital, Miyazaki se empecinó en hacer la película a la antigua usanza (para desesperación de sus artistas), con miles y miles de bosquejos y horas de trabajo, pero el resultado es espectacular, con ambientes muy detallados, como el poblado fantasma y sobre todo la casa de baños llena de elementos que requieren una segunda o tercera visión para deleitarse con ellos. Los fondos tranquilos y relajados junto a la música, marcan perfectamente el ritmo, acelerando y pausando la acción para saborear la historia.
EL VIAJE DE CHIHIRO, SINOPSIS
Chihiro es una niña de 10 años que se traslada a una nueva casa dejando atrás escuela y amigos, por lo que muy contenta no está. Durante el viaje junto a sus padres, encuentran un parque de atracciones abandonado y en el que pronto ocurren cosas alejadas de toda lógica.
Se han trasladado a un lugar mágico poblado de dioses y espíritus y la forma de salir de allí es enfrentarse con valentía y sobre todo, con madurez a las diferentes situaciones que le van a surgir, y dejando atrás su carácter malcriado.
CHIHIRO Y EL MUNDO MÁGICO
Profundizando más en la historia, después de asistir a la conversión de sus padres en cerdos tras comer en los puestos ambulantes, Chihiro conocerá a Haku, un chico que le advierte que huya del lugar, ya que ha dejado el mundo de los humanos para adentrarse en un lugar mágico y prohibido.
Chihiro verá que es tarde para volver y lo que antes era una pradera, ahora en un inmenso mar desde el que va llegando un barco con espíritus a bordo y que se dirigen a una inmensa casa de baños.
De nuevo Haku la ayuda dándole de comer alimentos del mundo mágico para que pueda permanecer allí, y el consejo de que busque a Kamaji para que le dé trabajo en la casa de baños mientras trata de volver a su mundo.
Kamaji es un ser con aspecto de anciano afable que se encarga de las calderas de las casas de baño en compañía de unos seres pequeños que alimentan el fuego.
Kamaji rechazará a Chihiro hasta que ésta toma la decisión de ayudar a avivar el fuego e integrarse de cierta manera. Chihiro ha dado el primer paso para entender que las cosas deben lograrse con esfuerzo.
Más tarde aparece Lin, una de las trabajadoras de la casa de baño que la acompañará a visitar a Yubaba, la bruja (y dueña), de la casa de baños para que le dé trabajo.
LA CASA DE BAÑOS Y SU MICROCOSMOS
El recorrido de Chihiro y Lin desde la sala de calderas hasta el piso superior donde vive Yubaba, nos permite descubrir la grandeza de la casa de baños, una de las grandes tradiciones de Japón y que, en este caso, está para el uso y disfrute de dioses y espíritus.
Sus amplias estancias están llenas tanto de clientes como de sirvientes y en este peregrinar asistiremos a todo un elenco de personajes mitológicos que Miyazaki nos van mostrando, mucho de ellos inventados pero con elementos del folclore japonés con máscaras tradicionales, personajes con cabezas de demonio y espíritus más o menos incorpóreos.
Finalmente, Chihiro llega a las habitaciones de Yubaba, y en un nuevo giro propio de Miyazaki, hace que nos enfrentemos al dilema descrito al principio de la pérdida de tradiciones. Hemos pasado por la casa de baños decorada y abarrotada de elementos tradicionales japoneses, y las habitaciones de Yubaba son todo lo contrario: Donde antes había sencillez, ahora hay decoración recargada de aspecto occidental. Una manera más de enfatizar el choque cultural.
Chihiro encuentra a Yubaba, una bruja con aspecto de anciana con una cabeza y nariz desproporcionada que , desde el principio, trata de echar a la niña. Finalmente, un llanto en otra habitación la distrae y claudica dándole trabajo a Chihiro pero no antes de arrebatarle su nombre y darle otro, Sen. Una forma de tener encadenada el alma de la persona.
Llama a Haku que finge no reconocer a Chihiro y la deja al cargo de Lin para que le ayude en las tareas de la casa de baños.
ETAPAS DE APRENDIZAJE DE CHIHIRO
En este punto de la película ya hemos asistido a las primeras decisiones responsables que debe tomar Chihiro. Por un lado el insistir e insistir a Kamaji hasta que se ablanda y transige para dejarla entrar, y el mismo proceso con Yubaba. Luego el tema del esfuerzo para conseguir el objetivo, tanto en la sala de calderas como a partir de ese momento ayudando a Lin.
Comenzará limpiando el suelo, y mientras tanto, Yubaba decide poner a prueba a Chihiro encargándole la limpieza de la tina más grande la casa de baños. Precisamente, la llegada de un ser pestilente como cliente supondrá un nuevo reto para Chihiro.
Previamente ha aparecido esporádicamente, un espíritu oculto con una máscara que no entra en la casa de baños hasta que, en acto de piedad, Chihiro le abre un ventanal. Este ser empatiza rápidamente con Chihiro, tratando de ganarse su amistad, para ello le facilitará una tarjeta para el baño del ser pestilente, derrotando hasta cierto punto a Yubaba en su intento de hacer que la niña fracase.
La entrada de este ser pestilente hace que clientes y personal huyan de su paso, y sólo Yubaba como dueña del negocio, y Chihiro como la persona que le va a asistir, tiene que darle la bienvenida.
De nuevo Chihiro da un paso más al ser capaz de soportar la presencia de este ser y no dudar en ensuciarse más allá de lo normal para procurar el baño. Encontrará algo clavado en su cuerpo y con la ayuda de una cuerda tirada por los trabajadores de la casa de baños, saldrá un bicicleta, en primer lugar, y luego toda una serie de basura y escombros, hasta dejar a la luz que se trataba del espíritu de un río y Chihiro le ha ayudado a eliminar toda la basura acumulada. Nueva referencia de Miyazaki, con toque ecológico, al maltrato ambiental.
En agradecimiento, el espíritu le dará a Chihiro una bola de alimento mágico.
La acción pasa a Chihiro de noche comiendo en la terraza de la habitación que comparte con Lin y sus compañeras. Una de las muchas escenas relajantes y que sirven muy bien de contrapunto para controlar el ritmo después de la frenética secuencia anterior.
La paz que destila la escena con Chihiro sentada contemplando la gran extensión del mar, las luces de la lejana ciudad (su destino), y el tren que se desliza por las vías anegadas, son uno de los grandes momentos disfrutables de la película.
EL SIN CARA ENTRA EN ACCIÓN
Esa misma noche, la rana que ejerce de portero de los baños, se cuela en la sala donde estuvo el ser pestilente para localizar pepitas de oro que pudieran haber quedado de la noche anterior. De nuevo, el utilizar la rana como animal simbólico de la codicia es otro de los grandes recursos de Miyazaki.
La rana se encontrará con el ser Sin Cara que lo tentará con pepitas que hace aparecer de la nada, acabando por devorarlo.
A la mañana siguiente, después de que Chihiro haya acudido a las pocilgas donde se supone que están sus padres para asegurarles que va a sacarlos de ahí, regresa a la casa de baños para ver una actividad frenética, el Sin Cara está ofreciendo oro a todos los empleados a cambio de inmensas cantidades de comida que devora con ansiedad. De nuevo un gesto de Miyazaki en contra de la avaricia de la sociedad actual, volviéndose loca por el dinero.
Chihiro, mientras tanto, ve a un dragón alado siendo atacado por unos pájaros de papel. En su interior sabe que es Haku y cuando éste se estrella en el piso superior de la casa de baños, no duda en acudir a rescatarlo.
Para ello, atraviesa todas las plantas donde asistimos a una ceremonia ridícula que ridiculiza más si cabe, el comportamiento de los empleados de la casa de baño en su afán de recoger el oro del Sin Cara.
Chihiro acaba frente a este ser que le ofrece mucho oro pero Chihiro rechaza una y otra vez porque dice que no le hace falta.
Esta actitud enfurece al ser Sin Cara que ve que la persona a quien más desea gustar, ya que le permitió la entrada y quiere recompensarla por ello, es la que menos caso le ha hecho, a diferencia de los empleados que solo muestran su avaricia.
El Sin Cara ataca a los empleados, devorando a unos y otros, durante el caos producido, Chihiro puede subir hasta las habitaciones de Yubaba, donde encuentra el dragón/Haku herido.
Una vez más Chihiro ha demostrado determinación primero para tener claro que va a sacar a sus padres del estado en que se encuentran, y por otro lado, el tener altos valores al agradecer primero al Sin Cara su ayuda con las tarjetas del baño y después a rechazar la recompensa del oro.
DE NUEVO EN LAS HABITACIONES DE YUBABA
Chihiro trata de ahuyentar a los pájaros de papel que han herido al dragón y consigue ahuyentarlos. Aparecen los habitantes que se encuentran en las habitaciones de Yubaba, el ser alado que le sirve de espía, las tres cabezas rodantes y un bebe inmenso, autor de los llantos que escuchó anteriormente Chihiro.
El bebe está en una habitación con paneles de castillos medievales europeos y cumbres nevadas y rodeado de regalos, casi todos sin abrir. De nuevo una demostración por parte de Miyazaki de la pérdida de valores tradicionales de Yubaba que educa a su bebe “ a la europea”, sin ninguna referencia cultural propia, nuevo tirón de orejas. Aparte, se demuestra el excesivo mimo y sobreprotección de Yubaba con el bebe, al tenerlo encerrado, sin contacto con el exterior y acallado con una montaña de regalos.
LA APARICIÓN DE ZENIBA
De repente aparece Zeniba, la hermana gemela de Yubaba y también bruja, que viene persiguiendo al dragón que le ha robado un objeto. Acaba convirtiendo al bebe y a Yutori, la mascota alada de Yubaba en un ratón y una mosca. Haku, muy herido, cae por el hueco del suelo y Chihiro no duda en saltar para ayudarle junto al bebe y Yotori.
Chihiro ha aprendido que debe sacrificarse por los demás de la misma manera que los demás se han sacrificado por ella. Por otro lado, vemos que Zeniba y Yubaba no son la bruja buena y la bruja buena, ambas tienen aspectos contrapuestos, siendo una ligera gradación de tonos grises.
UN SACRIFICIO
La caída parece fatal hasta que Haku reacciona en el último momento con unas sombras que podrían ser espíritus arrojados tiempo atrás que tratan de atraparlos.
Finalmente, el vuelo por un acceso secundario les lleva hasta la sala de calderas de Kamaji.
Chihiro decide que la mejor forma de redimir al muchacho es devolver el objeto a Zeniba. Para ello el mismo Kamaji le entrega billetes de tren que realiza su recorrido junto a la casa de baños.
VIAJE EN TREN
Con la estación de destino clara, Chihiro se embarca en el extraño tren que parece circular flotando sobre el agua junto a Yutori y el bebe. Al final también subirá el Sin Cara que parece sentirse perdido sin la niña.
El pausado recorrido del tren nos permite fijarnos en el resto de pasajeros, una especie de espíritus que parecen realizar un recorrido cíclico sentados en los vagones y bajando y subiendo de estaciones situadas en, aparentemente ninguna parte mientras disfrutamos de unos paisajes calmados.
Las diferentes estaciones van logrando que cada vez haya menos pasajeros a bordo hasta llegar a la parada donde tienen que bajar Chihiro y sus acompañantes, marchando el tren completamente vacío y perdiéndose en la noche.
LA CASA DE ZENIBA
Un sendero les conduce hasta una sencilla cabaña del bosque donde vive Zeniba que parece estar esperándolos y que les obsequia con una merienda. Chihiro le devuelve el objeto robado por Haku y pidiendo su perdón. Zeniba accede tras hacer ver a la niña que su preocupación por los demás y sacrificio personal son sus mejores cualidades. Chihiro emprende el regreso y el Sin Cara, con una meta en su vida, permanece junto a Zeniba.
En este punto, es destacable el farol con vida propia que sirve como guía para llegar a la cabaña y que luego se fija en la entrada.
SE TU NOMBRE
En el exterior de la cabaña Haku en su forma de dragón espera a Chihiro para llevarla de vuelta a la casa de baños, pero la conversación con Zeniba le permite bucear en sus recuerdos y rememorar el nombre real de Haku, lo que provoca el fin del hechizo que ejercía Yubaba sobre él.
Este nombre era el del río donde cayó de pequeña y que le permitió establecer una especie de conexión entre ambos.
Miyazaki vuelve a mostrarnos la unión de un humano con el entorno como un acto de amor y que marca totalmente la película.
Tanto Haku como Chihiro han realizado un viaje de auto-descubrimiento. Han aprendido a dominar sus miedos, a valorar el sacrificio por los demás y apreciar las cosas sencillas.
CHIHIRO CONCLUYE SU VIAJE
A la vuelta en los baños, Yubaba le plantea a Chihiro si es capaz de distinguir a sus padres entre los cerdos, la dejará libre. Chihiro supera la prueba y se despide de todos los habitantes de la casa de baños, incluida una Yubaba que parece haber sido capaz de dejar de lado una gran parte de la maldad que atesoraba.
Chihiro corre hacia el inicio del mar que se ha vuelto a convertir en pradera y donde Haku le hace prometer que se volverán a encontrar y que debe volver a su mundo sin volver la vista atrás.
Pronto llega a la estación abandonada donde están sus padres esperándola como si el tiempo no hubiera pasado, llegando al coche aparcado y cubierto de vegetación.
Los tres suben al coche y se alejan en busca de la carretera principal que dejaron por equivocación o quien sabe por que.
Este último acto es como rebobinar el inicio, tanto la llegada a la estación y el paso por el oscuro túnel que puede marcar de alguna manera la frontera entre el mundo real y el mágico como el acto de llegar al coche y romper de alguna manera la percepción de que no ha pasado nada y ninguno de los tres recuerda nada de lo pasado con anterioridad.
Aunque Chihiro ha olvidado todo lo ocurrido en el mundo mágico al volver a la realidad, ya no es la misma niña que llegó, se la ve con confianza, dejando atrás las caras y actitudes caprichosas del principio, puede que sin ella misma consciente, pero, definitivamente, el viaje la ha cambiado.