Frontera Oscura, Sabino Cabeza. Aventura espacial y paradojas temporales
Frontera Oscura, de Sabino Cabeza no es sólo una space opera. Es capaz de añadir un retrato de personajes de gran profundidad dentro de una trama de aventura espacial, Ciencia ficción hard y paradojas temporales muy bien hilvanadas.
Una novela con algunas referencias bien medidas y que, a cualquier amante de las tramas de exploración especial, paradojas temporales, viajes en el tiempo o ingeniería imposible le va a encantar. Dicho lo cual, parece evidente que la referencia principal es la saga Star Trek, y no iríamos desencaminados.
FRONTERA OSCURA, SINOPSIS
Nos encontramos en el siglo XXVI y la Humanidad se ha extendido por miles de mundos gracias a la tecnología de motores anagravónicos que permiten saltos de hasta 157 años-luz (este punto va a dar lugar a un par de ingeniosos diálogos en el libro).
Florence Schiaparelli es la capitán de la Banshee, una pequeña nave encarga de cartografiar el espacio. Recibe la peligrosa misión de dirigirse a un agujero negro recién descubierto para recopilar datos.
Una vez allí, frente a la inmensidad del agujero negro que bautizan como Ojo de Dios, detectan otra nave cerca del horizonte de sucesos. La sorpresa es mayor cuando se cercioran de que se trata de la Necromancer, la nave más mítica de la Flota Federal y que fue retirada 300 años atrás y expuesta en un museo.
A partir de ahí tenemos dos frentes: Rescatar nave y tripulación y resolver la paradoja que representa su presencia en dos sitios y épocas diferentes.
ASTRONOMÍA, FÍSICA CUÁNTICA E INGENIERÍA DE OTRO NIVEL
Con estos antecedentes, Frontera Oscura comienza con una poética descripción sobre el agujero negro a la que llega la Banshee. La recreación del autor sobre su belleza, poder e inmensidad es perfecta y nos hace sentir minúsculos ante su magnificencia.
La aparición de la Necromancer, hace que la aparición de jerga tecnológica motores y conceptos sobre física cuántica, o imposibilidades, comiencen a aparecer. No molesta esta saturación continua de vocablos y la explicación de teorías físicas. Se tratan conceptos que ya no son tan místicos como hace unos años, y el autor los encaja perfectamente, permitiendo que cualquier amante de series como Star Trek o Interstellar pueda captarlo, y para un neófito las explicaciones son muy didácticas y medidas, sin necesidad de agobiar al lector y dejando que aceptemos su palabrería.
AGUJEROS NEGROS Y DILATACIÓN TEMPORAL
He de reconocer que todo relato que incluya estos dos puntos me atrae por las posibilidades a nivel narrativo que suponen. Hablar de un concepto tan rico en especulación como son los agujeros negros y lo que representa la magnitud de espacio y tiempo en sus cercanías dan muchísimo juego.
Sabino Cabeza utiliza en Frontera Oscura, puntos que siendo complejos para el lector medio (me incluyo), son ciertamente entendibles cuando los explica. Para ello, las referencias a Interstellar están presentes en muchos pasajes del libro.
NOTA: Para ahondar un poco más en las fascinantes teorías alrededor de los Agujeros negros, recomiendo el libro de Kip Thorne que trabajó como asesor en la referida Interstellar. Hay mucho lenguaje técnico pero los conceptos son entendibles y didácticos.
La primera paradoja que se plantea en Frontera Oscura es cómo la Banshee haya una nave, la Necromancer, varada frente a un agujero negro y con su tripulación viva. Esta nave y sus tripulantes operaron 300 años atrás, la nave se retiró y su tripulación siguió con sus vidas hasta morir de viejos.
La resolución de este misterio es lo que lleva a Schiaparelli y su tripulación, a intentar el rescate de la Necromancer. Sólo hay un punto oscuro en la historia de la nave: estuvo perdida algo más de un mes en un incidente del que los tripulantes no quisieron hablar a su vuelta y fue silenciado.
Así pues, ya tenemos un marco temporal para cimentar esta primera paradoja. Toda vez que, como es sabido, el tiempo fluye más lento cerca del horizonte de sucesos de un agujero negro, La Necromancer lleva unas pocas semanas varada, pero a todos los efectos han pasado 3 siglos desde esta anomalía.
Esta primera paradoja no será la última, y en una magnífica trama continua, la interacción entre ambas tripulaciones abre un amplio abanico de líneas que se retroalimentan entre ellas de manera perfecta.
Pero hablemos de otro de los principales atractivos de Frontera Oscura … Los personajes
MAGNÍFICO RETRATO DE PERSONAJES
Lo que hace de Frontera Oscura una novela disfrutable es no centrarse en un solo género, el de la aventura espacial con toques hard, si no ofrecer una galería de personajes perfectamente retratados y con los que empatizamos rápidamente.
El protagonismo principal recae sobre la capitana Schiaparelli, la cual arrastra una secuelas físicas y sobre todo emocionales desde un accidente acaecido 20 años atrás y en el cual murió su amante. Esa pérdida le llevó a centrarse con un ahínco casi enfermizo en su trabajo como cartógrafa espacial, dejando apartada cualquier interacción social.
Fronteras Oscura propone un viaje de descubrimiento de los traumas que azotan a la capitana. Los continuos diálogos con la comandante Krasnaia de la Necromancer, le permiten expresar todo lo que tiene en su interior en forma de culpa. Precisamente la interacción con la comandante, la persona cuyas gestas pasadas le sirvieron de guía para ser cartógrafa espacial y que tiene en un pedestal, son lo que le permite abrirse y sincerarse.
Los diálogos entre ambas oficiales son perfectamente válidos para cualquier fondo de novela, aventura espacial en este caso, pero también para historia urbana ambientada en la actualidad.
La personalidad de los personajes está muy bien tratada y a partir de un esbozo de su papel en la tripulación, Sabino Cabeza los desarrolla de manera admirable al enfrentarlos, primero a una misión suicida y que puede alejarlos de su propio tiempo, y luego en la operación de rescate.
Así tenemos a una tripulación que sigue a su capitana más allá del liderazgo supuesto pero que arrastran también una vida personal en algunos puntos conflictiva. Miedos y titubeos que el autor nos muestra y permite que el lector los normalice. Lógicamente, el desarrollo de personajes es más profundo en el caso de la tripulación de la Banshee que en la de la Necromancer donde se prioriza el personaje de la comandante Krasnaia.
REFERENCIAS Y LICENCIAS
En Frontera Oscura el autor ha mostrado pequeños guiños a personajes de diferentes sagas espaciales. Por ejemplo, el antiguo capitán de la Banshee se llamaba Antilles, como el capitán de la Tantive IV en La Guerra de las Galaxias y el piloto de X-Wing. También se nombre a una almirante de la flota con información clasificada llamada Jeanway, el mismo nombre que la famosa y gran capitana de la USS Voyager en la franquicia de Star Trek. De hecho, el personaje de Jeanway es un calco de la capitana Schiaparelli en actitud y presencia.
Tambien se toma un tema recurrente y es el de la expansión de la humanidad por la galaxia. La tripulación de la Necromancer fue pionera a la hora de abrir fronteras cuando la Tierra aún era habitable, pero en un proceso ya visto en otras obras, la Humanidad, tras una catástrofe ambiental y de guerras, deja atrás la Tierra y se lanza a conquistar planetas y terraformarlos.
CRÍTICA FINAL
Frontera Oscura es un libro muy ameno de leer. Fue galardonado con el prestigioso premio Minotauro en 2020. Su ritmo es ágil y consigue mezclar con habilidad momentos tensos con otros más pausados e introspectivos. Se podría decir que, junto a la trama espacial, el libro también es un viaje al interior de la capitana de la Banshee. Un viaje para afrontar las culpas que le atenazan y que, ante el peligro palpable y la interacción con la tripulación de la Necromancer, consigue mitigar.
Muy bueno también el punto de otorgar cierta religiosidad al espacio, a la trascendencia y si las fuerzas desconocidas que lo gobiernan han creado esta serie de sucesos concatenados.
Si que es cierto que, en algunos momentos de la parte central del libro, se producen muchas reiteraciones sobre la grandiosidad del agujero negro o la devoción (a veces algo excesiva) entre la tripulación de la Banshee y sus héroes. Hay ciertos momentos que, por acumulación de estos puntos, la narración se frena un poco.
Pero el último tercio del libro es una rampa de subida espectacular en todos los sentidos, terminando en todo lo alto y cerrando un círculo perfecto. Las paradojas temporales que se producen están perfectamente hilvanadas y no dejan resquicio ninguno.
En definitiva, una novela muy disfrutable. Un canto al amor por la exploración, la búsqueda de lo desconocido y de las maravillas del cosmos. Unas premisas perfectamente aplicables para cualquier franquicia de Star Trek.