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La Brigada de Luz, Kameron Hurley. Distopía antibelicista

La Brigada de Luz es una novela distópica de un género no muy explotado en la CF como es el belicista. Su referencia a clásicos de la CF es evidente desde el principio.

La verdad es que tardé en decidirme a leer La Brigada de Luz. La sinopsis ya me mostraba una historia vista anteriormente y era reacio a leerla. Finalmente me sumergí en esta novela y a su conclusión debo decir que tengo sentimientos encontrados.

REFERENTES

Para empezar, Kameron Hurley bebe directamente de dos de las novelas más icónicas de la CF belicista: Tropas del espacio de Robert A. Heinlein y la Guerra Interminable de Joe Haldeman. De la primera de ella coge el armazón completo: Una sociedad militarizada contra un enemigo extraterrestre, el recurso del reclutamiento para ser ciudadano de pleno derecho, la propaganda de pensamiento único ensalzando el patriotismo y el odio contra el enemigo, un ataque contra civiles que lo desencadena todo …

De la novela de Haldeman utiliza el recurso de la vida del soldado espacial, sus temores, pérdidas de compañeros y crudeza de la guerra, pero, sobre todo, la sensación de no pertenencia al entorno cuando vuelve del frente, el sentirse totalmente desubicado. En este aspecto, también se podría indicar ciertas semejanzas con la saga de La Vieja Guardia de Joe Scalzi.

Hurley combina hábilmente estas ideas e incluye su propia trama, a priori atractiva, para encajar la historia. Y realmente funciona, pero llega un momento donde la repetición de situaciones, el centrar el foco en un solo personaje y cierto desajuste en la trama, hace que nos alejemos de la historia con mucha facilidad.

ANTEDECENTES DE LA HISTORIA

La Brigada de Luz nos sitúa en una Tierra en un futuro cercano. El cambio climático y las sucesivas guerras han hecho caer los gobiernos y el mando lo ostentan 6 megacorporaciones. En esta nueva sociedad, sólo las personas que logran la ciudadanía gozan de derechos, el resto son considerados parias y despojos. La única forma de obtener la ciudadanía es alistarse en el ejército de una de estas megacorporaciones y palear en una cruenta guerra contra los colonos establecidos años antes en Marte.

Curiosamente, los colonos marcianos, gracias a sus técnicas de terraformación son capaces de regenerar terrenos contaminados por radiación y ayudan en un primer momento a recuperar terrenos para el cultivo en la Tierra y paliar el hambre, pero sin ningún motivo, esta colaboración desaparece.

Gracias a la repercusión ocasionada por el llamado Bink (el ataque perpetrado por los marcianos sobre la ciudad de Sao Paulo y que causó millones de muertos), y por supuesto por la recompensa de la ansiada ciudadanía, masas de gente se alistan como carne de cañón.

SINOPSIS

En este situación nos encontramos a Dietz, uno de los parias que perdió a su familia en el ataque a Sao Paulo, y que con ánimo de venganza y con esperanza de obtener la ciudadanía, se alista en el ejército de la corporación Tene-Silvia.

A partir de ahí asistiremos al brutal entrenamiento a que son sometidos los reclutas, un adiestramiento totalmente desposeído de humanidad y en el que queda claro que sólo los más aptos y los que sean capaces de dejar de lado cualquier escrúpulo, serán considerados aptos para el servicio.

Esta parte de la historia nos permite ver a Dietz interactuar con sus compañeros de pelotón, las duras pruebas y las inevitables bajas que se van produciendo. Pasado este perido brutal de entrenamiento y siendo considerados soldados de pleno derecho, Dietz y sus compañeros están preparados para el combate.

Y es aquí donde la novela da un giro interesante.

brigada portada - La Brigada de Luz, Kameron Hurley. Distopía antibelicista

UN VIAJE PECULIAR

Resulta que los soldados terrestres no se trasladan al frente de batalla con vehículos o naves, si no que son teletransportados como mandan los cánones de la CF. Esto es, son desmaterializados y sus átomos enviados a la velocidad de la luz hasta el frente donde son vueltos a materializar. De ahí el nombre de estos soldados: La Brigada de Luz

La tecnología para ello tampoco es que sea efectiva al 100% y en la rematerialización se producen accidentes, con miembros en posiciones equivocadas o cuerpos materializados dentro de rocas o vehículos. No pasa nada, son carne de cañón sin derechos las bajas son fácil y rápidamente cubiertas.

El problema adicional en el caso de Dietz viene cuando regresa de estas misiones, pero no en el mismo momento espacial ni temporal. Dietz se encuentra con compañeros desconocidos en ese momento, con acciones que se supone que ha realizado pero que no recuerda y con la sensación de encontrarse fuera de lugar en todo momento. Va a encontrar a compañeros vivos que han muerto en un salto anterior, esto hace que Dietz se cuestione qué es real o no.

La solución del ejército es someter a los soldados a sesiones psiquiátricas hasta que los consideran válidos para efectuar otros saltos como una solución un un trama de stress.

Poco a poco Dietz va a descubrir que el retorno se produce en momentos aleatorios de su línea temporal durante toda la guerra, apareciendo a veces varios meses en el futuro, con nuevos compañeros y escenarios, para volver a sucesos pasados y tratando de encajar todas las piezas del puzzle en que se ha convertido su vida.

Este constante ir y venir, le hace descubrir hacia dónde se dirige la guerra actual y que la versión oficial que se ha dedicado a propagar las corporaciones parece basarse en grandes mentiras.

 LUCES …

La Brigada de Luz, aún siendo una novela que homenajea y toma prestado conceptos anteriores, es capaz de darle una interesante vuelta de tuerca y dejar pistas para que el lector vaya hilvanando, al igual que Dietz, todas las piezas dispersas hasta construir una sólida y continuista historia.

El relato del impersonal entrenamiento como reclutas está muy bien narrado pero, sobre todo, donde la novela cobra fuerza es en mostrarnos el pesimismo y las preguntas que se hacen los soldados cuando salen a luchar, el sentido y los motivos nunca explicados por sus superiores acerca de  contra que luchan, el sentimiento de saberse carne de cañón para gente apoltronada y lejos de la realidad. Todo esto se acrecienta en Dietz, al viajar por la propia línea temporal y asistir a la muerte de compañeros e ir componiendo, pieza a pieza, un puzzle bastante más complejo de lo que están dispuestos a confiarles sus superiores.

Los ataques son narrados con toda crudeza y asistimos al horror de una guerra que no entiende de piedad ni humanidad.

Ese tono antibelicista, en primer lugar,  melancólico y sobre todo pesimista, impregna la novela desde el principio, permitiendo al lector entrar de cabeza en la historia y dejar poco espacio para apuntes relajados  o con positividad.

Y SOMBRAS, EN LA BRIGADA DE LUZ

El problema viene, a mi juicio, de enfocar la historia demasiado en el personaje principal. El relato es en primera persona y se centra tanto en su entrenamiento como sus vivencias posteriores, pero sobre el contexto de la historia pasa muy de soslayo.

Nos habla de las corporaciones, de una guerra anterior entre ellas que ha causado la devastación de amplias zonas del planeta y, por último, del sistema clases que rige en la sociedad actual. Como apunta queda bien, pero se echa de menos algo más de interacción con elementos de esas corporaciones.

Un tema que no acabo de entender por varias razones, es el entrenamiento en tortura. Por un lado, aunque por sensaciones llegan a sentir “dolor”, antes de someterse a estas sesiones, saben que son falsas, por lo que la implicación será bastante débil. Por otro lado, los soldados son apenas carne de cañón ¿Que puede temer las corporaciones si los hacen prisioneros? No tienen idea de objetivos, tácticas o recursos de su propio ejército que pueda servir al enemigo.

Sólo tiene sentido para los interludios que se insertan a lo largo de la novela, y para esto podría obviarse todas las anteriores referencias.

PERSONAJES

Más detalles que faltan en La Brigada de Luz, es el tema de los personajes. Muy centrado, como digo, en la figura de Dietz, del que no confirmaremos su sexo hasta bien avanzado el libro, la incorporación de personajes secundarios parace que sea sólo para que el lector sea capaz de discernir en que punto de la historia aparece Dietz despúes de cada salto y saber si tal o cual compañero de pelotón va a morir y cuando. Hay muy poca interacción con estos personajes, apenas tres de ellos y la propia estructura de la novela hace que aparezcan como pinceladas.

Así veremos aparecer compañeros de pelotón que morirán en un ataque, para el siguiente salto ir meses atrás y ver como se establece su relación con Dietz, sabiendo que va a perderlo y construir  mientras tanto la continuidad necesaria para entenderlo todo. Rompiendo una lanza a favor de Hurley, el hacer impersonales a los personajes secundarios puede ser un recurso para poner el foco en que la propia guerra despersonaliza a los soldados, hoy están vivos pero en el siguiente ataque pueden morir, si a eso le añadimos el riesgo del transporte, puede ser entendible que Hurley apenas rasque la superficie de la relación personal de Dietz con sus compañeros.

VILLANOS

El tema villanos tampoco parece demasiado pulido, cierto es que el enemigo contra el que pelean las fuerzas terrestres se muestra muy poco por no decir nada. Un motivo puede ser el que Hurley no considera que el enemigo tenga que tener rostro, simplemente Dietz tiene que cumplir órdenes y atacar a quien le digan, por loo que ponerle rostro puede ser una manera de enfatizar el fanatismo que le inculcan a Dietz y sus compañeros, pero, de todas formas, si se echa de menos algo más de contexto sobre los colonos marcianos tanto en el planeta rojo como los que se trasladan posteriormente a la Tierra.

El que podemos considerar villano principal, la torturadora de la corporación, es un personaje totalmente desaprovechado. Echo en falta más líneas para descubrir el personaje, y su relación casi casual con la infancia de Dietz parece cogida con pinzas.

tlb - La Brigada de Luz, Kameron Hurley. Distopía antibelicista

DENUNCIA SOCIAL

En el debe de La Brigada de Luz, encontramos varios elementos de denuncia social que Hurley explota bien. Esta novela no es la primera que muestra un planeta gobernado por corporaciones que utilizan sus recursos humanos como piezas de engranaje y éstos son apenas peones sin ningún derecho, un derecho que sólo van a poder adquirir a costa, seguramente, de sacrificar su vida en beneficio de la compañía. Mientras tanto la gente asume su rol, no es nada, es un deshecho, como se dice varias veces en la obra.

Las corporaciones se retratan como simples entes que van a buscar el beneficio sin importar el precio en vidas que ocasionen. Entendemos que existe un juego comercial entre ellas, se nos sugiere, pero, de nuevo, el hacer un relato centrado en un único personaje, desenfoca.

A esto ayuda la maquinaria de propaganda, que alecciona con noticias contundentes a la gente para que se aliste en la lucha contra un enemigo que se retrata como un asesino amoral y sin escrúpulos. para ello se aprovecha el incidente del Bink (algo, que por cierto, atufa a ataque de falsa bandera desde el principio).

EL FINAL

En una novela con estos mimbres, descorazonadora y pesimista según va concluyendo, es obvio que un final feliz sería rizar el rizo bastante, o un final más continuista y realista con el enfoque final puede que fuera la elección más obvia, pero Hurley decida finalizar con una manera sorprendente, cierto final ¿feliz? con un giro sacado de la chistera, algo apresurado y poco creíble. Sinceramente, el final me ha dejado totalmente descolocado.

CRÍTICA

Lo he vuelto a hacer y termino mi reseña poniendo más cosas malas que buenas a esta novela. La mayoría de las críticas de La Brigada de Luz, alaban la novela, no en vano, ha cosechado varias nominaciones a premios importantes, pero, en mi caso, aunque sea un poco contracorriente, me ha dejado la sensación de faltarle algo más de condimento al plato.

Los pilares en los que se sustenta La Brigada de Luz son conocidos y vistos anteriormente, e indudablemente, Hurley es capaz de unir estas partes y dotarla de un elemento nuevo, propio y diferenciador, pero para mí fracasa en el tema de dotar de contexto a la historia y su alrededor , dejando la novela como poco menos que el diario personal de un soldado.

Aún así, La Brigada de Luz es un título recomendable para su lectura, más aún si no se han leído previamente las referencias expuestas anteriormente, sobre todo, de Heinlein y Hadelman.

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