Star Trek: TNG, las películas
Star Trek: TNG se prolongó durante 7 temporadas, y al término de su andadura televisiva, tuvo, como no, su continuación con 4 largometrajes que vamos a analizar aquí.
El formato episódico, que se había prolongado durante tantas temporadas, tanto en esta franquicia como en Stargate, por ejemplo, daba síntomas de agotamiento y Paramount se planteó realizar una serie de películas que ofrecieran un plus a los fans aprovechando las nuevas tecnologías y las ventajas que ofrecía el formato de largometraje.
En líneas generales, no fueron películas que destacaran por nada en especial, estamos hablando de unas continuaciones basadas en una serie donde primaba la reflexión en detrimento de la acción pura y dura, donde los dilemas morales tenían un gran peso específico, pero esta misma línea de acción era difícil trasladarla a la gran pantalla sin traicionarla en parte, al estar obligado a ofrecer ingredientes que se habían obviado en la serie pero de los que el fan se sentía muy orgulloso.
Estas películas parecieron cerrar definitivamente una franquicia de casi 40 años con varios spin-off (Voyager , Espacio Profundo 9) o Enterprise. Hubo que esperar a 2009 con el reboot de J.J. Abrams y su Línea Kelvin, para volver a disfrutar de esta aventura espacial con mayúsculas.
STAR TREK VII: LA PRÓXIMA GENERACIÓN (1994)
El mismo año que terminaba la serie TNG, se estrenaba la primera incursión de la franquicia con su nueva tripulación. Por motivos obvios, las películas se situaban en el marco temporal posterior a los hechos acaecidos en la serie (salvo los viajes en el tiempo tan frecuentes en la franquicia).
SINOPSIS
La película se plantea como un homenaje para despedir a la mítica y antigua tripulación del Enterprise-A y poner en la rampa de salida a la tripulación de TNG para, de esta forma, vivir sus aventuras con la ventaja de conocerlos de antemano.
La intro es bastante espectacular, con una botella de champan volando por el espacio hasta impactar con la Enterprise NCC1701-B a modo de botadura. Para tan magno evento, los oficiales supervivientes de la mítica tripulación del NCC1701 con su capitán Kirk al mando, han sido invitados.
Durante el vuelo inaugural, el Enterprise recibe la llamada de socorro de dos naves a las que ha afectado una extraña cinta de energía, durante el rescate de los supervivientes (entre los que nos encontramos a Ginan, la barman con un misterioso pasado de TNG) y un misterioso personaje que tendrá mucha relevancia en el futuro.
La cinta de energía golpea al Enterprise y tanto Kirk como Scotty toman el mando para salvar la nave, finalmente, la cinta de energía deja una sección abierta al espacio donde se encontraba el mítico capitán.
Se produce un salto temporal de 78 años donde la tripulación de TNG se encuentra en la holocubierta para celebrar el ascenso de Worf con una ceremonia naval. Picard recibe entonces una fatal noticia: su sobrino, miembro de la Flota Estelar ha fallecido en una misión, la saga de exploradores de la familia Picard acabará con él.
Más tarde la Enterprise-D acoge al doctor Soran, un científico que ha sobrevivido al ataque de una nave klingon comandada por dos viejas conocidas de Star Trek TNG, las hermanas Durás. Lo que desconoce Picard es que Soran es el mismo superviviente de 78 años antes y que planea destruir una estrella para provocar el retorno de la cinta de energía denominada Nexus.
Ginan le revela a Picard que el Nexus está más allá del espacio y el tiempo y permite vivir cualquier sueño. La intención de Soran es utilizar el Nexus para volver con su familia asesinada y asimilada por los Borg.
Al tratar de detener a Soran, Picard es atrapado por el Nexus y el Enterprise se estrella muriendo toda la tripulación, Picard despierta en una realidad alternativa con una familia (su viejo e inconfesado anhelo), descubriendo también a Kirk que ha sobrevivido en el Nexus desde su accidente.
Ambos capitanes unen sus fuerzas para detener por última vez a Soran, falleciendo Kirk en el proceso y volviendo Picard a una realidad donde el Enterprise se ha estrellado en el planeta tras la batalla contra el ave de presa klingon, pero la tripulación ha sobrevivido.
CRÍTICA
Para ser la primera incursión y contar con el aliciente de juntar en pantalla a los dos capitanes míticos de Star Trek, la verdad es que se antoja una ocasión desaprovechada.
Por un lado, el recurso manido y patético de considerar que la tripulación del Enterprise-B son unos advenedizos y que, si no aparecen Kirk y Scotty para salvar el día, nadie a bordo de esta nave de novatos va a saber cómo actuar.
En cuanto al tratamiento de la tripulación de TNG, la película se centra en Picard y Data, dejando a los otros personajes principales como simples extras, sin darle protagonismo y desaprovechando a unos protagonistas que venían de una buena dinámica con los fans, no había que perder tiempo presentando al personaje porque ya lo sabíamos casi todo y lo que podían dar de sí, pero son dejados de lado sin razón aparente.
Varios detalles de lo vivido en Star Trek: TNG se van incorporando. Por un lado, la permanente búsqueda y obsesión por parte de Data de ser más humano, ahora con la incorporación del chip emocional, es capaz de asimilar emociones humanas como tristeza y alegría. Esta adición a su programación dará bastante juego en posteriores películas.
Por otro lado, por fin entendemos de donde y cuando viene Ginan, cuyo origen y edad nos era continuamente escamoteada en la serie, constituyendo uno de los mejores misterios.
Para villanos ocurrentes nos vamos a encontrar a las malvadas hermanas Duras, las klingon que mancharon el nombre del padre de Worf y provocaron un golpe militar que a punto estuvo de acabar con el imperio klingon.
Como detalles curiosos, la timonel del Enterprise-B es Demora Sulu, la hija de Hikaro Sulu, el timonel de la serie original. Por otro lado, asistimos a la destrucción del Enterprise-D que nos acompañó en toda la serie TNG.
STAR TREK VIII: PRIMER CONTACTO (1996)
Jonathan Frakes (el comandante Riker), que ya había dirigido, como el resto de los actores, algunos capítulos de la serie TNG, se pone a los mandos de la, posiblemente, mejor película de toda la serie, mostrando abundantes efectos especiales y una historia con cierta complejidad y varias subtramas que se van anudando y resolviendo con soltura al final.
SINOPSIS
Los Borg han decidido lanzar un ataque contra la Tierra, el mando de la Federación temiendo que el pasado como asimilado de Picard pueda interferir con la defensa, envía al Enterprise -E a patrullar el Borde Exterior, lejos de la batalla. Pero el desarrollo de la defensa ante los Borg no puede ser más negativo, por lo que Picard, desobedeciendo las órdenes regresa a la Tierra para comandar el ataque ante los Borg, logrando, con sus conocimientos de esta raza, atacar el punto débil del cubo Borg.
Pero antes de su destrucción, los Borg envían una nave y crean un vórtice temporal, cuyo resultado es la asimilación total de la población de la Tierra. La Enterprise-E sigue a la sonda al pasado con el fin de reparar el presente, llegando al año 2062, en un punto crucial de la historia: La Tierra se está recuperando de la III guerra mundial y es el momento y lugar previo al primer contacto de la Humanidad con otra forma de vida extraterrestre y que consiguió unirla, dejando atrás guerras y pobreza y avanzando a un futuro mejor.
Los Borg se han trasladado hasta este punto para sabotear el encuentro y evitar la existencia futura de la propia Federación. Consiguen destruir la nave, pero no antes de que dañen las instalaciones.
La única forma de solucionar el tema es cumplir las premisas de la historia:
En menos de 24 horas, el doctor Zefram Cochrane, modificando un misil intercontinental con un motor hiperlumínico de su invención, debe salir al espacio, la esta dejada por el viaje será captada por una nave extraterrestre patrullando la zona y advirtiéndoles que la humanidad ha adquirido conocimientos tecnológicos para viajar entre las estrellas, con lo cual están preparados para unirse a la Federación de Planetas.
Para ello, Picard manda a un equipo técnico a la superficie para ayudar a Cochrane, pero primero a convencerle de que debe terminar el proyecto, ya que se muestra bastante escéptico.
Mientras, en el Enterprise-E se detectan problemas con la temperatura ambiente de varias cubiertas. Picard sospechando una incursión Borg, se traslada a la nave junto con Data para evaluar el problema, dejando a Riker, Troi y LaForge para terminar el proyecto de Cochran.
En la nave, los peores temores de Picard se confirman; un grupo de borg se han infiltrado en la nave y están asimilando a sus tripulantes, entre ellos a Data. Con bastante facilidad van avanzando hasta conquistar la práctica totalidad de la nave. Su objetivo es modificar la antena para mandar un aviso a los borg del siglo XX para que puedan atacar la Tierra sin oposición.
Picard, junto a Worf y el teniente Hawk, consiguen frustrar el intento, pero la derrota está asegurada y los oficiales tratan de convencer a Picard de abandonar la nave y volarla, a lo que se niega con gran vehemencia, su odio a los Borg y lo que le hicieron es superior al deber.
Finalmente, una terráquea del siglo XXI que está en la nave hace reflexionar a Picard y ordena abandonar la Enterprise, permaneciendo en la nave para salvar a Data de la influencia de la reina Borg, consiguiendo erradicar finalmente la amenaza.
Mientras, en la Tierra Cochran consigue realizar su vuelo y provocar la llegada de una nave vulcana, estableciendo el primer contacto entre ambas razas.
CRÍTICA
Como decía, esta película puede ser la mejor de toda la serie de Star Trek TNG. Se aborda una historia potente y dos tramas que corren en paralelo, la del equipo en la nave que lucha por su vida de manera desesperada contra los Borg, y el equipo en la Tierra tratando de terminar contrarreloj el proyecto de Cochrane.
En esta película vamos a ver a Picard perder los papeles, algo que no habíamos visto en toda la serie. El odio de Picard contra los Borg, lo que le hicieron a él y lo que sabe que han hecho durante siglos al haber sido asimilado y llegar a ese conocimiento, le hace actuar con una violencia desmedida. Por ello se niega a abandonar la nave, prefiriendo un suicidio colectivo de su tripulación por luchar contra los Borg hasta el último hombre si fuera preciso.
El diálogo de Lily con Picard a cuenta de la similitud entre su situación y la del capitán Acab en Moby Dick, es de los mejor de la película y le permite recapacitar a Picard sobre el poder del odio que nubla cualquier raciocinio.
Muy bueno también el tour de forcé entre Data y la reina Borg que le va dando lo que tanto anhela: más y más humanidad al dotarle de piel que reacciona sus sentidos, aunque, como era de esperar, no cae bajo su embrujo y ayuda a Picard a acabar con la amenaza.
Destacable también la actitud abrumada de Cochran ante las muestras de admiración por parte de los tripulantes de la Enterprise que se encuentran delante de alguien mítico para ellos y que no es capaz de gestionar al principio.
Hay algunas cosas que chirrían como la facilidad de crear vórtices temporales para moverse por el tiempo al antojo de la situación, pero, en definitiva es una película muy entretenida.
STAR TREK IX: INSURRECCION (1998)
Es con diferencia, la más floja de las cuatro. Por un lado, parece un episodio largo en vez de una película con varias tramas y escenarios, y, por otro lado, el sempiterno cuestionamiento moral de Picard y su tripulación para hacer lo correcto según su conciencia, se antoja vago y pueril en este caso.
SINOPSIS
En aplicación de la 1ª directiva de la Federación que impide a sus miembros inmiscuirse en la vida de especies alienígenas que no hayan alcanzado la tecnología de curvatura para viajar entre las estrellas, un grupo de científicos observa desde unas instalaciones ocultas, a la pacífica raza de los Ba’Ku que vive en un asentamiento y parece disfrutar de una vida pacífica e idílica.
Pero Data, asignado al equipo científico dispara contra el campo de contención dejando las instalaciones al descubierto de los asombrados Ba’Ku. La flota, que parece tener un inusitado interés en este pueblo, ordena al Enterprise (flamante y nuevo Enterprise-E), ir al planeta para investigar el comportamiento de Data.
A su llegado, y luego de localizar al huido Data, descubren que un ataque ha dañado al androide, borrando parte de sus recuerdos. La tripulación empieza a congeniar con los Ba’Ku, sospechando alguna maniobra oscura detrás del comportamiento del almirante Dougherty y de los Son’a, aliados de la Federación que se someten a constantes operaciones de cirugía para rejuvenecer. De resultas de todo ello, la tripulación del Enterprise se rebela desobedeciendo las órdenes de la Federación.
Al final se descubre el complot para apartar a los Ba’Ku del planeta y de las propiedades regenerativas y de rejuvenecimiento que generan la radiación del planeta y que está presente en su atmósfera. Los Ba’Ku se han beneficiado de estas propiedades, renunciando a una vida sin tecnología, mientras que los Son’a (antiguos Ba’Ku exiliados que aceptaron la tecnología), aspiran a hacerse con la exclusividad de estas propiedades. También tiene explicación el ataque a data para defender a los Ba’Ku de las maniobras de los Son’a.
En virtud de la primera directiva, que se ha saltado el almirante Dougherty y los Son’a, la Federación restituye a los Ba’Ku en el asentamiento, dejándolos seguir con su pacífica vida.
CRÍTICA
Como decía, una historia que daba tranquilamente para un capítulo de TNG y que se alarga para rodar un largometraje. La motivación de defender lo políticamente correcto, en este caso, aplicar a rajatabla la primera directiva y no interferir con un pueblo con tecnología pre-curvatura, es perfectamente válida, pero el error está en constreñirlo todo a esta directiva. En ningún caso se plantea la aniquilación de los Ba’Ku, los quieren reasentar en otro planeta, vale, fuera de su vida normal, y posiblemente, teniendo que someterse a sesiones para mantener su juventud, pero el beneficio sería para una mayoría, no sólo los ambiciosos Son’a, también la Federación está interesada.
En el aspecto de coger una idea y bucear en el debate moral del cumplimiento o no de unas órdenes que consideran injustas, Star Trek: Insurrección, es continuista con lo visto en la serie y no descarrila por este lado. Jonathan Frakes repite en la dirección y la dota de unos niveles de acción interesantes y que estaban desaparecidos en la propia serie. En la película estas escenas, necesarias por otro parte ya que hablamos de una película, están bien calibradas y son de agradecer.
El propio contexto de la historia, con un canto a la naturaleza por encima de la tecnología y la ambición humana, junto a la premisa de vivir una vida pacífica y sencilla, hacen de esta película, la más bucólica de todas.
STAR TREK X: NEMESIS (2002)
Con esta película asistimos a la última incursión cinematográfica de Star Trek con el elenco de TNG. Los primeros minutos de la película son de bastante acción y vamos a conocer, por fin, una trama centrada con los archienemigos de la federación: El imperio Romulano.
SINOPSIS
La tripulación de la Enterprise viaja a la Tierra para celebrar la primera parte de la boda entre Riker y Diana Troi. Finalizada ésta y durante el viaje a Beta-C para completar la ceremonia, la nave capta unas extrañas lecturas positrónicas en un planeta.
La búsqueda les permite localizar una réplica de Data repartido en trozos y tras una frenética persecución con los habitantes del planeta, logran ponerse a salvo.
En paralelo, en el consejo Romulano, un consejero introduce un artefacto que genera un haz de radiación que elimina al consejo completo, llegando al poder un pretor procedente de Remo, el planeta hermano de Rómulo.
Este nuevo pretor contacta con la Federación para reclamar la presencia de Picard y establecer relaciones de paz entre ambas facciones.
Picard, que siempre ha ambicionado esta paz acude a Rómulo para descubrir una inquietante historia alrededor de Shinzon, el recién nombrado pretor. Éste es un clon de Picard que el Tal’Shiar, la agencia secreta de los romulanos trató de usar, acelerando su crecimiento, para sustituirlo por el original y crear un caos en la Federación. Cuando no se pudo realizar el sabotaje, fue abandonado como esclavo en la minas de dilitio de Remo. Finalmente, consiguió trepar como gran estratega militar hasta alcanzar el rango de pretor con la “inestimable” ayuda de los altos mandos de la armada romulana.
Pero Shinzon, no es precisamente alguien de fiar. El proceso de crecimiento acelerado le crea problemas de salud, y sabiéndose próximo a morir, su mayor ambición es pasar a la historia como alguien superior a Picard, su otro yo, así pues, planea destruir la Tierra utilizando la radiación Tálaron, una energía prohibida por todas las razas dado su potencial (y que le sirvió para arrasar con el senado romulano). Precisamente, el androide replicado de Data ha sido un cebo por parte de Shinzon para sabotear el Enterprise.
En el intento por parte de Picard de detener a Shinzon, recibe la ayuda de dos naves romulanas, al entender que Shinzon es un peligro para todos. Con su destrucción se establece, de verdad, un entendimiento entre ambas razas para lograr a ansiada paz.
Pero el proceso ha dejado una víctima colateral, Data se sacrifica para salvar a Picard, pero con su destrucción no todo se ha perdido, la conciencia previa de Data está en B4 (el androide réplica de Data), quedando como un libro en blanco que tiene que volver a llenarse de experiencia y sabiduría.
CRÍTICA
La idea es bastante potente y atractiva, una aventura con el imperio romulano como protagonista era algo deseado por todos los fans de star Trek, pero todo se queda en un punto intermedio. Si en otras películas, el protagonismo de la tripulación estaba bastante recortado, en esta película alcanza niveles exagerados, con un protagonismo único para Picard y Data y una presencia del resto como floreros andantes.
La sociedad romulana apenas se explota, perdiendo una gran oportunidad de profundizar en un fleco siempre atractivo de la franquicia.
La historia avanza por unos derroteros donde primero parece una cosa, para convertirse en otra y luego acabar en una dirección adicional. No es malo, me gusta los puntos que toca y son muy atractivos. El primero, una despedida en toda regla de la tripulación en la boda de Ricker y Troi con el brindis del capitán y la canción de Data que ha tenido y tendrá connotaciones como inicio y epílogo de la serie.
Al final, todos recordarán que fue lo primero que vieron del androide al iniciar su andadura, silbar esa canción y cuando Picard oye a B4 en la última escena silbar la misma melodía, ve esperanzas en que su viejo amigo Data aún está presente y empieza un camino de aprendizaje.
El episodio en el planeta donde encuentran a B4, el androide idéntico a Data, nos muestra una gran escena de acción con la persecución con rovers entre las arenas del desierto, pero parece algo postizo en el tono normal de la serie aunque bien resulto y efectista.
La historia de los romulanos también comienza bien con un golpe de estado y la presencia de Shinzon y su origen (nada menos que un semi-desconocido Tom Hardy). Éste aspira a superar a Picard. Ambos son igual de inteligentes y valientes pero la película hace hincapié en la idea de que las relaciones y el ambiente es quien acaba de moldear el carácter. Mientras que Picard fue a la academia, aprendió a valorar la convivencia con otras razas, Shinzon fue desterrado como esclavo en Remo, en una demostración del racismo de los romulanos que consideraban a los remanos como seres inferiores. Ese rabia contenida y la vida de sufrimiento, hace que el carácter de Shinzon se aleje diametralmente del de Picard.
Finalmente, el sacrificio de Data, cierra perfectamente el ciclo de Star Trek TNG. Hemos visto a lo largo de los años, la evolución de un androide que quería ser cada vez más humano, y en el último momento realiza el sacrificio supremo por su comandante y amigo.
EPÍLOGO
Estas películas, con mayor o menor fortuna, nos siguieron mostrando las aventuras de Star Trek TNG, cerrando puntos capitales como la destrucción de la Enterprise-D que nos acompañó en toda la serie, viendo el origen de Guinan, el logro último de Data y, en definitiva, despidiendo a dos tripulaciones emblemáticas como son las de TOS y la de TNG.
El camino quedó totalmente cerrado para el reboot de J.J. Abrams y su línea Kelvin con nuevos espectadores y gustos. Las películas de TNG, como casi cualquier producto cinematográfico, son hijos de su tiempo. Los gustos del público demandaban un nuevo enfoque, más acción y tecnología y TNG ya lo había dado todo, haciendo disfrutar a toda una generación del gusto por la exploración, la búsqueda de nuevos horizontes, lo insólito y la aventura, pero nunca desdeñando la integridad, la paz y la convivencia como ejes fundamentales.
Actualmente se está emitiendo la serie Star Trek: Picard, ambientada unos años en el futuro con un Picard retirado y una interesante trama detrás que se va poco a poco desgranando y que va soltando pinceladas de nostalgia para volver a sentir toda la fuerza de TNG.