Samurai 7, el clásico de Kurosawa como anime futurista

Samurai 7 fue una serie de anime con 26 episodios y estrenada en 2004, 50 años después del estreno de una de las obras maestras del cine y considerada como película de culto en Japón: Los siete samuráis del genial Akira Kurosawa, y que tuvo reflejo en otro título imprescindible del western como Los siete magníficos.
El núcleo central de la historia es el mismo en ambos casos, unos aldeanos piden la ayuda de unos mercenarios para defenderse de un grupo de bandidos que les roba sus cosechas.

La vuelta de tuerca consiste en ubicar la acción en un futuro donde la tecnología está muy presente, tanto en ciudades con grandes construcciones, aunque con bastante decadencia, así como el empleo de naves y mechas por parte, tanto de la clase pudiente como de los bandidos.
El homenaje es evidente por todos lados, incluso los samuráis del anime tienen los mismos nombres y semblanzas a los mostrados en la cinta de Kurosawa.

SINOPSIS

Terminada una guerra civil que ha devastado el país, hordas de samurái renegados llamados Nobuseri, a bordo de mechas, vagan por los campos atemorizando a los campesinos y exigiéndoles la cosecha de arroz. Estos ataques son cada vez más exigentes, dejando prácticamente sin sustento a las aldeas y secuestrando mujeres y niños para venderlos como esclavos.
La aldea de Kanna se ve sometida por un grupo de estos bandidos y en la tesitura de perder la próxima cosecha, a algunos de sus habitantes como esclavos, y posiblemente perder al resto por hambre, manda a la gran ciudad a Kirara, la gran sacerdotisa, junto a su hermana Komachi y otro habitante del poblado cuya mujer fue secuestrada por los Nobuseri, con la idea de reclutar samuráis con honor para defender el pueblo. Cono no tienen dinero, esos samuráis tendrán que conformarse con recibir el arroz que puedan comer como pago.

Al principio todo son dificultades en encontrar samuráis íntegros para defender una buena causa y que encima, estén dispuestos a arriesgar la vida por tan mísera recompensa. Pero su suerte cambia cuando encuentran a Kanbei Shimada, un veterano samurái, hábil con la espada y de buen corazón, aunque baqueteado por la guerra y que acepta la misión y la tarea de reclutar más mercenarios a su causa.

De esta forma, se irán uniendo samuráis con su propias motivaciones y demonios internos, como Katsushiro, joven e inexperto y más interesado en la propia Kirara y en demostrar su valía ante Kanbei. También lo hará Kikuchiyo, un gigantesco y a la vez tierno guerrero enfundado en una pesada armadura y que ha sufrido tantas transformaciones que apenas es humano pero su mayor deseo es que todos le reconozcan como un samurái a todos los efectos.
A este primer grupo se unirán más tarde Gorobei, de carácter alegre y que se dedica a ganar dinero mostrando sus habilidades con la espada y deteniendo flechas. Shichiroji, un samurái que peleó junto a Kanbei en la guerra y que ahora vive retirado también se unirá al grupo. Finalmente, lo harán dos samuráis muy distintos entre sí: Heichachi, un samurái que trabaja como ingeniero y mecánico y el callado y taciturno Kyuzo, un misterioso y extraordinario espadachín que trabaja como guardaespaldas.

Durante todo el proceso de reunión del grupo, se irá creando una subtrama que parte de un mercader y su petulante y consentido hijastro Ukyo. Un caprichoso y cruel personaje que se encapricha de Kirara y hace todo lo posible para secuestrarla e incorporarla a su harén.
Durante el transcurso de la serie descubriremos que es un clon del emperador que tiene varios de ellos y les sigue el rastro hasta descubrir uno con su personalidad, con lo que viendo la elección final que hace, podemos hacernos una idea de como era el emperador en plenitud de forma.

Tras pasar Ukyo un examen antes de ser declarado heredero al trono, asesina al emperador para sucederle al instante, maquinando un plan para que los Nobuseri ataquen las aldeas con más virulencia si cabe.

En cuanto a la trama principal, una vez reunido el grupo, consiguen una primera victoria sobre los bandidos, pero a espera del contraataque de los Nobuseri y que se prevé más duro, algunos aldeanos prefieren traicionar a las samuráis, aunque éstos, deciden defender la aldea a toda costa sacrificándose varios de ellos.
También Kirara, cuyo amor has oscilado entre Katsushiro y Kanbei, se dará cuenta de realmente a quien ama. Su decepción le hará dejar su cargo como sacerdotisa, transfiriendo el cristal de poder a su hermana Komachi.

CRÍTICA

La versión futurista de la historia está muy bien conseguida, al aplicar elementos del futuro pero que vemos casi de soslayo, ofreciendo una historia con el cariz medieval del original. De esta forma, continuamos viendo el ambiente rural de las aldeas, sin nada de tecnificación, y en contraste nos encontramos con la gran ciudad y las diferencias entre las clases altas y pudientes que tienen sometido al pueblo llano.
Esa tecnología, lógicamente no llega a todos, sólo a los ricos y, obviamente también al servicio de la guerra.
La trama principal con el reclutamiento de los diferentes samuráis es bastante efectiva. Los aldeanos se van a encontrar con una petición donde el riesgo es muy superior a la recompensa, por lo que tienen muy difícil a la hora de encontrar candidatos. Sólo la presencia de un guerrero de noble corazón y con el suficiente carácter para arrastrar a otros, hará posible la configuración del grupo.

En este aspecto, destaca la semblanza de cada uno de ellos, sus diferentes motivaciones para aceptar una tarea suicida y que, en muchos aspectos, les permite redimir cada demonio interno que vienen arrastrando. En este punto, los más interesantes son Kanbei con su noble corazón y que ha visto y sufrido de todo en la guerra y es consciente cuando el débil está siendo pisoteado, Kikuchiyo que dentro de su fiero aspecto robótico esconde una persona tierna que hace perfectas migas con Komachi, la hermana pequeña de Kirara, demostrando a todos que por muy fiero que sea exteriormente, su aspecto robótico aún esconde un ser humano, y por último Kyuzo, un frio asesino que se encarga de proteger a mercaderes y personas ricas sin preguntar ni valorar las órdenes que le dan pero que, al igual que Kanbei, es capaz de ver la opresión y tratar de remediarla.

LO NEGATIVO

El punto discordante es la inclusión de la subtrama de Ukyo y el tema clon del emperador. De acuerdo que nos introduce un villano, aparte de la banda de Nobuseri, que no muestra la mínima empatía por el dolor humano y que es despiadado y maquiavélico, pero es un personaje con el que, posiblemente, se han pasado de frenada al mostrarlo como un villano casi paródico en su maldad.

Quitando de este añadido, la trama entronca punto por punto con la historia original, con unos aldeanos que piden la ayuda, la primera batalla y huida de los bandidos, pero la certeza de que han movido un avispero y que la respuesta puede ser más contundente de lo esperado. Se trata de aldeanos que no están acostumbrados a luchar, si no al servilismo y el pánico ante esta situación y la respuesta que pueden haber desencadenado, les lleva a traicionar a los samuráis.

La respuesta de los samuráis, volviendo a pelear a sabiendas que puede costarles la vida, no es una lección en sí contra los aldeanos, no es una censura. Es más bien, la consecuencia lógica de aplicar un código de honor como guerreros y de tener la certeza que en seguir ese código de honor es lo correcto y una forma de expiar sus pecados.

EPÍLOGO

Samurái 7 es un anime muy recomendable. Tiene ya sus años, pero, gracias a una gran historia de fondo, es capaz de innovar y atreverse con ciertos puntos de vista, una ambientación futurista en este caso, que engrandecen la trama. El dibujo también cumple perfectamente su propósito. Los detalles de la gran ciudad, tanto los bajos fondos como los palacios de los ricos, los duelos a espada y el tratamiento de expresiones faciales de todos los personajes redondean una serie de anime para ver y disfrutar.