Westworld 1ª temporada. El hombre juega a ser Dios
Westworld da una increíble y actualizada vuelta de tuerca a Almas de Metal, película de los años 70 que, con el tiempo se convirtió en un icono kitch. La película original, aún teniendo un guión clásico: tecnología puntera y, en teoría controlada, que se desmanda, aportaba la frescura de una idea diferente y el desasosiego de la presencia del androide interpretado por Yul Brynner.
En esta nueva aproximación se ha contado con el talento de Jonathan Nolan, hermano y co-guionista en muchas de las películas de su celebérrimo hermano Christopher.
SINOPSIS
Asistimos a la creación de Westworld, un parque temático ambientado en el salvaje oeste, donde los clientes pueden dar rienda suelta a sus más bajos instintos: asesinar, robar o violar. Como, literalmente hablando, «muñecos de feria», encontramos a unos androides que están para interactuar con los clientes humanos, siguen el guión guardado (forajido, prostituta de saloon, cazador de indios), dando una pátina de verosimilitud a la historia o contexto que quiera iniciar el cliente humano. Al final de cada jornada se procede al reinicio de los androides que han sufrido todo tipo de ataques y vejaciones.
En este contexto, nos encontramos con el visionario co-creador del parque, Robert Ford, interpretado magistralmente por Anthony Hopkins, que pretende dar un paso más allá en la experiencia sensorial de los clientes del parque con el entorno y su relación con los androides. A muchos de ellos, a modo de experimento, se les ha dotado de cierta rutina en su programación que les permite «recordar» lo que les ha sucedido, lo que han sufrido anteriormente con el fin de aprender de su experiencia previa, pero esta ampliación de facultades también lleva aparejada ciertas dosis de autoconciencia que hace que manifiesten un odio hacia los humanos y un deseo de liberarse del yugo impuesto.
Asistimos a una rebelión en toda regla donde los humanos, jugando a ser Dios, se han pasado de frenada, mostrando hasta donde llega la ambición y perversidad humana cuando le dan instrumentos para un fácil control que apenas le supongan arrepentimiento o escrúpulos.
PERSONAJES
Westworld presenta varios arcos narrativos, que al principio son muy inconexos pero que van derivando en una cohesión narrativa final muy apabullante.
Por un lado las historias de los androides, comenzando por Dolores, una de las primeras androides del parque, cuyo rol es el de damisela que el héroe debe proteger de los bandidos, su interacción tanto con humanos como con otros androides va enriqueciendo su historia según avanza la serie. Por otro, la historia de Maeve como dueña del saloon que despierta a la consciencia durante los instantes de reinicio y tiene flashbacks de una vida anterior
Por otro lado las historias de los humanos implicados, tanto clientes del parque como ingenieros. En el primer apartado destaca por encima de todos la historia del misterioso hombre de negro que está masacrando robots en busca de un extraño fin. También se nos muestra la historia de dos amigos con intereses en el accionariado del parque, cuñados para más señas, mostrándonos al típico niño rico y consentido que no duda en usar a los androides para todo tipo de aberraciones sexuales u homicidas, el otro es más apocado y rápidamente se siente atraído por Dolores.
Los personajes que integran la dirección del parque también ofrecen historias complejas como Lee, uno de los guionistas del parque, un engreído que trata de desarrollar historias para el parque con las que impresionar al co-creador del parque y siempre confrontado con Theresa, la directora y con Bernard, ingeniero jefe, que tras detectar una anomalía en la funcionalidad de los androides, se embarca en una peligrosa y sorprendente aventura más personal de lo que él intuía.
INTERPRETACIONES
El elenco de actores y actrices es de un gran nivel y todos dotan a sus personajes de un gran profundidad. Difícil destacar a alguien por encima del resto, tanto Anthony Hopkins, como Ed Harris, Evan Rachel Wood o Jeffrey Wright cuentan con el aliciente de mostrar una evolución y un giro argumental sorprendente, su sola presencia enriquece las escenas, y los diálogos entre ellos son absolutamente geniales.
Thandie Newton es otra actriz que está de sobresaliente. Su fuerte y decidido carácter implantado por los ingenieros, le permite sobreponerse a un entorno hostil y diferente, adaptándose con ingenio y superando a sus creadores.
APARTADO TÉCNICO
La idea y guión de Nolan y Lisa Joy es totalmente absorberte, cuidando mucho los diálogos y aumentando paulatinamente tanto el ritmo como los detalles escondidos que nos van a hacer ir cerrando hilos que al principio encontrábamos totalmente deshilachados.
El diseño de producción también es muy bueno, destacando las instalaciones donde los androides son reparados o reiniciacos, salas diáfanas donde vemos a los androides en todo tipo de proceso de revisión y con los pasillos convenientemente en penumbra.
El apartado musical es, para mi, uno de los elementos sobresalientes, tanto la sintonía original compuesta por Ramin Djawadi, el mismo que otra gran serie de HBO, Juego de Tronos, como las versiones de grandes clásicos de Rolling Stones, Soundgarden o Radiohead. Impagable la secuencia del asalto al banco a las sones de una de las mejores versiones que he escuchado del Paint in Black de Rolling Stones. La inclusión de la música en la pianola del saloon ayudan a crear un ambiente de acción, de movimiento, en contraposición con los temas tensos y opresivos asociados a los «talleres» del parque.
El añadido de la intro de la serie es otro de los elementos a destacar, la recreación en 3D de la construcción de un androide, la integración con elementos del western y sobre todo, el ya mencionado tema principal de Djawadi.
TRASFONDO de WESTWORLD
La riqueza argumental de Westworld y sus sorprendentes giros en el tercio final, hacen que podemos tomar varias lecturas.
La idea principal es la de una radiografía a la condición humana, a sus bajos instintos, a como somos capaces, desde una posición de dominio, manifestar todo aquello que nos reprime, lo que es y sabemos repudiable y que fuera del parque sería incluso delito pero que dentro de Westworld , al realizarlo sobre máquinas sin alma, no hay auto-represión.
Otra idea que subyace es un corolario a la idea anterior. ¿Qué pasa si estos androides toman conciencia de lo que ocurre a su alrededor, son capaces de recordar las vejaciones a los que les someten sus amos? Y por otro lado ¿Como reaccionaría la gente si resulta que tiene enfrente a un ser auto-consciente, capaz de sentir, capaz de tener recuerdos? ¿Que lo haría indistinguible de nosotros?
Finalmente el eterno mito de Frankenstein, la humanidad jugando a ser Dios, a construir un ser puesto a su servicio y que intentamos ir dotando de cualquier signo que nos recuerde su humanidad, siempre sobrepasando cualquier límite ético.
CRÍTICA
Westworld es una serie que comienza de manera lenta, muy lenta pero que poco a poco nos va desgranando todas las tramas dentro de la historia principal. Lógicamente, esto hace que sea difícil entrar en la historia, debemos dar cosas por sabidas o que nos las van a aclarar con el transcurso de los capítulos. Esto no significa que necesariamente tenemos que entrar en la serie a tumba abierta y esperar que nos vayan soltando datos e historias a medio construir, simplemente hay que armarse de paciencia en los primeros capítulos, montar nuestras propias teorías (que ya se encargarán de desmontarnos), y disfrutar de la historia.
De los dos escenarios en que se divide la serie, el propio parque y los “talleres”, el más atractivo, es por supuesto, el segundo. En el primero asistimos a historias que nos muestran todos los clichés de las películas del Oeste, que para eso está montado el parque. Bandidos asaltando trenes y bancos, el saloon más o menos concurrido, soldados de caballería, indios, etc. Pero es en el segundo donde pivota toda la historia con las tramas entrecruzadas de los dirigentes del parque, lo que esconden todos, que es mucho. Otro detalle es la nula empatía con los androides, juegan a considerarlos simples máquinas, que es cierto, pero para el espectador es muy difícil sustraerle la idea que está viendo seres pensantes, cualquier interacción la consideramos poco menos que una tortura, ese es otro de los grandes aciertos de la serie.
La fusión sorprendente de todos los arcos narrativos es absolutamente magistral, contestando multitud de preguntas que nos han surgido durante toda la serie y abriendo un gran abanico de posibilidades para la segunda temporada, donde partimos con cierta ventaja al tener claro el tono de la serie y su trasfondo.
